Hay muchos culpables en la decisión de Estrasburgo favorable a los etarras, pero conviene especificar porque esos culpables tienen apellidos ideológicos situados mayoritariamente en la izquierda. La explicación de la sentencia no es jurídica, como pretenden algunos, sino ideológica:
Primer culpable: el juez Luis López Guerra, el juez español que ha convencido a sus compañeros del TEDH para tumbar la doctrina Parot. Como relató ayer a Antonio Jiménez en El Cascabel al Gato (13tv) Francisco Javier Borrego, el juez español que le antecedió en el TEDH, la influencia de cada juez en los asuntos referidos a su país es enorme. Y como cuenta hoy ABC papel, este juez, secretario de Estado de Justicia con Zapatero, también amparó a Otegi tras haber sido condenado éste por injurias al Rey.
Segundo culpable: El resto de miembros del TEDH, propensos en su mayoría a hacer lo que han hecho tradicionalmente los europeos con los terrorismos que asesinan en otros países, mirar hacia otro lado y ponerse exquisitos con los “derechos” de los terroristas. Por ejemplo, Francia, con ETA durante mucho tiempo, o con las Brigadas Rojas, negando la extradición a Italia de dos de sus asesinos.
Tercer culpable: José Luis Rodríguez Zapatero que no sólo negoció con ETA y prometió entre otras cosas a los etarras trabajo de influencia en la Justicia, sino que jugó un papel relevante en la oposición socialista a los numerosos intentos de la derecha española en tiempos de Felipe González para el establecimiento del cumplimiento íntegro de las penas (Lo documentó ayer Isabel Durán, también en El Cascabel al Gato de 13tv)
Cuarto culpable: los nacionalistas. Sobran explicaciones sobre su apoyo a la “integración social” de los terroristas.
Quinto culpable: esa parte, notable, de la sociedad que apoyó la negociación con ETA, el fin de los crímenes a cualquier precio, y ahora se escandaliza hipócritamente por la injusticia y el dolor causado a las víctimas.
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