Hoy Luis R. Aizpeolea firma en El País una crónica detallada de como fue la negociación con ETA antes y durante la tregua-farsa etarra de 2006. Se trata de una amplicación, con ciertos cambios, de la crónica publicada en junio de 2007 por Aizpeolea también en El País. En ambas queda en evidencia no sólo que el gobierno socialista mintió a los españoles numerosas veces, sino que El País también mintió a sus lectores al convertirse en un difusor de las consignas y trolas de las que se valió el gobierno para ocultar sus apaños con la banda terrorista ETA. Veamos algunos ejemplos de estos engaños:
- El 4 de junio de 2005 el propio Azpeolea firmaba una noticia en El País arremetiendo contra la AVT, la Asociación de Víctimas del Terrorismo entonces presidida por Francisco José Alcaraz. La noticia se iniciaba con estas palabras: “El Gobierno no cambiará su política antiterrorista, incluido el diálogo con ETA si la banda cesa la violencia”. Aizpeolea aseguraba entonces que el ejecutivo de Zapatero “mantiene las bases del Pacto Antiterrorista”. El texto de dicho Pacto, firmado por el PSOE y el PP en diciembre de 2000, excluída en su punto 3º cualquier diálogo con los asesinos: “El diálogo propio de una sociedad democrática debe producirse entre los representantes legítimos de los ciudadanos, en el marco y con las reglas previstas en nuestra Constitución y Estatuto y, desde luego, sin la presión de la violencia.” Hoy Aizpeolea y El País afirman que a mediados de 2005 ETA ya había enviado tres cartas al gobierno socialista. En la segunda de ella, enviada en febrero de 2005, ETA hablaba de solucionar “por medio de una negociación política, el conflicto entre Euskal Herria y España”. Ésta fue la base sobre la que el gobierno y ETA pactaron la tregua etarra de marzo de 2006. En la citada noticia firmada por Aizpeolea, El País no tuvo reparos en tergiversar la oposición de las víctimas a esa claudicación diciendo que “cuestiona una parte de la política antiterrorista del Ejecutivo”. ¿Sabía ya Aizpeolea que eso que llamaba “política antiterrorista” era, en realidad, la aceptación del gobierno de una negociación política con ETA y, por tanto, la traición al Pacto Antiterrorista?
- El 26 de marzo de 2006, tres días después de que ETA declarase su tregua-farsa, Javier Moreno, Jesús Ceberio y el citado Aizpeolea firmaron una entrevista a Zapatero en El País. Una de las cuestiones de actualidad que le plantearon fue ésta: “Es obvio que la declaración del miércoles de ETA se ha fraguado en múltiples contactos con intermediarios. Eso ha llevado a algunos a hablar de una negociación encubierta…“ Zapatero desmintió eso diciendo que la tregua se debía a “la propia reflexión de ETA”. Ninguno de los entrevistadores replicó esas palabras que, según Aizpeolea apunta ahora, eran una mentira. ¿Sabía ya Aizpeolea que sí que había existido una “negociación encubierta”? ¿Sabía ya que Zapatero mentía pero prefirió no decirlo?
- Después de la manifestación convocada por la AVT el 25 de noviembre de 2006 para oponerse, una vez más, a la claudicación del gobierno ante ETA -claudicación que El País demuestra hoy con todo detalle-, el diario de PRISA afirmó en un editorial: “Los convocantes identifican por tanto el intento del Gobierno de propiciar un final pactado de ETA con una rendición en toda regla ante los terroristas.” El País tachó de “burdos” los pronunciamientos y convocatorias de la AVT, la acusó de “politización” e incluso cuestionó su legitimidad para representar a las víctimas. Como guinda de su cascada de descalificaciones contra las víctimas, El País dijo que “algunos portavoces de los colectivos de víctimas tienen una fuerte carga demagógica y reflejan a veces obsesiones disparatadas”, tras lo cual el periódico socialista aún se atrevía a presumir de “respeto” a las víctimas. ¿Sabían ya Aizpeolea y El País los detalles de lo que publicaron en 2007 y vuelven a publicar hoy? ¿Desprestigiaron a las víctimas a conciencia para encubrir las indignas cesiones del gobierno ante ETA que hoy detallan?
- El 26 de noviembre de 2006, tras la referida manifestación de la AVT, Aizpeolea firmaba otra crónica en El País. En ella decía que Zapatero “afirmó también que la negociación con ETA ni está ni ha estado en su “agenda política”, en el sentido de que él nunca ha hecho política con este tema”. ¿Sabía ya Aizpeolea que estaba dando por buena una mentira? En aquella noticia Aizpeolea escribió: “Zapatero volvió a criticar la oposición que el PP hace a su política antiterrorista”. ¿Sabían ya tanto él como El País que eso que disfrazaban de “política antiterrorista” era una negociación política con ETA y, por tanto, una cesión ante los terroristas, como demuestran hoy?
Que El País quiera desmarcarse ahora de la figura de Zapatero es una demostración de oportunismo difícilmente aceptable. Ese periódico ha sido uno de los bastiones mediáticos del proyecto ideológico de Zapatero, y le ha servido de apoyo durante su negociación con ETA, arremetiendo contra las víctimas -como hemos visto- que denunciaban la claudicación ante los terroristas que suponía esa negociación y la traición al Pacto Antiterrorista que estaba llevando a cabo el ejecutivo del PSOE. Que El País desvele ahora los nauseabundos detalles de aquel proceso de rendición iniciado por Eguiguren y asumido por Zapatero es un acto de exhibicionismo de lo más obsceno. ¿Tendrán los suscriptores y los lectores habituales de ese periódico memoria y visión crítica como para darse cuenta del engaño?
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