La descomposición del liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero se ha contagiado a los principales graneros electorales del partido: Cataluña y Andalucía. Mientras el PSC sobrevive con una dirección en funciones y ve peligrar su poder local, los socialistas andaluces parecen abocados, según todas las encuestas, a una histórica derrota ante el PP. Para impedir este fracaso electoral, Ferraz prepara ya una maniobra de emergencia: sustituir al presidente José Antonio Griñán por la ministra Rosa Aguilar para los comicios de 2012.
Se trata de un plan todavía incipiente que, de acuerdo con fuentes socialistas, ya está sobre la mesa de de la dirección federal del partido. “Griñán se ha bloqueado y rodeado de gente mediocre. Ha defraudado a quienes esperaban que diera un nuevo impulso al Gobierno y al partido”, señalaron estas fuentes, quienes advirtieron de que “el sector crítico del partido se está moviendo”. Como informó este diario, los enemigos internos de Griñán han puesto en marcha una estrategia para relevar al actual presidente de la Junta a través de unas primarias o un congreso extraordinario.
Una operación amparada por el vicepresidente Manuel Chaves y el número cuatro del PSOE, Gaspar Zarrías, quienes cuentan además con Luis Pizarro como puntal de los críticos instalado en la Consejería de Gobernación. “Griñán puede tirar la toalla si le invitan a marcharse. Hace ya varios años que dice que quiere retirarse y dedicarse a sus nietos. Pero si se fuerzan unas primarias y él quisiera dar la batalla, podría ganar gracias al poder orgánico que conserva, igual que han hecho Tomás Gómez en Madrid y Jordi Hereu en Barcelona”, indicaron fuentes del PSOE.
La idea de Ferraz consiste en aprovechar el “tirón” de Aguilar en Andalucía, así como la proyección que ahora posee como ministra en toda España. Y es que, si cae Griñán, ningún otro socialista está bien colocado para sucederle, toda vez que Mar Moreno, a quien se atribuyó ser la elegida de Zapatero, se “ha quemado” como consejera de Presidencia. “Se ha quedado estancada, no comunica”, apuntó un diputado del PSOE. “Está totalmente descartada como rival”, apostilló un dirigente del PP.
En estas circunstancias, la popular ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino parece ser el único salvavidas electoral que le queda al PSOE para evitar el histórico vuelco electoral que anuncian los sondeos. El Centro de Entidades para la Economía Social de Andalucía otorgó en febrero 6 puntos de ventaja al PP sobre el PSOE, cifra que aumenta a más de 7 puntos en los sondeos encargados respectivamente por ABC y El País. Un negro panorama para los socialistas que se ha visto agravado por el escándalo de los ERE’s. La Junta asegura haber detectado ya 146 irregularidades, mientras el PP espera que este caso sea la puntilla para la imagen del Ejecutivo andaluz.
El PP también se prepara para el aterrizaje de la ministra
“El problema de Aguilar es que muchos en el PSOE no la quieren, se ha granjeado enemigos desde su etapa en la alcaldía de Córdoba, y es difícil que la identifiquemos como alguien fiel al partido”, precisaron fuentes socialistas. Un diagnóstico que comparten en el PP, donde consideran que Aguilar no será fácilmente aceptada por la elite socialista de Andalucía.
Pero, a pesar de este obstáculo, en el PP se preparan ya para el supuesto de que Aguilar sea el rival de Javier Arenas en 2012. “Creemos que puede ser así, según dicen los propios socialistas. Y, a título personal, algunos estamos convencidos de que el PSOE presentará a Aguilar como cabeza de cartel”, aseguraron fuentes de la cúpula del PP andaluz. “Se van a agarrar al clavo ardiendo de Rosa. Es una respuesta a la desesperada, un sálvese quien pueda electoral”, añadieron estas fuentes.
Aguilar ha pasado de ser un icono de IU a convertirse en la esperanza de los socialistas para Andalucía. Tras pasar por el Parlamento autonómico y el Congreso de los Diputados, fue elegida alcaldesa de Córdoba en 1999, cargo que ocupó hasta 2009. Los rumores que durante meses la situaban en la órbita del PSOE se confirmaron cuando Griñán la fichó para revitalizar el Ejecutivo andaluz desde la Consejería de Obras Públicas y Vivienda. Un año y medio después, fue Zapatero quien se sirvió de su imagen progresista para fortalecer el Gobierno y frenar las nuevas opciones electorales rojiverdes, como Equo. La Junta puede ser su próximo desafío político.
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