“¿En su juventud era de los que se apalancaban en la barra y miraba la pista desde lejos?”, le preguntó una vez la periodista Carmen Rigalt a Mariano Rajoy: “Sí. Pero no estaba solo. En mi época, muchos chicos se trabajaban las discotecas desde la barra. Yo nunca he necesitado dar brincos para divertirme. Mi idea de la juerga es muy particular”, respondió enigmáticamente. “He hecho tonterías, como todo el mundo, pero no me pregunte por ellas”, le respondió a la periodista Virginia Drake. Y ¿hubo un tiempo en que le gustaba ir de vacaciones al Caribe?: “Sí, eso fue hace ya muchos años. Fui varias veces con mis amigos. Me gusta el Caribe porque me encantan los sitios cálidos y con mar…”. ¿Quiénes son sus amigos de toda la vida? “Son de Pontevedra pero no es cuestión de decir sus nombres. Uno es arquitecto, otro dentista…” Se refería a “Fredy” Díaz Grande y Elías Mareque, denunciados por esta web al beneficiarse del nepotismo de Rajoy.
“Se casó usted cuarentón y eso le costó no pocos comentarios que seguro ha escuchado: que si le obligaron a casarse en su partido porque un político con futuro necesita una mujer, que si es usted “mariposón”, que si vamos a tener un presidente gay…”, preguntó otra vez Virgina Drake, al parecer al tanto de la calle y de las memorias de un ex dirigente gay del PP que recogen un libro que solo circula por internet. Y él respondió: “Yo me casé a los 41 porque nunca antes había encontrado a nadie con quien yo quisiera casarme y ella casarse conmigo. Esta es la única razón”, respondió escueto el líder del PP. “Y antes de casarse, ¿conoció poco?” –insistió la periodista. “¡Pues no!, para qué vamos a engañarnos. Conocí lo suficiente”, se jactaba Rajoy. Como advierte el viejo aforismo, el ser humano siempre presume de lo que carece y por eso concluyó: “Yo no engaño ni miento ni me dedico a fastidiar a la gente”.
¿Cuánto es capaz de engañar Rajoy?. Al periodista y paisano Manuel Jabois, le contó la verdadera historia del “Daniel”, el local donde fue durante años y no conseguía ligar con nadie. Lo cierto es que Manuel Fraga quería que matrimoniara de una vez para acabar con las hablillas: “¡Rajoy, váyase usted al “Daniel”, que es donde tiene que estar!”. Al patrón le habían chivado la afición del veinteañero Mariano a tomar sus copas en el emblemático local de la calle Daniel de la Sota. “Cada uno vale lo que vale y tiene cara para lo que la tiene. Era agradable, sí, pero había mucha barra“, responde Rajoy si se le pregunta por sus años de ligoteo”, decía Jabois. Lean entre líneas la respuesta tan diferente que le da a un hombre, en comparación con la que le proporciona a Carmen Rigalt y Virginia Drake.
El primer periodista que decidió investigar estos comentarios sobre la secreta y aparentemente escasa vida sexual de Mariano Rajoy fue Juan Luis Cebrián, máximo responsable del diario “El País”, en aquella época el periódico de papel más influyente. Corría el año 2004 y parecía que el de Pontevedra ganaría a Zapatero. Por eso mandó a dos periodistas suyos a curiosear entre sus amigos. Lo que descubrieron no se publicó nunca, pero sí supo enviarle al candidato este “aviso para navegantes” que también hay que saber leer entre líneas y en la camisa del aludido, pues se corrió como la pólvora entre las redacciones de Madrid:
“El mundo de la televisión ha devorado con avidez el reportaje periodístico que el diario “El País” dedicó a Mariano Rajoy en su suplemento en color del domingo”, señalaba la revista “Ver Tele”. “Contenía algunas claves interesantes que vamos a desgranar. Aseguraba el diario de Polanco que Rajoy tenía pocos y buenos amigos, casi todos ellos profesionales, gallegos, y de viejos tiempos. “Al margen de su familia –afirmaba el “colorín” de “El País”- no tiene una inflación de amigos que puedan traicionar su intimidad. Y ninguno en la cúpula del PP”.
Y seguía: “El resto de su pandilla pontevedresa, el núcleo duro de su intimidad –una mezcla de profesionales y políticos de segundo nivel–, apenas se clarea. Y entonces el periódico de Cebrián daba un nombre: Ángel Peláez, “un realizador de televisión de Pontevedra con el que compartió viajes al Caribe en Nochevieja”. Y cuando lo entrevistan, Peláez presume de ser “de izquierdas”y defiende a su amigo: “no vaya a creer que es de esa derechona tipo Aznar. Mariano es de derechas, pero dialogante. Él nunca nos hubiera metido en una guerra como la de Irak”. Peláez de momento es una tumba. Hoy, la televisión autonómica gallega que maneja el PP y antes PSOE y BNG, le ha subvencionado con dinero público su primera película: un documental sobre el origen gallego de Cristóbal Colón. “Con la que está cayendo -en alusión a la crisis-, este montaje representa un pequeño lujo“, ha reconocido Peláez.
Otra persona a la que Rajoy ha hecho rehén de sus secretos es un empresario. Tan peligroso como un periodista, pues se dedica al mundo de la noche y de la farándula, donde el alcohol desata la lengua, y además emparentado con dos hermanos que trabajan en televisión. Hablamos de Gerardo Lorenzo, el hermano crápula del actor Francis Lorenzo y del directivo televisivo José Manuel Lorenzo. Cuando supo lo que los hermanos Lorenzo sabían de Rajoy, los grupos mediáticos de la Villa y Corte se los disputaron: Francis fichó por Antena 3 y José Manuel por Prisa. Y es que los editores son muy curiosos y están siempre ávidos para intercambiar los secretos del poder. El amigo de Rajoy, por su parte, disfrutó del “pelotazo” de 30 millones a lo grande: salió con Isabel Sartorius, la ex del príncipe Felipe de Borbón, y fue presidente del Pontevedra C.F. –“el Pontevedra es el equipo de mi pueblo, mi club favorito”, presume Rajoy–. Gerardo Lorenzo estuvo relacionado con la “trama Gurtel” y el hoy ministro Ruiz Gallardón estuvo con él en el ajo pues le proporcionó un contrato de 153.000 euros, según el diario digital de Jesús Cacho, uno de los mejores periodistas de investigación económica de este país.
Un amigo de Gerardo Lorenzo traslada otra confidencia sobre la amistad entre él y Rajoy: “su barba es un antifaz para esconder los vestigios de un accidente. Tuvo otro en la República Dominicana, en compañía de Gerardo Lorenzo. Creo que ya os conté las dos razones (off the record) que esgrimió este verano ante un allegado mío: continúa por patriotismo y porque se le haría muy cuesta arriba volver al registro”. Esto y muchas cosas más se las contó también al periodista Federico Jiménez Losantos, que estuvo un año completo llamándole “maricomplejines”, hasta que Rajoy logró echarlo de la Cope por ello.
Manuel Jabois, el periodista más famoso de Pontevedra, también conoce a Rajoy. Su atinada pluma describe al “clan” como nadie antes lo había hecho, aunque se recomienda leer también entre líneas, dado el sistema de censuras que ha establecido el régimen: “El día antes hizo Feijóo presidenta del Parlamento gallego a Pilar Rojo, tan de Pontevedra como Mariano Rajoy. De toda la famosa cuadrilla de amigos de Mariano Rajoy en la ciudad, incluyendo a Ana Pastor, Tomás Iribarren o Francisco Villar, el líder del PP sólo reconoció en 1997 a una como tal: Pilar Rojo. Los años fortificarían algunas relaciones y disolverían otras, pero la estampa de Rojo, su marido (Fredy) Díaz Grande y Rajoy en el puerto deportivo de Sanxenxo siempre fue una de las clásicas del verano. Se les veía pasar desde la terraza del Dux, el local que Gerardo Lorenzo tiene allí a los pies de los yates, y lo que no se les vio ya fue entrar, aunque quién sabe. Lorenzo no es comunista, no nos confundamos, y en el estreno del Dux estaba el todo PP. Además de eso fue amigo de Rajoy, compartieron comidas, veladas y confidencias…”.
Gerardo Lorenzo pegó el “pelotazo” de su vida con el PP y la Xunta de Galicia: 32 millones de euros con el Xacobeo, según el periodista Primitivo Carbajo. Se los dio Jesús Pérez Varela, gallego y jefe de prensa del Grupo Popular en el Senado que terminó como conselleiro de Cultura. Por el famoso pub “Dux” del puerto de Sanxenxo que tanto frecuenta Rajoy, han pasado muchos “famosos” de la telebasura, que a Mariano tanto le encandilan, junto con la lectura de la prensa deportiva y los sudokus: “Es el caso del cantante Juan Pardo, y también el del ex Míster España, Borja Alonso, que en la velada del pasado jueves estuvieron en la terraza del “Dux” departiendo con amigos. En lo que se refiere a los del míster, parece que tan de buen ver como él”, contaba el Diario de Pontevedra.
Fuente: Espía en el Congreso