“Movimiento para el cambio”. Bajo este título se celebra estos días en Málaga la convención nacional del PP con el fin de cerrar el programa de ese partido para las elecciones del 20 de noviembre. El gran reto del PP es ofrecer algo más que un discurso económico, pues los problemas de España no se limitan a los efectos de la pésima gestión del gobierno de Zapatero en ese ámbito. Durante siete años el PSOE ha desarrollado un proyecto ideológico muy radical y al PP le toca ahora explicar a sus votantes si continuará la labor de demolición de los derechos y libertades, de la educación, de la familia y de las instituciones democráticas iniciada en 2004 por Zapatero. No basta con dar soluciones económicas.
El más grave de esos asuntos que tiene que afrontar Rajoy es el tema del aborto. Zapatero quebrantó el más básico de todos los derechos al instaurar la barra libre para matar a todo ser humano en sus primeros meses de vida. Este asunto no sólo evidencia la profunda crisis que vive España en términos democráticos -un régimen que viola el más elemental de los derechos humanos deja mucho que desear como democracia-, sino también la crisis ética, moral y humana que ha propiciado el PSOE. Y es que -dicho sea sin ambigüedades, sin complejos y sin eufemismos- es algo infame e incivilizado que en un país matar a los hijos se considere un “derecho”, lo disfracen como lo disfracen algunos.
Un sector del PP maniobra para que no se derogue la Ley del Aborto
Ante esa cuestión tan grave, en vez de pronunciarse con claridad y firmeza, Rajoy y la dirección del PP se mueven con una ambigüedad alarmante. Ayer mismo HazteOir.org denunciaba que hay “una corriente muy potente dentro del partido que está presionando para que finalmente se apruebe el “cambiar”, y no “derogar” la ley del aborto como reclamamos los ciudadanos”. Hoy el diario abortista El País apunta en la misma dirección, si bien hay que decir que el periódico socialista se muestra muy complacido con la indiferencia ante el derecho a la vida que manifiesta ese sector del PP (el diario de PRISA lo llama “moderado”, como si ningunear el primero de los derechos humanos fuese un signo de moderación).
Estas noticias hacen que los votantes tradicionales del PP se enfrenten con un dilema: si la dirección del PP se propone mantener intacto el proyecto ideológico del PSOE, entonces ¿qué cambio es el que ofrece Rajoy? ¿O pretende que el cambio se limite a los nombres y a las siglas de los que ocupan el poder? Si el actual partido de la oposición renuncia a ofrecer una alternativa al proyecto de demolición política, institucional, educativa y moral de España que ha encabezado PSOE estos últimos años, si Rajoy y los suyos quieren continuar la hoja de ruta ideológica de Zapatero y Rubalcaba, entonces ¿para qué están en la oposición? Para ser un mero recambio de Zapatero en materia económica no hacen falta tantos mimbres
El más grave de esos asuntos que tiene que afrontar Rajoy es el tema del aborto. Zapatero quebrantó el más básico de todos los derechos al instaurar la barra libre para matar a todo ser humano en sus primeros meses de vida. Este asunto no sólo evidencia la profunda crisis que vive España en términos democráticos -un régimen que viola el más elemental de los derechos humanos deja mucho que desear como democracia-, sino también la crisis ética, moral y humana que ha propiciado el PSOE. Y es que -dicho sea sin ambigüedades, sin complejos y sin eufemismos- es algo infame e incivilizado que en un país matar a los hijos se considere un “derecho”, lo disfracen como lo disfracen algunos.
Un sector del PP maniobra para que no se derogue la Ley del Aborto
Ante esa cuestión tan grave, en vez de pronunciarse con claridad y firmeza, Rajoy y la dirección del PP se mueven con una ambigüedad alarmante. Ayer mismo HazteOir.org denunciaba que hay “una corriente muy potente dentro del partido que está presionando para que finalmente se apruebe el “cambiar”, y no “derogar” la ley del aborto como reclamamos los ciudadanos”. Hoy el diario abortista El País apunta en la misma dirección, si bien hay que decir que el periódico socialista se muestra muy complacido con la indiferencia ante el derecho a la vida que manifiesta ese sector del PP (el diario de PRISA lo llama “moderado”, como si ningunear el primero de los derechos humanos fuese un signo de moderación).
Estas noticias hacen que los votantes tradicionales del PP se enfrenten con un dilema: si la dirección del PP se propone mantener intacto el proyecto ideológico del PSOE, entonces ¿qué cambio es el que ofrece Rajoy? ¿O pretende que el cambio se limite a los nombres y a las siglas de los que ocupan el poder? Si el actual partido de la oposición renuncia a ofrecer una alternativa al proyecto de demolición política, institucional, educativa y moral de España que ha encabezado PSOE estos últimos años, si Rajoy y los suyos quieren continuar la hoja de ruta ideológica de Zapatero y Rubalcaba, entonces ¿para qué están en la oposición? Para ser un mero recambio de Zapatero en materia económica no hacen falta tantos mimbres
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