viernes, 17 de julio de 2009

La indecencia de nuestros políticos

DE todo esto, tenemos todos la culpa, por consentirlo.Tenemos lo que votamos y lo que permitimos.

SÍ, ES INDECENTE INDECENTE- es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996 pudiendo llegar con dietas y otras prebendas a 6.500 €/mes.INDECENTE- es que un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera. INDECENTE- es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca, (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).INDECENTE- es comparar la jubilación de un diputado con la de una viuda.INDECENTE- es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete y que los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima solo necesiten jurar el cargo.INDECENTE- es que los diputados sean los únicos ¿trabajadores? de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo al IRPF. INDECENTE- es colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotes) con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados. INDECENTE- es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos politicos aprobados por los mismos políticos que viven de ellos. INDECENTE- es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural). INDECENTE- es el coste que representa para los ciudadanos las comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier que usan los politicos. INDECENTE- es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año (alguno solo debe de aparecer para cobrar).INDECENTE - es que sus señorías cuando cesan en el cargo tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses. INDECENTE- es que ex ministros, ex secretarios de estado y altos cargos de la política cuando cesan son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público. INDECENTE- es que se utilice a los medios de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios sólo representan un coste para el bolsillo de los ciudadanos. INDECENTE- es que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad les sirven. Y mientras, hablan de política social y derechos sociales. ¡¡QUÉ INDECENCIA!!

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