El director de El Mundo dejó de querer a su juez preferido cuando cargó contra su teoría conspirativa
“Es un indeseable para cualquiera y sinvergüenza para casi todo”. Así definía el director del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez, al juez Baltasar Garzón días después de que destapara el caso Gürtel. No es la única ocasión en que el polémico periodista ha utilizado sus medios de comunicación para descalificar a Garzón. Sin embargo, no siempre fue así. Cuando el juez de la Audiencia Nacional estaba inmerso en la investigación de los GAL, Pedro J. quería a Baltasar Garzón, le apreciaba y no dudaba en calificarlo como “El Príncipe de la Magistratura”.
Incluso, el 7 de febrero de 1995 Pedro J. Ramírez llamó a Baltasar Garzón para darles ánimo cuando éste lamentaba “la presión” de los medios ante su investigación de los GAL y sus ideas de “dejarlo todo” en ocasiones. “Quiero decirte que lo que estás haciendo tiene un gran valor para muchas personas (…) que te vamos a apoyar a tope porque lo que está en juego es que en España la justicia sea igual para todos”.
Un torero
Años antes, en 1991, Pedro J. Ramírez utilizaba su biografía para definir al juez Garzón “de motivo de orgullo de la ciudadanía (…), tan honrado y pertinaz como el legendario John Sirica -juez principal del Watergate-”. Su biografía no es el único libro donde elogia al juez que ahora tiene entre ceja y ceja. Por ejemplo, en El desquite, Ramírez se enorgullece de que Garzón siempre “acepte el envite de coger los toros más peligrosos por los cuernos”.
Elogios
“Es un juez estrella”, una persona que “enciende las expectativas sobre la globalización de la Justicia acorde con la nueva realidad mundial”, agregaba en aquella época el director de El Mundo, diario que calificó en multitud de ocasiones al prestigioso juez como una persona “independiente” o “El Príncipe de la Magistratura”.
“Guiones torcidos de Dios”
El idilio entre Garzón y Pedro J. sólo se tambaleó cuando el juez de la Audiencia Nacional aceptó ir de número dos en la lista del PSOE en Madrid. El director de El Mundo lo consideró poco menos que una traición, por lo que no dudó en dedicarle un durísimo editorial bajo el título de “Garzón tenía un precio”. Meses después, cuando Garzón abandonó su escarceo con la política, Ramírez volvió a defenderle como si nada hubiese pasado: “Baltasar Garzón ha guiado con destreza la relampagueante trayectoria del arma justiciera, dibujando en la pizarra de la historia uno de los más memorables guiones torcidos de Dios”.
El fin del idilio
Las alabanzas sólo vieron su fin cuando Garzón imputó por presunta falsedad documental a tres peritos policiales en plena campaña conspiranoica de El Mundo a cuenta de los atentados del 11 de marzo de 2004. El caso Gürtel logró transformar de forma definitiva al príncipe Garzón en rana.
Garzón contra Ramírez
Así lo reconoce el propio Baltasar Garzón en el escrito que presentó a la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial el pasado cinco de marzo para conseguir que no le suspendieran como juez:
Es preciso recordar que -por el solo hecho de haber cuestionado un informe pericial que sugería vinculaciones alucinadas de ETA con el atentado del 11 de Marzo de 2004- fui objeto de una persecución mediática sin precedentes [aunque sí con secuelas] por el periódico El Mundo, cuyo director, D. Pedro José Ramírez Codina, fue condenado por el Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Pozuelo de Alarcón, en Sentencia de 29 de Mayo de 2007, por haber atentado contra mi honor. Posteriormente, la Sección Vigésimoprimera de la Audiencia Provincial de Madrid, en Sentencia de 29 de Mayo de 2007, vino a confirmar la condena de D. Pedro José Ramírez quien, desde entonces, no deja pasar ninguna oportunidad para buscar mi denigración desde el resentimiento, sin respetar ni la verdad ni la realidad de los hechos".
jmgarrido@elplural.com
Avicena o Ibn Siná (como fue llamado en persa y en árabe) nació en el año 980 en Afshana (provincia de Jorasán, actualmente en Uzbekistán). Cuando tan sólo contaba con 17 años ya gozaba de fama como médico por salvar la vida del emir Nuh ibn Mansur. Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano árabe Abū el-Kasis de Córdoba. Libros: El canon de medicina, El libro de la curación, Poema de la medicina
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Toda la contradicción victimista del nacionalismo, todo su primario y egoísta doble rasero, toda su falta de respeto a la nación española y ...
-
La politica de la tetas gordas De repente todo el mundo se empezó a preguntar quién ...
-
El exnúmero dos del partido y miembro de la Ejecutiva llevaba tres años en Hora 25 El secretario de A...
No hay comentarios:
Publicar un comentario