Al presidente de Extremadura
“ He leído por teletipos un resumen de lo que el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha dicho respecto al contenido de mi intervención en “un acto electoral” el sábado pasado sobre las inversiones aprobadas en el consejo de ministros de más de seis mil millones de euros, una parte de ellos destinados al AVE de Extremadura.
El presidente de Extremadura afirma que no ”contribuyo a la necesaria concordia entre los pueblos de España” y me solicita respuesta sobre “si pienso que Extremadura no debe tener alta velocidad” y que de lo contrario supondrá que “quiero una España de primera y otra de segunda”.
Hay tres aspectos distintos a debatir acerca de mis declaraciones y de la respuesta del presidente de Extremadura. El primero sobre la concordia entre los pueblos de España. Nunca me ha visto el señor Fernández Vara ni me verá entrando al peligroso juego de la confrontación, sino al contrario, defendiendo la solidaridad y respeto de todos para todos. Creo que he dado sobradas muestras de ello a lo largo de mi vida política y así se percibe en la mayoría de España. No es este, por tanto, el motivo de mi referencia a Extremadura. No obstante, pasadas las elecciones y con mucho gusto, si el presidente revalida su reelección no tengo inconveniente en mantener una conversación o debate sobre la solidaridad entre los diversos pueblos de España y el alcance y limites que ésta debe tener porque, efectivamente, no es que yo quiera una España de primera y una de segunda, sino que desgraciadamente ya existe en este terreno una España de primera y otra de segunda.
El segundo motivo que podía dar pie al debate en relación a mis declaraciones es si Extremadura necesita el AVE o no. No era mi intención entrar en esa discusión y no voy a hacerlo ahora. No soy técnico ni experto en esta materia como para sostener una tesis en un sentido o en otro. No obstante, sí que quiero señalar que a pesar de que en España se empezó a construir la alta velocidad, el AVE, hace treinta dos años, todavía Barcelona no puede conectar con Girona ni con Francia a través de la alta velocidad. Y tampoco, por supuesto, el eje mediterráneo, el de mayor tránsito de todos los existentes en España, que no tiene alta velocidad, sino simplemente velocidad alta en algunos de sus tramos.
En este ámbito, quiero añadir dos observaciones: España no es un país rico y no comparto el alarde que en más de una ocasión ha hecho el presidente del gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, de que España es el país con más kilómetros de AVE del mundo. Algo no funciona bien. Y la segunda observación pasa porque quede claro que no creo en la España radial y que, como antes señalaba, no debe existir necesariamente alta velocidad para unir todos los rincones de España, sabiendo que en algunos casos la velocidad alta es más que suficiente. Recomiendo a este respecto al presidente de Extremadura la lectura del libro “España, capital París”, de Germà Bel, que en otra época fue portavoz socialista en la comisión de Economía del Congreso de los Diputados.
El tercer motivo de debate, que es precisamente el que mencioné en mis declaraciones, hace referencia a la negativa del gobierno central -que ampara el partido del presidente de Extremadura- de pagar a Catalunya y a otras comunidades autónomas los fondos derivados del acuerdo de financiación promovido por el gobierno del PSOE. En este sentido, adquiere relevancia el hecho de que el gobierno diga que no puede cumplir lealmente con sus deberes porque no tiene dinero y, en cambio, no sea capaz de reducir inversiones, vayan destinadas a Extremadura o a cualquier otra parte de España, para evitar que otros tengamos que reducir, no ya simplemente gasto y nueva inversión publica –que no podremos hacer ninguna-,sino evitar también recortes en servicios básicos y fundamentales para la ciudadanía, como pueden ser sanidad, educación, políticas sociales o seguridad. El debate no va con usted, señor presidente de la Junta de Extremadura, sino con el gobierno central, que no quiere reducir su déficit en vigilias de elecciones para quedar bien en los territorios donde tiene interés electoral. Y para cumplir con los requisitos de déficit, lo que hace es no apretarse el cinturón como debería y transfiere el déficit a las comunidades autónomas, en este caso a Catalunya.
Sepa señor presidente de Extremadura que Catalunya, que tiene el 80% de su gasto finalista para atender gastos en sanidad, educación, seguridad y políticas sociales, va a reducir un 10% su presupuesto. No soy capaz de ver a ninguna otra comunidad autónoma que exprese la misma predisposición. Y ya que hablamos de una España de primera y otra de segunda, debo recordarle que, como bien sabe, si no soportáramos el déficit fiscal que soportamos, Catalunya no tendría problema alguno para ajustar sus cuentas a los requisitos de déficit público. De todo ello, habrá que hablar, sin duda, en el futuro serena y sinceramente.
Le deseo lo mejor en las próximas elecciones y que después pueda contribuir a este debate necesario que España requiere para evitar, no ya que exista una de primera y otra de segunda, sino sencillamente para que no se rompa. “
ANTECEDENTES DE LA POLÉMICA
El líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, ha cargado contra el Gobierno por haber iniciado la licitación del AVE a Extremadura, presupuestado en 3.828 millones, cuando«no hay dinero» para reducir el déficit de la Generalitat o para saldar las deudas con los catalanes.
El socio de Artur Mas ha acusado al presidente Zapatero de cuadrar el déficit del Estado a costa de desequilibrar el de Cataluña. Duran señaló que las dificultades presupuestarias que sufre su comunidad son culpa del «agujero» que dejó el tripartito y de que el Gobierno central «no nos paga lo que nos debe».
Según el portavoz de CiU, Cataluña no tendría«ninguna dificultad financiera» si se redujera el déficit fiscal y si el Estado le pagara todo lo que le corresponde en concepto del Fondo de Competitividad y de la disposición adicional tercera del Estatut.
La Generalitat catalana ya ha decidido romper el techo del déficit impuesto por el Estado. Por otro lado, el Gobierno valenciano, que preside el popular Francisco Camps ,aumentará su deuda en 900 millones en bonos para «agilizar el pago a los proveedores».
El socio de Artur Mas ha acusado al presidente Zapatero de cuadrar el déficit del Estado a costa de desequilibrar el de Cataluña. Duran señaló que las dificultades presupuestarias que sufre su comunidad son culpa del «agujero» que dejó el tripartito y de que el Gobierno central «no nos paga lo que nos debe».
Según el portavoz de CiU, Cataluña no tendría«ninguna dificultad financiera» si se redujera el déficit fiscal y si el Estado le pagara todo lo que le corresponde en concepto del Fondo de Competitividad y de la disposición adicional tercera del Estatut.
La Generalitat catalana ya ha decidido romper el techo del déficit impuesto por el Estado. Por otro lado, el Gobierno valenciano, que preside el popular Francisco Camps ,aumentará su deuda en 900 millones en bonos para «agilizar el pago a los proveedores».
REACCIÓN DE VARA EN SU BLOG
“¿Qué se oculta detrás de esas afirmaciones que reaparecen periódicamente en Cataluña, en relación a Extremadura? ¿Qué pensarán los cientos de miles de catalanes que son también extremeños cada vez que oyen lamentarse a sus dirigentes, porque se invierte en Extremadura?. Mal, muy mal, Señor Durán. No contribuye con estas salidas de su tono habitual a la necesaria concordia entre los pueblos de España.”
MONAGO
El líder popular lamenta las declaraciones de Duran y le ha recuerda el trato preferencial que ha otorgado el Gobierno de España a Cataluña. "Que se dedique a su comunidad y que deje converger a los que tenemos que converger", ha concluido.
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