Hoy ETA ha anunciado “el cese definitivo de su actividad armada” con un comunicado en el que ni anuncia su disolución, ni se retracta de sus crímenes, ni pide perdón a las víctimas ni dice nada sobre entregar su arsenal. Antes bien, repite su verborrea manipuladora y afirma que está ante “una oportunidad histórica” de conseguir sus propósitos. Durante décadas ha intentado imponer sus ideas mediante el terror, y ahora pretende que le demos lo que pide a cambio de renunciar al crimen. Eso no es paz: es chantaje.
ETA deja clara su negativa a rectificar
De hecho, la nota de ETA acaba con varios gritos entre los que llama la atención uno: “Jo ta ke independentzia eta sozialismoa lortu arte”. El “Jo ta ke” es una expresión muy usada en el mundillo etarra que se podría traducir como “sin parar”. La traducción del grito que figura al pie del comunicado de ETA vendría a ser la siguiente: “Sin parar hasta conseguir la independencia y el socialismo”. ¿Le parece a alguien que este grito es la expresión de una ETA derrotada? Para nada. Antes bien, es la señal inequívoca de que ETA sigue en sus trece y de que esa nota es un elemento más en su estrategia para imponer su voluntad a toda España.
Un chantaje que ha hecho posible la extrema debilidad del PSOE
Hay que decir que desde 2004 los etarras han sacado tajada de un gobierno dispuesto a ceder ante ellos a cambio de un gesto de ETA que permitiese al PSOE presentarse como el campeón de la paz. Entre el PSOE y ETA se ha establecido así una peligrosa dependencia. Los primeros ansiaban desesperados un gesto de los asesinos que les sirviese de baza electoral. Entre tanto, ETA sabía que de ganar el PP las elecciones no encontraría en el gobierno la voluntad claudicadora que ha demostrado Zapatero ante los terroristas. La extrema debilidad del PSOE ha llevado primero a la vuelta de ETA a las instituciones y finalmente al chantaje anunciado hoy. ETA necesita que el PSOE siga gobernando para seguir sacando tajada de un gobierno pusilánime, pero el PSOE necesita aún más a ETA para evitar la peor derrota electoral de su historia. Es esa mutua necesidad la que lleva a ETA a anunciar el cese de su actividad terrorista -pero nada más- y a Zapatero a presentar ese chantaje como una “victoria de la democracia” (el colmo, vamos). Pero la realidad es muy distinta: ETA sigue existiendo, mantiene sus arsenales, no se arrepiente ni pide perdón, y si el próximo gobierno no satisface sus exigencias, en cualquier momento ETA podrá volver a matar.
El gobierno evidencia que había pactado con ETA esta pantomima
De entre todas las lamentables reacciones que he visto al comunicado de ETA, la más grave ha sido la del presidente del gobierno, pues se ha demostrado la perfecta sincronización entre ETA y La Moncloa. Zapatero no sólo ha otorgado toda la credibilidad posible al anuncio de ETA -un anuncio cuyo texto está plagado de mentiras-, sino que además ha endosado al próximo gobierno la responsabilidad de “conducir esta nueva etapa”. Es decir, que no le basta con haber negociado él con ETA durante su lamentable mandato: ahora pretende que el próximo gobierno le sirva de coartada moral continuando los pactos que él inició con los asesinos. Todo ello evidencia hasta qué punto el comunicado publicado hoy por ETA es fruto de sus pactos con el gobierno de espaldas a la sociedad.
Zapatero se olvida de más de 100 víctimas de ETA
Esta infamia ha venido jalonada, para colmo, con un detalle grotesco: Zapatero se ha referido a “la memoria de las víctimas” y ha hablado de “cada una de las 829 víctimas mortales”, cuando ETA ha matado al menos a 947 personas en su más de medio siglo de actividad terrorista. ¿Así es como Zapatero recuerda a “cada una” de las víctimas de ETA?
En fin, por mi parte, la infamia que estamos viviendo hoy me confirma en la necesidad de salir a la calle a reclamar justicia. El próximo 29 de octubre iré a Madrid a la concentración de Voces contra el Terrorismo para exigir que no se deje impunes a los terroristas y que no se humille la memoria y la dignidad de sus víctimas.
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