Las instituciones europeas muchas veces se relacionan con una palabra: burocracia. Y esta suele conllevar otra: gastos excesivos. Al Parlamento Europeo se le critica mucho que tenga tres sedes en lugar de una, lo que lógicamente multiplica los costes. Pero sin duda lo más criticado siempre han sido las dietas que cobran los eurodiputados y las escasas exigencias de la UE para que se aprieten el cinturón. A partir de las elecciones, el PE no dará tanta carta blanca por ejemplo para pagar billetes de avión de cualquier precio pero los diputados españoles cobrarán 4.000 euros más al mes.
Hasta ahora los sueldos de los parlamentarios son costeados por sus respectivos países de origen y, por tanto, suelen ser iguales a los diputados nacionales y varían mucho de unos estados a otros. En el caso de España el salario es de 3.126 euros al mes.
Además, la UE les paga: una dieta fija por viajes al PE de 1.500 euros al mes, un máximo de 4.148 euros al año para desplazamientos puntuales a otros lugares en el desempeño de sus funciones, 298 euros de dietas diarias por cada día de asistencia a las reuniones oficiales del PE y 4.202 euros al mes por gastos de despacho, informáticos, etc, aunque esta dieta se reduce a la mitad si faltan a la mitad de sesiones sin justificarlo. Por si fuera poco, cada diputado puede gastar 17.500 euros al mes en asistentes para ayudarle. Actualmente hay 1.510 asistentes acreditados que cuestan al erario comunitario casi lo mismo que los políticos.
A partir de las elecciones de junio, los sueldos cambiarán aunque habrá un periodo de transición en el que los estados elegirán que método prefieren y los diputados reelegidos podrán optar por el sistema actual. Según el nuevo estatuto de los diputados que entrará en vigor entonces, será la UE y no los estados la que pague los salarios y todos cobrarán lo mismo: 7.665 euros brutos al mes, más las dietas antes mencionada salvo los 1.500 euros fijos de viajes ya que con el nuevo estatuto solo se les reembolsarán los billetes en clase turista o se les pagará el tres o el kilometraje.
Entre políticos, funcionarios y asistentes de diputados hay 7.600 personas trabajando en el Parlamento Europeo en 24 edificios, 14 en Bruselas, 4 en Estrasburgo y 6 en Luxemburgo.
Hasta ahora los sueldos de los parlamentarios son costeados por sus respectivos países de origen y, por tanto, suelen ser iguales a los diputados nacionales y varían mucho de unos estados a otros. En el caso de España el salario es de 3.126 euros al mes.
Además, la UE les paga: una dieta fija por viajes al PE de 1.500 euros al mes, un máximo de 4.148 euros al año para desplazamientos puntuales a otros lugares en el desempeño de sus funciones, 298 euros de dietas diarias por cada día de asistencia a las reuniones oficiales del PE y 4.202 euros al mes por gastos de despacho, informáticos, etc, aunque esta dieta se reduce a la mitad si faltan a la mitad de sesiones sin justificarlo. Por si fuera poco, cada diputado puede gastar 17.500 euros al mes en asistentes para ayudarle. Actualmente hay 1.510 asistentes acreditados que cuestan al erario comunitario casi lo mismo que los políticos.
A partir de las elecciones de junio, los sueldos cambiarán aunque habrá un periodo de transición en el que los estados elegirán que método prefieren y los diputados reelegidos podrán optar por el sistema actual. Según el nuevo estatuto de los diputados que entrará en vigor entonces, será la UE y no los estados la que pague los salarios y todos cobrarán lo mismo: 7.665 euros brutos al mes, más las dietas antes mencionada salvo los 1.500 euros fijos de viajes ya que con el nuevo estatuto solo se les reembolsarán los billetes en clase turista o se les pagará el tres o el kilometraje.
Entre políticos, funcionarios y asistentes de diputados hay 7.600 personas trabajando en el Parlamento Europeo en 24 edificios, 14 en Bruselas, 4 en Estrasburgo y 6 en Luxemburgo.
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