lunes, 18 de enero de 2010

Los antihipertensivos podrían reducir el riesgo de presentar Alzheimer

La entidad 'Alzheimer's Disease International' prevé que el número de pacientes con demencia a nivel global casi se duplicará cada 20 años, hasta llegar a 66 millones de casos en el 2030 y más de 115 millones en el 2050







 Las medicinas que suelen usarse para tratar la hipertensión y enfermedades cardiovasculares podrían disminuir el riesgo a desarrollar Alzheimer y demencia, según indicaron científicos de Estados Unidos.

El estudio, publicado en la última edición del 'British Medical Journal' y dirigido por Benjamin Wolozin de la Escuela de Medicina de la Boston University, observó la incidencia de demencia en 800.000 pacientes estadounidenses --en su mayoría varones, con alguna enfermedad cardiaca y 65 años o más-- entre el 2002 y el 2006.

Así, la investigación muestra que las personas que toman bloqueadores de los receptores de la angiotensina eran mucho menos propensas a desarrollar enfermedades neurodegenerativas

El equipo de investigadores halló que los bloqueadores de los receptores de la angiotensina tienen un efecto adicional cuando se los combina con los inhibidores de la ECA en pacientes que ya padecían Alzheimer o demencia. Al parecer, los resultados del estudio demuestran que las personas que recibían ambos fármacos eran menos propensas a fallecer prematuramente o a ingresar en hospitales geriátricos.

Tras conocerse estos resultados, los investigadores Colleen Maxwell y David Hogan, expertos en medicina geriátrica de la Universidad de Calgary en Canadá, afirmaron que "las consecuencias en salud pública de hallar una forma efectiva de prevenir la demencia son inmensas". No obstante, advirtieron de que son necesarios nuevos estudios para verificar si estos medicamentos, podrían servir para reducir el riesgo de sufrir demencia o Alzheimer.

Se estima que actualmente demencia afecta a unos 35 millones de personas en todo el mundo y la cantidad de casos, así como su impacto en las políticas sanitarias y los costos sociales y económicos de su atención, crecerán gradualmente a medida que la población envejezca.

La hipertensión es un factor de riesgo conocido de la demencia vascular, en la cual la función cerebral se ve dañada por una serie de pequeños accidentes cerebrovasculares.

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