Cuando Valderas ya era alcalde‏

                                             
 

                                                              El butanero de Bolullos del Condado

 

 

Hoy ha surgido una historia sobre la hechos anteriores de Diego Valderas, el actual vicepresidente de la Junta de Andalucia, que lo dejan moralmente desautorizado políticamente como la segunda máxima autoridad andaluza a la hora de salir a reivindicar viviendas para los desahuciados, aunque define perfectamente la moral de la formación política que milita. Un hombre hecho a si mismo que inició su vida activa repartiendo butano y llegó a alcalde de su pueblo Bolullos del Condado.

Resulta que en el año 1995, cuando Valderas ya era alcalde, el vecino de al lado de su casa pasaba por dificultades económicas que lo habían llevado a que la Caja y Monte de Piedad de Huelva que era acreedora de este señor iniciara un proceso de desahucio del mismo para ejecutar una hipoteca pendiente. El vecino le ofreció la compra de dicha vivienda a Valderas por 8 millones, un precio muy por debajo a su valor real, antes de que se llevara a cabo el lanzamiento para así poder cancelar la deuda con la caja.

Valderas contestó que no podía efectuar tal compra ya que no tenía el dinero para ello. Muy pocas fechas después se efectuó el desahucio y la caja se quedó con la vivienda. Esta llegó a la subasta y nadie acudió a la misma.

Valderas se hizo con la vivienda por 5 millones de pesetas aún tres menos de lo que le ofrecia el vecino unos meses antes. Casualmente, el precio de la compra fue el mismo que la entidad financiera pagó en la subasta. Y el desahuciado reitera que ofreció el piso directamente a su vecino antes de tener que recurrir a su familia en busca de un techo en el mismo pueblo, Bollullos del Condado, de 14.500 habitantes, en el que ambos se cruzan con frecuencia mientras Valderas enarbola campañas contras los desahucios y señala a los bancos como especuladores. La compra se produjo cuando Valderas era alcalde de Bollullos Par del Condado (Huelva) y miembro de la asamblea de esa caja de ahorros. (cualquier malpensado podría deducir que alcalde y director del la caja se habían puesto previamente de acuerdo para que esto ocurriera)

Así Valderas logró unir bajo su propiedad y la de su esposa -están casados en régimen de gananciales- dos pisos de 97 metros cuadrados cada uno en el centro de su pueblo, por lo que su vivienda tiene 194 metros cuadrados, ya que apenas dos meses después de su adquisición pidió la licencia de obras para unirlas. El propio Monte de Piedad le dio la hipoteca para quedarse definitivamente con la casa del que había sido su vecino hasta entonces, un desahuciado en tiempos en los que esta cuestión no tenía el impacto mediático de ahora.

El especulador inmobiliario Diego Valderas no es un ciudadano normal y tiene una responsabilidad mucho mayor en el orden político que esta muestra de hipocresía, circunscrita en última instancia a su actividad privada. No hay que olvidar que el líder de IU en Andalucía es vicepresidente de la comunidad autónoma y, en virtud del reparto de escaños en el parlamento autonómico, el único sostén que permite seguir en el poder a los socialistas, implicados de lleno en el mayor caso de corrupción de nuestra historia reciente con un desfalco que ronda nada menos que los mil millones de euros.

Hay que ver las diferentes concepciones sobre la propiedad que tiene IU según convenga y ahora disculpa su comportamiento alegando que esto lo hacen todos: Sánchez Gordillo robando en Mercadona y “expropiando” tierras a sus legales propietarios, su socioCañamero apropiándose de propiedades de otros vecinos de su pueblo, ahora aparece Valderas especulando y aprovechándose del vecino y al mismo tiempo luciendo la pancarta “Stop desahucios”, y dictando normas de expropiación a los tenedores de viviendas desocupadas.

 

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