Un trasplante fecal cura la infección bacteriana de una mujer
Después de sobrevivir a un accidente automovilístico casi fatal, Kaitlin Hunter tuvo que luchar en contra de una infección bacteriana devastadora en su colon que también amenazó su vida.
La persistente infección fue vencida a través de una técnica poco conocida: los médicos tomaron materia fecal de la madre de Hunter y la trasplantaron al intestino de Kaitlin para poner bacterias saludables de nuevo en su colon.
“He estado muy feliz” desde el procedimiento en julio, dijo Hunter, de 20 años. “Estoy curada”.
Su lucha comenzó hace más de un año cuando fue dada de alta de un hospital en California, Estados Unidos.
En un accidente automovilístico en junio de 2011 se fracturó la parte inferior de su columna vertebral, se rompió los 10 dedos de los pies y se laceró el hígado. Los equipos de emergencia cortaron partes del automóvil para poder sacar a Hunter, y luego la llevaron al hospital, donde pasó el siguiente mes.
Cuando la dieron de alta volvió a su casa en Georgia, en el este de Estados Unidos. No habían sido las vacaciones de verano que había imaginado, pero pensó que estaba recuperándose.
Pero “justo cuando me bajé del avión, fui al hospital. Tenía dolor de estómago extremadamente feo. Un mes después, descubrimos que era C.diff”, dijo Hunter, utilizando la abreviatura para la bacteria clostridium difficile.
“He estado muy feliz” desde el procedimiento en julio, dijo Hunter, de 20 años. “Estoy curada”.
Su lucha comenzó hace más de un año cuando fue dada de alta de un hospital en California, Estados Unidos.
En un accidente automovilístico en junio de 2011 se fracturó la parte inferior de su columna vertebral, se rompió los 10 dedos de los pies y se laceró el hígado. Los equipos de emergencia cortaron partes del automóvil para poder sacar a Hunter, y luego la llevaron al hospital, donde pasó el siguiente mes.
Cuando la dieron de alta volvió a su casa en Georgia, en el este de Estados Unidos. No habían sido las vacaciones de verano que había imaginado, pero pensó que estaba recuperándose.
Pero “justo cuando me bajé del avión, fui al hospital. Tenía dolor de estómago extremadamente feo. Un mes después, descubrimos que era C.diff”, dijo Hunter, utilizando la abreviatura para la bacteria clostridium difficile.
Cómo comenzó
En el hospital, tras su accidente, Hunter recibió atención médica estándar y antibióticos para prevenir una infección.
A pesar
de los an
tibióticos (o posiblemente debido a ellos),
la C.diff infectó su colon, provocándole severos dolores de estómago, diarrea y vómito.
Hunter, quien mide 1,69 metros, perdió 18 kilogramos durante su batalla contra la enfermedad y llegó a pesar 38,5 kilogramos.
Se cree que los antibióticos, que matan a las bacterias dañinas que causan infecciones, también debilitan a las bacterias saludables y benéficas que habitan en el colon. Con las defensas del colon bajas, la C.diff crece desenfrenadamente, y segrega una toxina e inflama el colon.
El número y la gravedad de los casos de infecciones de C. diff han aumentado dramáticamente en la última década, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos.
Aunque los antibióticos pongan a un paciente en riesgo de desarrollar una infección de C. diff, el tratamiento médico estándar es prescribir más antibióticos distintos para matar a la C. diff y permitir que las bacterias saludables recolonicen.
Pero para muchas personas como Hunter, quien pasó por nueve rondas de tratamientos antibióticos, las bacterias saludables nunca toman la delantera, y la C. diff regresa una y otra vez.
Hunter, quien mide 1,69 metros, perdió 18 kilogramos durante su batalla contra la enfermedad y llegó a pesar 38,5 kilogramos.
Se cree que los antibióticos, que matan a las bacterias dañinas que causan infecciones, también debilitan a las bacterias saludables y benéficas que habitan en el colon. Con las defensas del colon bajas, la C.diff crece desenfrenadamente, y segrega una toxina e inflama el colon.
El número y la gravedad de los casos de infecciones de C. diff han aumentado dramáticamente en la última década, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos.
Aunque los antibióticos pongan a un paciente en riesgo de desarrollar una infección de C. diff, el tratamiento médico estándar es prescribir más antibióticos distintos para matar a la C. diff y permitir que las bacterias saludables recolonicen.
Pero para muchas personas como Hunter, quien pasó por nueve rondas de tratamientos antibióticos, las bacterias saludables nunca toman la delantera, y la C. diff regresa una y otra vez.
Un tratamiento "nuevo"
Cada vez más, los médicos toman un enfoque diferente. En lugar de lanzar ataques continuos contra la bacteria, los “trasplantes de materia fecal” recolonizan el colon con nuevas bacterias de un donante saludable.
“Esto es nuevo para la mayoría de los gastroenterólogos”, dijo el médico Suku George, el médico de Hunter. “Estamos muy emocionados por esto”.
George nunca había depositado materia fecal mediante colonoscopia en un paciente, hasta que Hunter quiso intentarlo.
La madre de Hunter “donó” una de sus heces para el procedimiento. Después, el equipo del laboratorio del hospital las diluyó cuidadosamente, y George bombeó la materia fecal ajena hacia adentro del colon de Hunter.
El resultado terminó con la batalla de Hunter contra el C. diff.
Un estudio publicado en marzo reportó una tasa de 91% de cura después de solo un trasplante de materia fecal, y un 98% de cura cuando se combinaba con una ronda adicional de antibióticos.
Cabe destacar que ese estudio solo incluyó a los pacientes más enfermos. Los 77 participantes del estudio ya tenían una infección recurrente de C. diff y habían intentado, sin éxito, cinco rondas de tratamientos solo de antibióticos durante 11 meses, en promedio.
El estudio utilizó el método de colonoscopia, al cual muchos consideran como el más efectivo, porque cantidades relativamente grandes de matera fecal pueden ser colocadas dentro del colon.
Otros métodos son utilizar un enema o una sonda nasogástrica, que conduce la materia fecal a través del paso nasal, hacia la garganta y al estómago.
George probó la sonda nasogástrica en Hunter, usando materia fecal de su padre, pero la infección de C. diff regresó. Luego pidió y recibió permiso para realizar el primer trasplante fecal por colonoscopia en el hospital.
Mirando hacia el futuro
Los gastroenterólogos que iniciaron la práctica parecen estar de acuerdo por unanimidad en que eventualmente un supositorio más limpio y desarrollado comercialmente reemplazará a las heces crudas y las mezclas de agua que se utilizan actualmente.
“Se volverá [una técnica] más aceptable para los hospitales y los pacientes y será más ampliamente realizada”, dijo el médico Lawrence Brandt, un profesor de Medicina y Cirugía en el Colegio de Medicina Albert Einstein de Nueva York, en Estados Unidos, autor principal del estudio publicado en marzo.
“Pero para las personas que tienen C. diff recurrente, realmente no importa mucho, porque estos pacientes están tan enfermos y tienen tantas ganas de mejorar. El hecho de que sean heces, no les importa”.
Si vives en Estados Unidos y quieres participar en un estudio de trasplante fecal, visita
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