Seguro que en más de una ocasión has sido partícipe de uno de esos rumores que acaba por convertirse en mito o leyenda, como que Jesús Gil sigue vivo, que Walt Disney está congelado, la popular historia de la chica de la curva o que tocar el techo del coche cuando pasamos por un túnel evita que tengamos un accidente. Los refrescos, especialmente los de cola, no son menos y las historias en torno a ellos son también variopintas: que mezclados con una aspirina «colocan», que pueden deshacer un filete de carne, que sirven de espermicida o que desatascan tuberías, son algunas de las más populares.
Aunque parezca increíble, algunos de ellos están totalmente asumidos como verdaderos por la sociedad. En nuestro país, en concreto, somos bastante crédulos. Según los datos del estudio «Mitos y leyendas» de la Asociación Nacional de fabricantes de bebidas refrescantes analcohólicas (Anfabra) el 83 por ciento de los españoles creen que las bebidas light tienen más calorías de las que afirman tener, el 76 por ciento afirma que los refrescos contienen ingredientes no autorizados o que el gas de las bebidas engorda (72%). Igualmente, más de la mitad creen que las bebidas con gas pueden quitar el óxido de los metales (72%) o desatascar las tuberías (55%).
A las bebidas de cola les siguen otorgando propiedades milagrosas, como que pueden desintegrar un filete (53%), que mezclar esta bebida con aspirina puede producir un «colocón» (48%) o que son un buen espermicida (44%).
Anfabra ha querido desmontar los principales mitos sobre las bebidas refrescantes, conscientes de que la mayoría de ellos, sobre todo los referidos a la salud del consumidor, hacen daño a la imagen de este producto.
A continuación detallamos nueve realidades sobre los refrescos, según datos facilitados por los fabricantes:
-Las calorías no son significativas. Un refresco normal, con azúcar, tiene unas 40 por cada 100 mililitros. El pensar que tienen más calorías se relaciona con la creencia de que el azúcar tiene más de las que en realidad tiene, ya que sólo aporta 4 por gramo, mientras que, por ejemplo, la grasa tiene 9 y el alcohol 7.
-Los refrescos light casi tienen cero calorías. La industria de las bebidas refrescantes ha conseguido productos auténticamente light, con poco más de cero calorías. En la actualidad, el 25% de los refrescos fabricados en España son light.
-Los aditivos son ingredientes seguros. Los refrescos pueden incluir en su composición aditivos autorizados por la legislación alimentaria para que, entre otras cosas, los alimentos mantengan sus propiedades. Se controlan rigurosamente y las autoridades europeas, a través de los comités científicos correspondientes, evalúan periódicamente los avances tecnológicos y científicos relacionados con ellos.
-El refresco tomado con una aspirina no «coloca». En el prospecto de la aspirina no se describen las posibles interacciones con los refrescos. Al parecer todos estos rumores se difundieron intencionadamente y alcanzaron repercusión especialmente en los años 70 y 80 hasta el punto de que las jóvenes de la época vigilaban mucho su vaso de refresco para evitar que introdujeran en él una aspirina.
-El gas de los refrescos no aporta ninguna caloría. El anhídrido carbónico es un gas que producimos todos los seres humanos al respirar. Es un gas inocuo y no aporta ninguna caloría. El gas en las bebidas, además, cumple importantes funciones, actúa como conservante, intensifica el sabor, el aroma y aporta acidez. En el caso de los refrescos, potencia el sabor y da vivacidad y efervescencia a la bebida. Además, el gas no solo no aporta calorías sino que tiene un efecto saciante que, en algunos casos, puede ayudar a mitigar el apetito.
-Los refrescos no deshacen un filete de carne. Esta leyenda se basa en atribuir a los ácidos que tienen algunos refrescos la capacidad de hacer desaparecer la carne. Estos mismos poderes serían aplicables al ácido cítrico del zumo de limón o al vinagre de las ensaladas. Es más probable que un trozo de carne se estropee en un día si lo dejamos fuera del frigorífico a que desaparezca por la acidez de un refresco.
-Los refrescos de cola no son espermicidas. Quizás el mito más curioso de todos. Atribuir a una bebida propiedades anticonceptivas tiene tan poco rigor científico como otros muchos métodos que la tradición popular ha ido creando con los años y que, como está demostrado, no son ciertos.
-La cafeína con moderación favorece la concentración. La cafeína es un alcaloide presente de manera natural en diversas plantas. En el caso de los refrescos, algunos incorporan cafeína entre sus ingredientes, aunque en dosis menores a otras bebidas, como por ejemplo un café. Distintos estudios científicos han demostrado que la cafeína, en dosis moderadas, puede contribuir a mejorar la capacidad de concentración.
-Los refrescos ni aflojan tornillos, ni desatascan tuberías. Una de las más difundidas hace referencia a que con un refresco de cola se puede eliminar la herrumbre de un tornillo. Basta hacer la prueba para comprobar que esto es falso.
Avicena o Ibn Siná (como fue llamado en persa y en árabe) nació en el año 980 en Afshana (provincia de Jorasán, actualmente en Uzbekistán). Cuando tan sólo contaba con 17 años ya gozaba de fama como médico por salvar la vida del emir Nuh ibn Mansur. Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano árabe Abū el-Kasis de Córdoba. Libros: El canon de medicina, El libro de la curación, Poema de la medicina
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