Tras leer la carta de Zapatero en el artículo adjunto, alguno no pudo creer que no fuera una falsificación y se puso a indagar acerca de la autenticidad de la publicación del artículo de Ansón en El Mundo, el 10 de Abril de 2007. Pues es verdad que se publicó y que a Ansón nadie le replicó ni le demandó por difamación. ¿Cómo ha podido este individuo llegar a presidir el gobierno de España?. Esto si que es un IMPRESIONANTE DOCUMENTO.
Puede sonar a guasa, pero
mucho me temo que da la justa medida de quien es el actual Presidente del
Gobierno español.
Dice Anson: Organicé la Agencia Efe en La Habana en los 80. De
aquella época conservo allí buenos amigos. Uno de ellos me ha filtrado la carta
que José Luis Rodríguez Zapatero ha dirigido a Fidel Castro. La reproduzco a
continuación sin quitar ni añadir una coma.
«Querido y admirado Presidente, mi
Comandante:
El ministro de Asuntos Exteriores de mi Gobierno,
Miguel Angel Moratinos, me da cuenta de su viaje oficial a Cuba y me informa de
la evolución favorable de la salud de Vuestra Excelencia. No sabe cómo lo
celebro porque mi generación se ha educado con la vista puesta en la Cuba
comunista y en la figura irrepetible de Fidel Castro, centinela de la libertad,
caudillo del Caribe por la gracia del destino histórico y comandantísimo de los
ejércitos de Tierra, Mar y Aire de la perla de las
Antillas.
Las nuevas generaciones que viven en el hedonismo,
no tienen conciencia clara de lo que ha supuesto para el mundo la lucha de
Vuestra Excelencia por la libertad, por los Derechos Humanos y por la política
social, todo ello frente a la voracidad del Imperio, frente al incalificable
bloqueo impuesto por los Estados Unidos. A pesar de esa tropelía histórica, Cuba
es hoy, gracias a Vuestra Excelencia, un paraíso de libertad, una nación justa
en la que se respetan y acatan las leyes derivadas de la voluntad general
libremente expresada, con un pueblo libre y esperanzado que disfruta de un alto
nivel de vida, habiéndose sustituido en todas vuestras ciudades el caduco signo
de la cruz por el de la hoz y el martillo. El ministro Moratinos se ha quedado
en un pasmo ante el progreso y la dicha de la ciudadanía
cubana.
Ciertamente la depravación del turista extranjero
ha obligado al Gobierno de Vuestra Excelencia a mantener en las calles a las
jineteras pero la inmensa mayoría de la nueva generación vive feliz, encuadrada
en ese frente de juventudes admirable que es la organización de los
pioneros.
Di instrucciones a mi ministro para que no abogara
por los llamados «presos políticos», que no son otra cosa que mercenarios al
servicio de una potencia extranjera, traidores a la patria o terroristas que
pretenden socavar los cimientos de la gloriosa Revolución, el régimen
establecido por Vuestra Excelencia, que es ejemplo en todo el mundo de respeto a
los derechos humanos y a las libertades. Sólo la falacia del ultraderechista
Aznar pudo llevar a la decadente Europa a la posición fascista de tomar medidas
contra el régimen de Vuestra Excelencia. Naturalmente yo he decidido restablecer
una relación privilegiada con el Gobierno democrático de Vuestra Excelencia.
También di instrucciones a mi ministro para que no atendiera a los disidentes,
ridículas minorías resentidas, incapaces de comprender la grandeza de la
Revolución que Vuestra Excelencia, patria o muerte, ha llevado a
cabo.
Dentro de dos años, mi Comandante, se cumplirán los
50 años del acceso a la jefatura del Estado de Vuestra Excelencia. Me propongo
acudir a La Habana, en compañía de todo mi Gobierno para rendir a Vuestra
Excelencia el homenaje que todos los demócratas del mundo le debemos. Medio
siglo, 50 años, ganando una tras otra todas las elecciones ejemplarmente
democráticas que se han celebrado en vuestro país, hollado un día por aquella
España de infausta memoria, colonialista, católica e inquisitorial, es
acontecimiento sin precedentes.
Aprovecho esta carta, mi Comandante, para
implorarle que me conceda el alto honor de permitir que España se incorpore al
eje Castro-Chávez-Evo, que tiene en permanente tembladera a los Estados Unidos y
a su presidente fascista, el malhadado Bush.
En espera de sus gratas noticias, le reitero, mi
Comandante, mi deseo y el del pueblo español de su pronto restablecimiento y
quedo como siempre a la entera disposición de Vuestra Excelencia con mi renovada
admiración y mi deseo permanente de seguir recibiendo vuestras
enseñanzas.
José Luis Rodríguez Zapatero.
En Madrid, y en el Palacio de la Moncloa, a 7 de
abril del año 2007».
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