jueves, 17 de octubre de 2013

Inquietud y cautela en el sector del cava:el debate catalán a ojos del New York Times

La magnitud de la crisis y el boicot político a este producto, asociado básicamente a Cataluña, provocaron en 2012 una caída en las ventas de cava en España no vistas desde 1985. El tema político ha afectado sin duda a un sector que ve con cautela y una cierta inquietud el debate soberanista catalán. Esa misma preocupación es la que analiza el New York Times de la mano de dos grandes empresarios del negocio.
Durante la última década, las ventas anuales de cava repuntaron un 50%. "Por algo sus productores no muestran ningún deseo de abrazar el pulso secesionista que está planteando un serio desafío para el Gobierno de España", señala en su artículo el NYT.
"Hacer el producto más representativo de Cataluña no quiere decir que queramos estar representados en este debate político", apunta Toni de la Rosa Torelló, cuya familia ha sido propietaria de la finca vinícola desde 1395.
"Los empresarios tienen derecho a preocuparse si los políticos crean tensiones en lugar de buscar el diálogo", señala por su parte José Luis Bonet Ferrer, presidente de Freixenet.
La actitud de estos ejecutivos catalanes es importante, piensa el NYT, porque una premisa fundamental en la argumentación secesionista es que Cataluña, que representa casi una quinta parte de la producción económica de España, podría prosperar económicamente si rompiera lazos con el resto del país. Pero algunos empresarios no están tan seguros.
El Gobierno catalán cuantificó esta semana en 9.375,7 millones de euros los "incumplimientos" del Estado central con la Generalitat. Pero estos mismos empresarios, añade el periódico, aseguran preocuparse menos por lo que el Gobierno catalán piensa que se le debe a la región, y más por si la inestabilidad política podría perjudicar las perspectivas de volver a los niveles de crecimiento previos a la crisis.
El presidente de Freixenet señala que las compañías del sector tienen razones de más para ser cautelosos. Ya experimentaron los efectos del boicot en su momento, que pudieron compensar únicamente con las ventas al exterior.
¿Su punto de vista personal sobre la independencia? "Cataluña es una parte esencial de España y así debería seguir", sentencia.

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