Francisco Pérez Jiménez, Javier Delgado, Carmen Marín, José López Miranda y Pablo Pérez.
El trabajo describe mejoras en la función arterial de personas mayores tras consumir aceite de oliva y otros alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados, frente a otras dietas bajas en grasas o ricas en grasas saturadas.
La Unidad de Lípidos y Arteriosclerosis del Hospital Universitario Reina Sofía ha llevado a cabo un estudio para conocer cómo puede influir la alimentación en el envejecimiento normal del sistema circulatorio de las personas mayores.
Según informa la Junta en un comunicado, el trabajo, que concluye efectos beneficiosos derivados de la dieta mediterránea sobre la función arterial de este grupo poblacional, ha sido publicado por American Journal Clinical Nutricional (la revista clínica sobre nutrición más importante), en el número de febrero de este año.
El estado en que se encuentran las arterias en estas personas, que es el principal indicador que se ha tenido en cuenta en el trabajo, ayuda a predecir la posible aparición de problemas cardiovasculares y trombosis en el futuro, de ahí la importancia de conocer qué alimentos contribuyen a contrarrestar el deterioro arterial asociado a la edad.
Como autores principales del estudio figuran los miembros de la Unidad de Lípidos del hospital Carmen Marín y Javier Delgado y, de la Unidad de Investigación, Rafael Ramírez, bajo la dirección de los responsables de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna, Francisco Pérez Jiménez y José López Miranda. Todos ellos desarrollan su trabajo en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), ubicado en el Hospital Reina Sofía.
En el estudio han participado 20 pacientes (10 hombres y 10 mujeres) mayores de 65 años sin enfermedades relevantes, que consumieron tres tipos de dietas: la conocida como mediterránea, con predominio de alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva); otra basada en ácidos grasos saturados y la última baja en grasas y alta en carbohidratos.
Los participantes tomaron cada uno de estos regímenes durante cuatro semanas.
Según informa la Junta en un comunicado, el trabajo, que concluye efectos beneficiosos derivados de la dieta mediterránea sobre la función arterial de este grupo poblacional, ha sido publicado por American Journal Clinical Nutricional (la revista clínica sobre nutrición más importante), en el número de febrero de este año.
El estado en que se encuentran las arterias en estas personas, que es el principal indicador que se ha tenido en cuenta en el trabajo, ayuda a predecir la posible aparición de problemas cardiovasculares y trombosis en el futuro, de ahí la importancia de conocer qué alimentos contribuyen a contrarrestar el deterioro arterial asociado a la edad.
Como autores principales del estudio figuran los miembros de la Unidad de Lípidos del hospital Carmen Marín y Javier Delgado y, de la Unidad de Investigación, Rafael Ramírez, bajo la dirección de los responsables de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna, Francisco Pérez Jiménez y José López Miranda. Todos ellos desarrollan su trabajo en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), ubicado en el Hospital Reina Sofía.
En el estudio han participado 20 pacientes (10 hombres y 10 mujeres) mayores de 65 años sin enfermedades relevantes, que consumieron tres tipos de dietas: la conocida como mediterránea, con predominio de alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva); otra basada en ácidos grasos saturados y la última baja en grasas y alta en carbohidratos.
Los participantes tomaron cada uno de estos regímenes durante cuatro semanas.
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