La ministra podría tener que dar explicaciones en los tribunales।
¿Se puede ser ministro de Hacienda y vivir de los bancos? Cambien Hacienda por Cultura y bancos por cine y el resultado es igual a Angeles González Sinde. Una ecuación que puede terminar en los tribunales.Se libró una vez de ser empapelada por incompatible. La Oficina de Conflicto de Intereses archivó en julio una denuncia contra ella por ser ministra y tener a la vez intereses en el cine. Pero ahora lo va a tener más difícil.La Asociación de Internautas llevará a Angeles González Sinde a los tribunales ordinarios. ¿Pruebas? Los millones de euros en subvenciones recibidos como cineasta y también las ayudas concedidas al sector desde que Zapatero la nombró ministra en abril.La directora de ‘Mentiras y gordas' recibió más de 10 millones de euros en películas que dirigió o escribió.La ministra entiende mucho de subvenciones. Ha vivido de ellas a lo largo de su carrera. Incluso ha recibido maná oficial por filmes que no han llegado a realizarse. Es el caso de Recóndita armonía, por el que recibió 12.000 euros en calidad de guionista.Se trata de una adaptación de la novela del mismo título publicada en la editorial Alfaguara por la escritora Marina Mayoral. Un relato intimista de dos mujeres, Helena y Blanca, en un marco architrillado... los años de la Revolución y la Guerra Civil.El filme iba a ser realizado por Altube Filmeak, la productora del veterano cineasta vasco Pedro Olea. Presentaron el proyecto en 1998 y las ayudas de Cultura sumaron 24.000 euros, la mitad para la productora y la otra mitad para Sinde, la guionista.Pero Recóndita armonía nunca llegó a realizarse. Olea está considerado en la profesión como un realizador solvente, con una larga trayectoria que incluye El bosque del lobo o Tormento. Pero también es uno los cineastas de la plataforma Hay motivo contra el Gobierno de Aznar, en la que intervinieron titiriteros de la ceja como Cuerda, El Gran Wyoming o Victor Manuel. El corto de Olea se titulaba Se vende colegio y trataba un centro escolar que era adquirido por los Legionarios de Cristo.El dinero público que ha recibido la actual ministra de Cultura no se ha traducido en éxito en taquilla. De todos las películas subvencionadas en las que la ministra ha participado sólo dos han figurado entre las más taquilleras: Mentiras y gordas (como guionista) con más de 4.220.000 euros y Una palabra tuya (guionista y directora) con 1.135.500 euros. Las dos rentables. Aunque en el caso de la primera sea mediante un bodrio de contenido, apología cutre del sexo juvenil y las drogas.Ninguno de los demás largometrajes ha llegado a recaudar el millón de euros. A pesar de que la señora ministra recibió por ellos buenos picos.
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