Zapatero condecorado por el rey saudí.
EL DIAGNÓSTICO DE GUSTAVO DE ARÍSTEGUI
El portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, en una entrevista para Onda Cero recogida por Europa Press, ha afirmado que en el ámbito internacional "España ha desaparecido" en estos años que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está al frente de el país.
El Ministerio de Exteriores sufraga una vez más el malogrado proyecto de Zapatero en el ocaso de la legislatura
En plena crisis, el Ejecutivo concede también subvenciones millonarias a Cuba, Bolivia y Venezuela.
El agonizante Gobierno Zapatero, a sólo unos meses de abandonar el poder, volvió a destinar este 13 de agosto de 2011 partidas millonarias para financiar el que ha sido su proyecto estrella en política exterior, la Alianza de Civilizaciones.
También, inasequible al sufrimiento de 5 millones de parados y a los problemas de caja que han dejado gobiernos autonómicos como el de Barreda, suelta más dinero para diferentes actividades de sus más fieles aliados del escenario internacional: los países iberoamericanos que presiden Raúl Castro, Hugo Chávez, Evo Morales y compañía.
El BOE publicaba este 13 de agosto una nueva relación de subvenciones concedidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, a Bolivia, Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países iberoamericanos y africanos, además de dedicar una partida especial que alcanza los 650.000 euros a la Alianza de Civilizaciones.
Ni en los estertores de su mandato se resigna el Ejecutivo socialista a reconocer el fracaso de este proyecto, cuyos resultados reales todavía no han dado los frutos esperados.
La excusa esgrimida esta vez para financiar la Alianza es que el dinero se dedicará a "analizar las causas de las divisiones que ponen en peligro la paz" y proponer "medidas políticas concretas" para solucionar esos desajustes.
Pero esta subvención es sólo la punta del iceberg de las millonarias partidas que el Ministerio de Exteriores va a destinar a patrocinar proyectos internacionales de manera altruista, en los que España ni participa ni se beneficia.
Así, por ejemplo, se dan casi dos millones de euros a la dictadura cubana de los Castro, para su "Programa de desarrollo rural en el Oriente" de la isla y otros 754.000 a la Bolivia de Evo Morales, para que financie sus "compromisos de la X Reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Hispano-Boliviana", entre otras actividades.
El despilfarro gubernamental también beneficia a Hugo Chávez, a quien se destina una partida de 300.000 euros para el mantenimiento de dos escuelas-taller en Venezuela.
Pero la gran favorecida es, sin duda, la Nicaragua del sandinista Daniel Ortega, a cuyas manos irán a parar ocho millones de euros de nuestras maltrechas arcas públicas, con el objetivo de ayudar en el "desarrollo integral" del Barrio Acahualinca, en la capital del país, Managua.
La generosidad del Ejecutivo socialista también alcanza para financiar proyectos de organismos internacionales, como cuatro de la Organización Internacional del Trabajo, que recibirá un total de tres millones y medio con cargo a nuestro presupuesto público.
EL DIAGNÓSTICO DE GUSTAVO DE ARÍSTEGUI
El portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, en una entrevista para Onda Cero recogida por Europa Press, ha afirmado que en el ámbito internacional "España ha desaparecido" en estos años que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está al frente de el país.
"La crisis no solamente ha afectado a la política exterior española, sino que Zapatero la ha utilizado como un reclamo electoralista para traerse un voto más a la izquierda" que la socialdemocracia".
"Las coqueterías del Gobierno con regímenes totalitarios de izquierdas como Chávez, Castro o Evo Morales".
"España tiene que ser un referente en América Latina, que venda su ejemplar transición a la democracia y en general, un país serio y no una república bananera como, ha transmitido en estos últimos años.
Por ello, el popular ha abogado por el cambio radical que traería un Gobierno del Partido Popular que devolvería a España "el peso que tenía antes" en Europa y a una "política exterior de Estado como uno de los diez primeros países del mundo".
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