jueves, 7 de enero de 2010

De la Vega y su hermano, un poco más ricos gracias al régimen franquista



Jesús de la Vega Sanz compró otro piso en el mismo edificio; lo vendió en 2002 por más de 400.000 euros
La vicepresidenta primera del Gobierno vive en un piso que Franco 'regaló' a su padre.

La vicepresidenta primera del Gobierno es propietaria de un piso situado en la madrileña calle de Hernani cuyo valor actual se aproximaría a los 600.000 euros, mientras que su hermano Jesús Fernández de la Vega tuvo otra casa en la misma finca que vendió en 2002 por 420.708.478 euros.


La superficie total de cada piso es de 128 metros cuadrados, dentro de un inmueble expropiado a sus legítimos dueños durante el régimen de Franco, y que fue vendido posteriormente por el Ayuntamiento de Madrid al Patronato de funcionarios del Ministerio de Trabajo, según consta en sendas inscripciones del Registro de la Propiedad número 6 de Madrid a las que ha tenido acceso LA GACETA.

Los hermanos De la Vega se convirtieron en propietarios de estos inmuebles gracias a que su padre, Wenceslao, era abogado-inspector de Trabajo y desempeñaba sus tareas como funcionario en el ministerio del ramo; trabajo que posteriormente también desempeñaría Jesús. La finca en cuestión tiene una extensión de 3.913 metros cuadrados y fue expropiada en la década de los años 60 por la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid (Coplaco), dentro del llamado “ensanche de la Castellana”.

Las tierras, enclavadas en un barrio ya desaparecido, estaban habitadas por familias humildes quienes, junto a las casas bajas que ellos mismos edificaron, tenían huertas donde apacentaban sus pequeños rebaños de ovejas.

En diciembre de 1977 la Coplaco vendió la finca al Patronato de funcionarios del Ministerio de Trabajo por 50.878.230 pesetas y tres años más tarde, en julio de 1980, el Patronato dividió la finca y construyó pisos para sus funcionarios. Entonces Wenceslao Fernández de la Vega Pombo era abogado-inspector y trabajaba en calidad de funcionario en el Ministerio de Trabajo, lo que le permitió comprar un piso por 2.931.299 pesetas, más otro millón cuatrocientas mil pesetas de una hipoteca de Caja Madrid que pesaba sobre el inmueble. En total pagó algo más de 24.000 euros. El hermano de la vicepresidenta, compró otro piso por seiscientos euros más del precio que le costó al padre, 24.920 euros, aproximadamente. La escritura de compra tiene fecha de 19 de diciembre de 1985, con el PSOE ya en el Gobierno. Cuando 17 años después Jesús Fernández de la Vega vendió su vivienda, se embolsó un total 416.476,586 euros. Después, se trasladó a residir al señorial madrileño Paseo de Rosales.

Por su parte, la vicepresidenta primera heredó en 1997 la parte de la vivienda que le correspondía por la muerte de su padre y, en 2000, ocurrió lo mismo con la parte de su madre, Elena Sanz Roig. El piso en cuestión tiene hoy un valor aproximado de mercado de 600.000 euros.

Para la historia

Este enriquecimiento fue posible por la compraventa de unos terrenos que habían sido públicos y que fueron expropiados a la fuerza a sus legítimos propietarios con el pretexto de que “eran necesarios para ampliar el Paseo de la Castellana”.

En el recuerdo, la apostilla de Mª Teresa Fernández de la Vega cuando en agosto del pasado año visitaba Paraguay y fue presentada en un acto público como “hija de un alto funcionario del Ministerio de Trabajo durante el franquismo”. La vicepresidenta se dirigió a la tribuna y antes de comenzar su discurso, matizó: “Para que quede en la historia quiero señalar que mi padre fue un represaliado del franquismo, no un alto funcionario del franquismo”.

Durante la dictadura su padre fue distinguido con la Medalla de oro al Mérito en el Trabajo y con la Gran Cruz del Mérito Civil.

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