«El batacazo del PSOE en las generales va a ser monumental. Este Durán se va a quedar solo hasta en las urnas. El partido en Andalucía es una oficina de colocación». Si estas frases las hubiera dicho un político del PP no tendría mayor relevancia, pero las escribió ayer un socialista, el diputado por Córdoba Juan Luis Rascón. Lo hizo en su página web (http://www.diputadorascon.com/) en el transcurso de una charla con internautas que celebra todas las semanas para hablar de la actualidad política.
Rascón hizo un juicio muy duro sobre la dirección de su partido en Córdoba, Andalucía y España. No escatimó críticas a Juan Pablo Durán y su política de depuración del grupo municipal: «Se va a quedar solo hasta en las urnas y no va a tener quien lo vote porque todos están en Sevilla. Me imagino que lo votará su padre, su cuñadísimo...». No en vano, «en Córdoba los están defenestrando a todos», dijo en referencia a los ceses promovidos por el también secretario provincial del partido como parte de su estrategia.
Cuando un internauta le pregunta si en el partido no se ha colado «mucho vividor», él le da la razón: «Gente sin convicciones verdaderas que buscan el chusco a través del partido». A su juicio, con la designación de Durán «los de arriba creían que resolvían un problema cuando en realidad lo estaban alimentando».
Rascón se mostró muy crítico con su partido en Andalucía, que, según él, se ha convertido en una «oficina de colocación». A lo más que puede aspirar es a perder las elecciones y seguir gobernando mediante un pacto con IU, según sus expectativas. Nada distinto a lo que pasaría en las elecciones generales, donde ve un «batacazo monumental» al que el hacer del PSOE no es ajeno: «La crisis, el agotamiento de proyecto, el desgaste de gobierno y nuestras increibles torpezas últimas nos van a llevar a la oposición».
Sólo tiene elogios para el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que califica de «persona de fiar, coherente y con gran sentido común de Estado, pero los aparatos no eligen a los mejores». Sólo él, afirma, puede ser la «tabla de salvación» del partido. El resto de los ministros recientes no se salva: «Uno mira el cuadro de ministros que ha tenido Zapatero y como buen socialista se echa a llorar».
El diputado, juez en excedencia, tiene tiempo para sacar trapos sucios. Al hablar de los jóvenes socialistas, dice que están «tan viciados y viciadas como los mayores» y da un dato sobre el secretario general de las Juventudes Socialistas de Córdoba. «Está trabajando en una Consejería de asesor desde el día siguiente de salir elegido. Un chaval que parece que tiene malos antecedentes universitarios y que está “asesorando” a un consejero, manda güevos», relata, para ilustrar sobre lo que, según él, «es una cadena que se retroalimenta»
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