Cuando Manuel Chaves anunció hace 12 años la creación de una caja única andaluza, se mostró bien optimista. Pensó que su proyecto no tardaría en cuajar. Desde su amplísimo despacho de la sevillana avenida República Argentina, su consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez, diseñó la estrategia. Fue en fracaso. No convenció a nadie.
Forzado por la crisis del sector, Griñán intentó resucitar el proyecto de Chaves cuando tomó el mando del Gobierno andaluz. No hubo manera. Primero se escapó Caja Granada, que se alió con las cajas mediterráneas. Luego perdió el botín de Cajasur. Ayer se consumó el fracaso de una aventura política, forzada a toda costa por la Junta y el PSOE. Adiós definitivo al sistema financiero andaluz.
Presionada sin descanso por el Banco de España, Cajasol ficha por la SIP de Banca Cívica. Su presidente, Antonio Pulido, necesitaba mover las piezas. De modo urgente. O vendía activos o reducía plantilla (900 personas). Lo ha hecho, pero a cambio de renunciar a una expansión territorial por Andalucía Oriental y el arco Mediterráneo, como deseaba Pulido tanto en público como en privado.
Lo intentaron, pero en la Junta de Andalucía no confiaban en una fusión, aunque fuese fría, entre Unicaja y Cajasol. La nula química personal entre Braulio Medel y Pulido (en especial por el personalismo de ambos) y el informe solicitado por ambas entidades, que indicaba la necesidad de despedir a 2.000 trabajadores y el cierre masivo de oficinas, eran razones obvias para prever el fracaso.
Fuentes próximas a la Consejería de Economía e Innovación de la Junta de Andalucía confirmaron que el Gobierno andaluz no quería expresar “ninguna” comunicación oficial. “De momento no lo vamos a valorar”, confirmó una portavoz de la Consejería comandada por el consejero Antonio Ávila, incapaz de asumir el encargo de Griñán, que ya confirmó a este diario en el estreno informativo del Palacio de San Telmo que en el verano no mantuvo ningún contacto con Medel y Pulido.
Unicaja: “Las prisas eran de Cajasol”
¿Y Unicaja? “No hay nada decidido. Las prisas eran de Cajasol”, confirman a El Confidencial fuentes financieras andaluzas. “No se ha dado ningún paso. Ni adelante, ni atrás. No se ha hecho nada”. En la Avenida de Andalucía, la sede principal de la entidad malagueña, merendaron con la noticia positiva de la tarde: la agencia Moody's mantiene en su última evaluación las calificaciones crediticias de la caja. ¿Consecuencia? Unicaja se sitúa como la segunda caja de ahorros española y entre las seis primeras entidades financieras del país con mejores calificaciones en el largo plazo.
En la entidad malagueña admiten que la caja cuenta con más margen de maniobra y reflexión que Cajasol, pero que tampoco se pueden dormir. “Hay una oportunidad y si se apura una conveniencia de ganar dimensión, más músculo, pero la decisión de Cajasol no supone cambio alguno”, confirman estas mismas fuentes.
Publicado en El Confidencial
Forzado por la crisis del sector, Griñán intentó resucitar el proyecto de Chaves cuando tomó el mando del Gobierno andaluz. No hubo manera. Primero se escapó Caja Granada, que se alió con las cajas mediterráneas. Luego perdió el botín de Cajasur. Ayer se consumó el fracaso de una aventura política, forzada a toda costa por la Junta y el PSOE. Adiós definitivo al sistema financiero andaluz.
Presionada sin descanso por el Banco de España, Cajasol ficha por la SIP de Banca Cívica. Su presidente, Antonio Pulido, necesitaba mover las piezas. De modo urgente. O vendía activos o reducía plantilla (900 personas). Lo ha hecho, pero a cambio de renunciar a una expansión territorial por Andalucía Oriental y el arco Mediterráneo, como deseaba Pulido tanto en público como en privado.
Lo intentaron, pero en la Junta de Andalucía no confiaban en una fusión, aunque fuese fría, entre Unicaja y Cajasol. La nula química personal entre Braulio Medel y Pulido (en especial por el personalismo de ambos) y el informe solicitado por ambas entidades, que indicaba la necesidad de despedir a 2.000 trabajadores y el cierre masivo de oficinas, eran razones obvias para prever el fracaso.
Fuentes próximas a la Consejería de Economía e Innovación de la Junta de Andalucía confirmaron que el Gobierno andaluz no quería expresar “ninguna” comunicación oficial. “De momento no lo vamos a valorar”, confirmó una portavoz de la Consejería comandada por el consejero Antonio Ávila, incapaz de asumir el encargo de Griñán, que ya confirmó a este diario en el estreno informativo del Palacio de San Telmo que en el verano no mantuvo ningún contacto con Medel y Pulido.
Unicaja: “Las prisas eran de Cajasol”
¿Y Unicaja? “No hay nada decidido. Las prisas eran de Cajasol”, confirman a El Confidencial fuentes financieras andaluzas. “No se ha dado ningún paso. Ni adelante, ni atrás. No se ha hecho nada”. En la Avenida de Andalucía, la sede principal de la entidad malagueña, merendaron con la noticia positiva de la tarde: la agencia Moody's mantiene en su última evaluación las calificaciones crediticias de la caja. ¿Consecuencia? Unicaja se sitúa como la segunda caja de ahorros española y entre las seis primeras entidades financieras del país con mejores calificaciones en el largo plazo.
En la entidad malagueña admiten que la caja cuenta con más margen de maniobra y reflexión que Cajasol, pero que tampoco se pueden dormir. “Hay una oportunidad y si se apura una conveniencia de ganar dimensión, más músculo, pero la decisión de Cajasol no supone cambio alguno”, confirman estas mismas fuentes.
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