sábado, 2 de mayo de 2009

IU descalifica a Aguilar por disculparse por implicar a González en los GAL

Las polémicas declaraciones de la ex alcaldesa de Córdoba Rosa Aguilar, han levantado una polvareda entre sus ex compañeros de IU. Las palabras que el diario El País le atribuye en una entrevista en las que anuncia que pedirá disculpas al ex presidente del Gobierno Felipe González por haberle relacionado con los GAL y acusarle de «tener las manos manchadas de sangre por los GAL» han caído como una bomba.
Se producen justo tras haber abandonado IU para incorporarse al Gobierno andaluz del PSOE, que encabeza José Antonio Griñán. Sus palabras han provocado auténtica indignación entre los que hasta la semana pasada eran sus compañeros de filas, quienes califican directamente de «vomitivas» sus palabras.
«Hoy la gente tiene ganas de devolver. Hablo de cualquier persona, no sólo de los militantes de IU que están dolidos por el transfuguismo... Ella no puede pedir perdón por la denuncia de que Felipe González era el señor X de los GAL, porque la hizo Julio Anguita y el grupo de diputados de Izquierda Unida. Rosa no tiene autoridad para hacerlo. IU tiene ese patrimonio, de haber luchado por los valores de la democracia independientemente de qué Gobierno estuviera atentando contra ellos. Lo que ha dicho es vomitivo».
La conclusión es del malagueño Antonio Romero, su antiguo compañero de escaño, el codo en el que se apoyó para denunciar el terrorismo financiado desde las cloacas del Estado. «A mí aquella posición de denuncia me costó no ser alcalde de Málaga», asegura. «Pero si retrocediéramos en el tiempo tengo muy claro que volvería a repetirla, porque no puedo comulgar con los crímenes de Estado», advierte Romero, ya retirado de la primera línea política.
Para el ex coordinador general de IU en Andalucía, «no se puede pedir perdón por una trayectoria política. Ahora Rosa Aguilar ha perdido la dignidad, porque está claro que esto es un peaje por ser consejera de la Junta, que le lleva a arrepentirse de haber luchado contra el GAL y la corrupción de los Gobiernos de González». Romero asegura que «ministros» del Gobierno de Zapatero le confirmaron que al ex presidente del Gobierno «le había incomodado» el fichaje de la alcaldesa cordobesa.
Cláusula de un contrato
También comparte esa teoría el ex líder comunista Felipe Alcaraz: «Lo venían diciendo responsables del PSOE cordobés, que ella iba a tener que dar este paso». A su juicio, ésta «era una de las cláusulas de contrato que el propio presidente Griñán ha dicho que ha firmado con Rosa Aguilar. Podía estar escrita con letras más pequeñas o más grandes, pero está claro que formaba parte del acuerdo». «Vivimos tiempos difíciles; amor en los tiempos de la gripe porcina. Todo se convierte en mercado, aunque en política, a diferencia del fútbol, no hay cláusulas de rescisión... Lo que queda por ver es si al PSOE le sale o no bien la jugada», afirma sardónico Alcaraz.
En la actual dirección andaluza de IU se quiere pasar página con todas las consecuencias. El coordinador general, Diego Valderas, se limitó a decir ayer que Rosa Aguilar «es pasado» y que «ella sola ya se califica con esa entrevista», pero para excusarse y no valorar el perdón que reclama la antigua portavoz de la coalición de izquierdas en el Congreso.
Quien no se muerde la lengua es el parlamentario andaluz de IU Juan Manuel Sánchez Gordillo: «Lo que ha dicho es de una hipocresía infinita. Cuando uno renuncia a su pasado, se traiciona a sí mismo. No se puede pedir perdón por una verdad histórica como esta».

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