“Sólo faltaría que la ministra no pueda nombrar a quien le salga de los cojones”. Leire Pajín, 17-11-2010. Quinta planta de la sede del Ministerio de Política Social y Sanidad, sito en el número 18 del Paseo del Prado (Madrid).
Esta frase lapidaria y exenta de educación tiene una explicación, aunque seguramente no una justificación. La titular de Política Social y Sanidad convocó el día 17 de noviembre, un día antes de su debut en el Congreso tras lograr su nuevo cargo, a todos los diputados y senadores de las comisiones de su ámbito de actuación. Era una comida, en cierta medida, informal y destinada a que los aforados conociesen al gabinete creado por Pajín.
Según un comensal allí presente, tras varias preguntas sin demasiada importancia, una senadora del PP preguntó a Pajín por el nombramiento como delegada del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas de Nuria Espí de Navas, amiga personal de la ministra. “Quien hizo la pregunta estaba cuestionando el nombramiento porque esa mujer es auxiliar administrativa y no funcionaria, con lo que podría tratarse de un nombramiento irregular. Y es que para ser director general o un cargo de rango similar hay que ser funcionaria de capacidad A o B”, explica el citado comensal. La pregunta no gustó a Pajín, que soltó tranquilamente: “Sólo faltaría que la ministra no pueda nombrar a quien le salga de los cojones”. Después, la conversación entre Pajín y los diputados y senadores fue por otros derroteros, sin ningún tipo de tensión. Eso sí, siempre según la versión del comensal, la ministra tuvo tiempo de justificar el nombramiento de Espí basándose en que es su “amiga personal” y a que “sabe muchísimo sobre drogas”.
Al día siguiente, tal y como estaba previsto, Pajín se enfrentó a su primera comparecencia en el Congreso, en la comisión de Sanidad. Entre otras cosas, anunció que su intención en esta materia era “dar continuidad” a la “hoja de ruta” diseñada por su antecesora en el cargo, Trinidad Jiménez, para mejorar “la calidad, cohesión y sostenibilidad” del Sistema Nacional de Salud.
Tal vez sea cierto que Pajín pretenda seguir con los planes de Jiménez, pero, desde luego, prefiere llevarlos a cabo con un equipo distinto. Y es que la ex secretaria de organización del PSOE ha modificado gran parte del organigrama del ministerio.
La ministra de Sanidad tiene fama –y antecedentes– de que le gusta crear equipos a su medida allá por donde pasa. De hecho, su salida de la calle Ferraz llevó aparejada la salida de cerca de 20 personas, a las que ella había asignado cargos por ser de su total confianza.
Desde luego, Nuria Espí de Navas cuenta con la confianza de Pajín. Son amigas y ambas hicieron carrera política en la Comunidad Valenciana. Precisamente anteayer, las dos comparecieron juntas por primera vez desde que Espí asumió su cargo. Fue en el Ministerio de Sanidad, para presentar la Encuesta Domiciliaria sobre consumo de Alcohol y otras Drogas 2009/2010.
En la comparecencia, Pajín asumió todo el protagonismo. De hecho, la delegada del Gobierno del Plan Nacional de Drogas no pronunció palabra alguna, en contra de lo habitual en actos de estas características.
La frase que Pajín pronunció en la comida narrada es llamativa, pero no tanto como otra que pronunció el 3 de junio de 2009 y que difícilmente se puede olvidar: “Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EE UU y Zapatero presidiendo la UE”. Fue una exageración, sí, pero al menos no incluía ninguna palabra malsonante.
Esta frase lapidaria y exenta de educación tiene una explicación, aunque seguramente no una justificación. La titular de Política Social y Sanidad convocó el día 17 de noviembre, un día antes de su debut en el Congreso tras lograr su nuevo cargo, a todos los diputados y senadores de las comisiones de su ámbito de actuación. Era una comida, en cierta medida, informal y destinada a que los aforados conociesen al gabinete creado por Pajín.
Según un comensal allí presente, tras varias preguntas sin demasiada importancia, una senadora del PP preguntó a Pajín por el nombramiento como delegada del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas de Nuria Espí de Navas, amiga personal de la ministra. “Quien hizo la pregunta estaba cuestionando el nombramiento porque esa mujer es auxiliar administrativa y no funcionaria, con lo que podría tratarse de un nombramiento irregular. Y es que para ser director general o un cargo de rango similar hay que ser funcionaria de capacidad A o B”, explica el citado comensal. La pregunta no gustó a Pajín, que soltó tranquilamente: “Sólo faltaría que la ministra no pueda nombrar a quien le salga de los cojones”. Después, la conversación entre Pajín y los diputados y senadores fue por otros derroteros, sin ningún tipo de tensión. Eso sí, siempre según la versión del comensal, la ministra tuvo tiempo de justificar el nombramiento de Espí basándose en que es su “amiga personal” y a que “sabe muchísimo sobre drogas”.
Al día siguiente, tal y como estaba previsto, Pajín se enfrentó a su primera comparecencia en el Congreso, en la comisión de Sanidad. Entre otras cosas, anunció que su intención en esta materia era “dar continuidad” a la “hoja de ruta” diseñada por su antecesora en el cargo, Trinidad Jiménez, para mejorar “la calidad, cohesión y sostenibilidad” del Sistema Nacional de Salud.
Tal vez sea cierto que Pajín pretenda seguir con los planes de Jiménez, pero, desde luego, prefiere llevarlos a cabo con un equipo distinto. Y es que la ex secretaria de organización del PSOE ha modificado gran parte del organigrama del ministerio.
La ministra de Sanidad tiene fama –y antecedentes– de que le gusta crear equipos a su medida allá por donde pasa. De hecho, su salida de la calle Ferraz llevó aparejada la salida de cerca de 20 personas, a las que ella había asignado cargos por ser de su total confianza.
Desde luego, Nuria Espí de Navas cuenta con la confianza de Pajín. Son amigas y ambas hicieron carrera política en la Comunidad Valenciana. Precisamente anteayer, las dos comparecieron juntas por primera vez desde que Espí asumió su cargo. Fue en el Ministerio de Sanidad, para presentar la Encuesta Domiciliaria sobre consumo de Alcohol y otras Drogas 2009/2010.
En la comparecencia, Pajín asumió todo el protagonismo. De hecho, la delegada del Gobierno del Plan Nacional de Drogas no pronunció palabra alguna, en contra de lo habitual en actos de estas características.
La frase que Pajín pronunció en la comida narrada es llamativa, pero no tanto como otra que pronunció el 3 de junio de 2009 y que difícilmente se puede olvidar: “Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EE UU y Zapatero presidiendo la UE”. Fue una exageración, sí, pero al menos no incluía ninguna palabra malsonante.
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