lunes, 30 de noviembre de 2009

Sopena, entérate: YO le doy órdenes a Aznar y a Obama

Enrique Sopena en la foto(ex del Opus)

Enric Sopena, el izquierdista que luchó contra el franquismo en la Universidad de Navarra (¡jo, jo, jo!, sería vaciando el bar), cree que estoy a las órdenes de Aznar cuando es al contrario.




Mi artículo A la señora Cataluña hay que ponerla en la puerta ha debido de hacer mucha pupa al Régimen, porque ha merecido ser citado por Avui y respondido por el caniche rabioso del Imperio Progre Enric Sopena en ElPlural, ésa que miente desde la cabecera. Como me ha dicho un amigo, en cuanto se responde al chantaje del "o me dais lo que quiero o me voy" con un "pues vete", se deshace la amenaza como se desvanencen los fantasma ante la luz del Sol.



Para atacar a José María Aznar, el ex numerario del Opus Dei emplea mi artículo y mi persona:


Entre los intelectuales ultraconservadores -cercanos todos ellos al ex presidente del Gobierno- figura Pedro Fernández Barbadillo(autor de este artículo)

Así es la talla de los estrategas de Aznar
monago de Aznar
Como buen progre, Sopena es tan inculto como sectario (hay que ser muy tonto o muy malvado para acusar a El Debate de "echar más y más leña al fuego" en la República; quizás por ese papel incendiario, el franquismo no permitió su reaparición), y araña sólo la superficie de las cosas. A ver si te enteras Sopena, que das pena. Te podría explicar que un neocón no es lo mismo que un liberal, pero dudo de que lo entendieras. Lo que sí te digo es que no tienes ni idea de quién soy. No soy un asesor de Aznar; no, ni mucho menos. Aznar está a mis órdenes. Y los de la FAES son socialdemócratas de manual; el día menos pensado los cambiamos por unos becarios del UKIP.

Te lo voy a contar todo. Hace año y medio nos reunimos en la sede de nuestra logia Búfalos Mojados los verdaderos gobernantes del mundo occidental: Karl Rove, Dick Cheney, Monty Burns y yo. Llegamos a la conclusión de que el candidato republicano, fuese el que fuese, perdería las elecciones presidenciales y decidimos, por tanto, impulsar a un desconocido y sugerente Obama, al que luego marcaríamos la agenda mediante ministros, asesores y financiadores. Y ahí lo tienes: por ejemplo, Obama ya reconoce que no cerrará Guantánamo. Las cosas seguirán como con Bush II y encima los progres como tú no se atreverán a chistar contra el ídolo que vosotros mismos habéis creado. O bien Obama mantiene las políticas esenciales de los republicanos o bien causa tal descontento y frustración que provocará en cuatro años su derrota y sustitución por un Bush III. ¡No me digas que no es genial!

Y ahora te dejo que tengo que preparar la defensa de Berlusconi para la próxima semana. (A este hombre le van a perder las mujeres.)

CODA: Una pregunta para el jefe de los servicios informativos de TVE durante el felipismo y gurkha del PSOE:
¿cómo tú, que pretendes ser de izquierdas, defiendes una norma que establece la desigualdad financiera, fiscal, laboral y educativa entre los españoles por lugar de residencia?

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