El sueldo de los funcionarios seguirá congelado en 2012 por la prórroga presupuestaria. Ésta es una de las principales consecuencias del adelanto electoral al 20 de noviembre anunciado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que, como él mismo avanzó, supone ampliar la vigencia de los Presupuestos Generales del Estado para 2011.
Las cuentas de este año incorporaron la congelación del salario de los funcionarios como parte importante del plan de ajuste de mayo de 2010 con el que el Gobierno respondió al rescate de Grecia. Mientras, el año pasado se llevó a la práctica el primer recorte salarial de la historia de la democracia a este colectivo con rebajas medias en los sueldos de un 5% de media en el segundo trimestre (frente al 0,3% pactado y vigente en los seis primeros meses) y que, en el caso de los altos cargos y miembros del Gobierno, llegó hasta el 15%.
Ahora, el Real Decreto de prórroga de los Presupuestos de 2011 supondrá que, por cuarto año desde 1994, los funcionarios cobrarán lo mismo en diciembre que en enero. Este texto deberá ser aprobado por el Consejo de Ministros antes de que termine el año, pero no tiene que ser ratificado por el Congreso y, por tanto, no necesita el apoyo de los grupos parlamentarios.
Este Real Decreto, que tiene el mismo carácter legislativo que la Ley de Presupuestos, mantendría todas las partidas vigentes, entre ellas, la de gasto de personal donde está incluida esa congelación salarial que derivó en una huelga de funcionarios el 8 de junio de 2010.
Sin embargo, el Gobierno se reserva la posibilidad de incluir modificaciones en ese Real Decreto, tal y como ocurrió en el año 1996 cuando el Ejecutivo de Felipe González tuvo que prorrogar las cuentas del año 1995 por falta de respaldo político.
De esta forma, el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero podría optar por aprobar un alza salarial en 2012 para los 2,5 millones de empleados públicos -una decisión que se convertiría en una baza electoral para el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba- o bien dejar la prórroga como está y pasar la patata caliente al próximo Ejecutivo, tenga el color que tenga.
Si Zapatero mantiene la congelación en el Real Decreto, la decisión de ampliar a todo el año que viene esa medida dependería del Ejecutivo que salga de las urnas el próximo 20-N y de los Presupuestos Generales del Estado que diseñe.
En el caso de que el candidato del Partido Popular a la Presidencia, Mariano Rajoy, gane las elecciones -tal y como apuntan la totalidad de las encuestas-, el líder de Génova ya ha asegurado que tiene intención de tener aprobado el Presupuesto en el transcurso del primer trimestre y ha avanzado, en una entrevista con Ep, que la subida del sueldo de los funcionarios "dependerá del crecimiento económico". Según las previsiones que el Gobierno maneja a día de hoy en el cuadro macroeconómico, se estima que el PIB crezca un 2,3% en 2012.
Precisamente, Rajoy, cuando en 1997 era ministro de Administraciones Públicas, congeló el sueldo de los funcionarios, una decisión que también fue respondida con una huelga en la función pública. La primera vez en los últimos 20 años que se congeló el salario de los empleados públicos fue en 1994, cuando gobernaba Felipe González y Pedro Solbes ejercía de ministro de Economía.
A la espera de ver si Rajoy o si Rubalcaba optan, en la campaña electoral, por prometer subidas en el sueldo a los trabajadores de la Administración Pública en 2012, la congelación sumaría una cantidad no desdeñable en unas arcas públicas con ansias de recaudar para cumplir sí o sí con el proceso de consolidación fiscal comprometido con Bruselas.
De hecho, el Ministerio de Economía y Hacienda avanzó cuando Zapatero anunció el recorte salarial de 2010 que el Estado tenía previsto ahorrar 2.300 millones de euros en 2010 y un total de 4.500 millones en 2011, en una medida aplaudida por los organismos internacionales.
Sin embargo, los datos publicados después por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) confirmaron el pasado marzo que el ahorro por el recorte salarial se quedó el año pasado en la mitad de los previsto, esto es, en 1.126 millones de euros.
Las cuentas de este año incorporaron la congelación del salario de los funcionarios como parte importante del plan de ajuste de mayo de 2010 con el que el Gobierno respondió al rescate de Grecia. Mientras, el año pasado se llevó a la práctica el primer recorte salarial de la historia de la democracia a este colectivo con rebajas medias en los sueldos de un 5% de media en el segundo trimestre (frente al 0,3% pactado y vigente en los seis primeros meses) y que, en el caso de los altos cargos y miembros del Gobierno, llegó hasta el 15%.
Ahora, el Real Decreto de prórroga de los Presupuestos de 2011 supondrá que, por cuarto año desde 1994, los funcionarios cobrarán lo mismo en diciembre que en enero. Este texto deberá ser aprobado por el Consejo de Ministros antes de que termine el año, pero no tiene que ser ratificado por el Congreso y, por tanto, no necesita el apoyo de los grupos parlamentarios.
Cuatro años consecutivos
Este Real Decreto, que tiene el mismo carácter legislativo que la Ley de Presupuestos, mantendría todas las partidas vigentes, entre ellas, la de gasto de personal donde está incluida esa congelación salarial que derivó en una huelga de funcionarios el 8 de junio de 2010.
Sin embargo, el Gobierno se reserva la posibilidad de incluir modificaciones en ese Real Decreto, tal y como ocurrió en el año 1996 cuando el Ejecutivo de Felipe González tuvo que prorrogar las cuentas del año 1995 por falta de respaldo político.
De esta forma, el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero podría optar por aprobar un alza salarial en 2012 para los 2,5 millones de empleados públicos -una decisión que se convertiría en una baza electoral para el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba- o bien dejar la prórroga como está y pasar la patata caliente al próximo Ejecutivo, tenga el color que tenga.
Rajoy: alza en función del PIB
Si Zapatero mantiene la congelación en el Real Decreto, la decisión de ampliar a todo el año que viene esa medida dependería del Ejecutivo que salga de las urnas el próximo 20-N y de los Presupuestos Generales del Estado que diseñe.
En el caso de que el candidato del Partido Popular a la Presidencia, Mariano Rajoy, gane las elecciones -tal y como apuntan la totalidad de las encuestas-, el líder de Génova ya ha asegurado que tiene intención de tener aprobado el Presupuesto en el transcurso del primer trimestre y ha avanzado, en una entrevista con Ep, que la subida del sueldo de los funcionarios "dependerá del crecimiento económico". Según las previsiones que el Gobierno maneja a día de hoy en el cuadro macroeconómico, se estima que el PIB crezca un 2,3% en 2012.
Precisamente, Rajoy, cuando en 1997 era ministro de Administraciones Públicas, congeló el sueldo de los funcionarios, una decisión que también fue respondida con una huelga en la función pública. La primera vez en los últimos 20 años que se congeló el salario de los empleados públicos fue en 1994, cuando gobernaba Felipe González y Pedro Solbes ejercía de ministro de Economía.
Desahogo para las arcas
A la espera de ver si Rajoy o si Rubalcaba optan, en la campaña electoral, por prometer subidas en el sueldo a los trabajadores de la Administración Pública en 2012, la congelación sumaría una cantidad no desdeñable en unas arcas públicas con ansias de recaudar para cumplir sí o sí con el proceso de consolidación fiscal comprometido con Bruselas.
De hecho, el Ministerio de Economía y Hacienda avanzó cuando Zapatero anunció el recorte salarial de 2010 que el Estado tenía previsto ahorrar 2.300 millones de euros en 2010 y un total de 4.500 millones en 2011, en una medida aplaudida por los organismos internacionales.
Sin embargo, los datos publicados después por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) confirmaron el pasado marzo que el ahorro por el recorte salarial se quedó el año pasado en la mitad de los previsto, esto es, en 1.126 millones de euros.
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