Francisco Fernández, actual secretario general de UGT-A junto a Manuel Pastrana, su antecesor.
Todos los directivos pasaban cada mes como gastos exentos de tributación exactamente 22 comidas y 924,74 km.
Todos los directivos pasaban cada mes como gastos exentos de tributación exactamente 22 comidas y 924,74 km.
UGT Andalucía pagó sobresueldos a su Ejecutiva en 2011 y 2012 como si fueran dietas y gastos de desplazamiento. Bajo este subterfugio contable, las retribuciones de la cúpula sindical no tributaban como ingresos a efectos del IRPF.
Según revela A.R. Vega en 'ABC', aportando los doicumentos, las anotaciones de la caja del sindicato desde 2009 a 2012 reflejan entregas de dinero mensuales, siempre en metálico y con las mismas cantidades: 450 euros a cada miembro de la Eejecutiva hasta 2009 y 400 euros en los ejercicios siguientes.
Para no levantar sospechas, UGT-A denominaba estas retribuciones extra de forma genérica como «Colaboración Activ. (Actividad) sindical» en las anotaciones de pagos de la tesorería, aunque luego las facturaba como si se tratara de dietas.
Los pasos contables y, sobre todo, su reflejo en la caja del sindicato estaban perfectamente medidos.
Así, en las hojas de liquidación de gastos correspondientes a locomoción, comidas y alojamiento que acompañan a las notas de pagos figuran siempre una cantidad fija de kilómetros y dietas.
Independientemente de si los 14 miembros de la Ejecutiva tenían su domicilio en Sevilla o se veían obligados a desplazarse a diario desde Córdoba hasta la sede regional del sindicato en la capital sevillana, como le sucedía, por ejemplo, al exvicesecretario de Relaciones Laborales y Política Institucional, Dionisio Valverde.
El sindicato no hacía distinciones entre sus dirigentes. En el reparto tomaron parte tanto el que fuera secretario general hasta mayo, Manuel Pastrana, como su sustituto en el cargo, Francisco Fernández Sevilla, entonces vicesecretario general de Organización, que forma parte de la plantilla de una empresa de la «administración paralela» de la Junta de Andalucía, Egmasa.
También percibieron complementos periódicos tres exdirigentes que ya no formaban parte de la Ejecutiva.
La mecánica era muy simple. En el apartado de desplazamientos, la cantidad invariable que se repite en el impreso de liquidación de gastos, firmado por el receptor, es de 924,74 kilómetros, que se pagan a 0,19 euros por kilómetro, el importe máximo no sujeto a gravamen en el caso de los gastos de locomoción, por lo que no tributaban a Hacienda.
En el apartado de las dietas, la cuantía fija es de 22 al mes y con un coste de 14,40 euros por comida. Al estar por debajo de los 26,67 euros por dieta al día tampoco computaban como ingresos. De este modo, la cuenta siempre arrojaba una cifra redonda: 400 euros.
La Ley del IRPF considera rendimientos del trabajo «las dietas y asignaciones para gastos de viaje», excepto los de locomoción y los normales de manutención que estén por debajo de las citadas cantidades.
Casi 84.000 euros al año
La federación regional de UGT-A, que se financia a través de las cuotas de sus afiliados y, sobre todo, de las subvenciones que recibe de la Junta de Andalucía, se gastó casi 84.000 euros en retribuciones y dietas durante 2012, coincidiendo, a finales del pasado año, con la presentación de un ERE que puso en la calle a 159 empleados del sindicato y redujo la jornada y salario para medio centenar más.
En 2011 se pagaron sobresueldos por más de 94.000 euros. Los afectados recurrieron sus despidos ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), donde entregaron pruebas de los sobresueldos, como reveló ABC.
La perito economista que elaboró el «contrainforme» para desmontar los argumentos del sindicato, que justificó el expediente de regulación de empleo aplicando la reforma laboral, hizo hincapié en los gastos de «difícil justificación».
Entre ellos, destacó el contrasentido de pagar un complemento por «actividad sindical» cuando se trata de una tarea «inherente» al desempeño de un sindicalista. Es como si una empresa retribuyera dos veces a sus trabajadores por realizar las obligaciones profesionales que figuran en sus contratos.
El sindicato ha negado de plano el pago de sobresueldos. Pastrana aseguró el 22 de abril que los gastos «están perfectamente justificados dentro de la actividad sindical que desarrollamos» y «ningún miembro de la ejecutiva de UGT-A cobra un salario del sindicato, sólo los gastos que se justifican de nuestra actividad sindical».
«El sindicato cubre los gastos de los miembros de la Comisión Ejecutiva que pueden acreditar fehacientemente mediante el justificante correspondiente por su actividad sindical», agregó.
El entonces secretario general blasonó de austeridad. Señaló que tienen un tope en la factura de teléfono y que ningún dirigente cobra salarios «superiores a los 1.600 ó 1.800 euros».
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