El 'delator' Falciani ya ha entregado a la Policía los primeros nombres de evasores españoles en Suiza. Y entre ellos figura el apellido Pujol. El Gobierno ha prometido al ex informático del HSBC que no le extraditará si facilita la lista completa de defraudadores.
Falciani ha prometido información al Gobierno sobre 1.300 evasores españoles que tienen cuentas ocultas en Suiza, con lo que se sacarían a la luz hasta 100.000 millones de euros evadidos. Pues bien, ya ha comenzado a dar los primeros nombres de defraudadores.
Según se ha sabido de fuentes involucradas en la investigación, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, especializada en evasión de impuestos, está chequeando la documentación, esencialmente de cuentas bancarias en Suiza, que ha recibido del informático de origen francés.
Hervé Falciani está desvelando además a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado nuevos mecanismos de blanqueo y ocultación de dinero desconocidos hasta ahora para los técnicos españoles, con el objetivo de que puedan utilizar esos conocimientos en su lucha contra el fraude.
Figuran cuentas con el apellido Pujol
Los archivos que Falciani sacó del banco HSBC, entidad en la que trabajaba, contienen información (datos personales, saldo de cuentas…) sobre personalidades de multitud de países que disponen de una cuenta corriente en Suiza y, por tanto, están evadiendo impuestos.
Se trata de fortunas francesas, británicas, italianas, pero también, de importantes políticos y empresarios españoles.
Las fuentes a las que se han tenido acceso revelan que en la documentación bancaria que ya está en manos de un grupo específico de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, figura, entre otros, el apellido Pujol.
El Fiscal General de Estado, Eduardo Torres-Duce, ya dejó caer ayer, en una entrevista en Antena 3, que “existen, sin ninguna duda, indicios suficientes para que la Audiencia Nacional abra una investigación para averiguar si la familia del ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, posee cuentas ocultas en Suiza u otros paraísos fiscales”.
Si colabora, no será entregado a Suiza
Suiza ha solicitado a España la inmediata entrega de Hervé Falciani para ser juzgado en el país por lo que allí se consideran delitos muy graves: desvelar información de cuentas bancarias.
Sin embargo, fuentes del Gobierno consultadas por este diario comentan que “el ministro Montoro está encantado con Falciani”.
Explican que el Ejecutivo se negará a la extradición, si Falciani continúa colaborando con la Policía. “O, al menos, lo demorará todo lo posible para poder sacarle la máxima información”, reconocen.
El Gobierno esgrimirá ante Suiza que los delitos de los que se le acusa allí (violación del secreto bancario, espionaje económico…) no están recogidos en el Código Penal español, por lo que en principio no pondrá obstáculos a que continúe residiendo en España bajo estricta vigilancia.
Custodiado como un testigo protegido
De hecho, tal y cómo se contó en estas páginas, el Gobierno ha ‘blindado’ a Falciani para que no sufra ningún tipo de ataque en España. Está custodiado por la Policía en calidad de testigo protegido: vive en un piso franco, tiene ocho escoltas y lleva chaleco antibalas.
Las medidas de seguridad desplegadas para proteger al informático se igualan con las que dispone a diario un ministro o, incluso, el presidente del Gobierno.
Según se ha sabido de fuentes involucradas en la investigación, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, especializada en evasión de impuestos, está chequeando la documentación, esencialmente de cuentas bancarias en Suiza, que ha recibido del informático de origen francés.
Hervé Falciani está desvelando además a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado nuevos mecanismos de blanqueo y ocultación de dinero desconocidos hasta ahora para los técnicos españoles, con el objetivo de que puedan utilizar esos conocimientos en su lucha contra el fraude.
Figuran cuentas con el apellido Pujol
Los archivos que Falciani sacó del banco HSBC, entidad en la que trabajaba, contienen información (datos personales, saldo de cuentas…) sobre personalidades de multitud de países que disponen de una cuenta corriente en Suiza y, por tanto, están evadiendo impuestos.
Se trata de fortunas francesas, británicas, italianas, pero también, de importantes políticos y empresarios españoles.
Las fuentes a las que se han tenido acceso revelan que en la documentación bancaria que ya está en manos de un grupo específico de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, figura, entre otros, el apellido Pujol.
El Fiscal General de Estado, Eduardo Torres-Duce, ya dejó caer ayer, en una entrevista en Antena 3, que “existen, sin ninguna duda, indicios suficientes para que la Audiencia Nacional abra una investigación para averiguar si la familia del ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, posee cuentas ocultas en Suiza u otros paraísos fiscales”.
Si colabora, no será entregado a Suiza
Suiza ha solicitado a España la inmediata entrega de Hervé Falciani para ser juzgado en el país por lo que allí se consideran delitos muy graves: desvelar información de cuentas bancarias.
Sin embargo, fuentes del Gobierno consultadas por este diario comentan que “el ministro Montoro está encantado con Falciani”.
Explican que el Ejecutivo se negará a la extradición, si Falciani continúa colaborando con la Policía. “O, al menos, lo demorará todo lo posible para poder sacarle la máxima información”, reconocen.
El Gobierno esgrimirá ante Suiza que los delitos de los que se le acusa allí (violación del secreto bancario, espionaje económico…) no están recogidos en el Código Penal español, por lo que en principio no pondrá obstáculos a que continúe residiendo en España bajo estricta vigilancia.
Custodiado como un testigo protegido
De hecho, tal y cómo se contó en estas páginas, el Gobierno ha ‘blindado’ a Falciani para que no sufra ningún tipo de ataque en España. Está custodiado por la Policía en calidad de testigo protegido: vive en un piso franco, tiene ocho escoltas y lleva chaleco antibalas.
Las medidas de seguridad desplegadas para proteger al informático se igualan con las que dispone a diario un ministro o, incluso, el presidente del Gobierno.
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