El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, anunció este jueves en el Parlamento andaluz su intención de fusionar por la vía rápida “para evitar absorciones" las cinco cajas andaluzas (Unicaja, Cajasol, Cajasur, Caja Granada y Caja de Jaén). La idea de Griñán plantea que cada caja mantenga la marca comercial y su Obra Socio-Cultural. Esta entidad, según aseguraron fuentes financieras andaluzas consultadas por El Confidencial, podría funcionar de la misma forma que lo hace actualmente la CECA, como una caja de cajas.
El miedo del dirigente andaluz es que haya otras entidades fuera de Andalucía que pueda hincar el diente a alguna caja de la comunidad que esté en apuros. “Hoy quedan cinco cajas en Andalucía, y puede ser que en el futuro queden menos”, advirtió Griñán, que reconoció que quiere que estas alianzas estratégicas se produzcan “pronto”, con idea de evitar que “el pez grande se coma al chico”. En su opinión, “se trata de resistir ante lo que pueda venir”.
El presidente de la Junta de Andalucía aún no ha definido la letra pequeña de esta caja única, pero el anuncio ha pillado con el paso cambiado a algunas entidades financieras andaluzas, como el caso de Cajasol, cuyo portavoz ha admitido a este diario que carecía de “un criterio definido” sobre este asunto, a pesar de que el presidente de la caja sevillana, Antonio Pulido, ya adelantó el pasado mes de febrero que contemplaba “a corto o medio plazo nuevas alianzas”.
El encaje jurídico, la unificación de los servicios centrales y de las redes son algunas de las incógnitas del plan Griñán para reordenar el sistema financiero andaluz, actualmente liderado por la Unicaja que preside Braulio Medel, que declinaron hacer comentarios a este diario.
Fuentes próximas a la entidad malagueña destacaron a El Confidencial que la propuesta de Griñán no se trata de “una fusión en toda regla, sino de alianzas estratégicas”. “Lo que tienen que explicar”, detallaron, “es el cómo. Si esto tendrá ventajas en la gestión, en la captación de recursos y en la compra del dinero”.
Una de las ventajas del nuevo mapa de las cajas andaluzas que prevé la Junta de Andalucía sería el desterrar de una vez el debate de dónde estaría la sede de la llamada caja única, si en Sevilla o en Málaga, uno de los motivos que más ha enconado el debate de la fusión entre Unicaja y Cajasol anunciada por Manuel Chaves el pasado 25 de diciembre y que el ex portavoz del Gobierno andaluz, Enrique Cervera, ahora en el núcleo duro de Chaves en la Vicepresidencia Tercera del Gobierno Central, había despejado a principios de este mes de abril: “El panorama permite continuar con esa hoja de ruta que desemboque en una gran entidad de ahorros en Andalucía”.
Lo que continúa vigente es que este proceso de fusiones anunciado por Griñán abrirá, de nuevo, posiciones incómodas y rápidos movimientos de ficha para ver si alguna de las cajas andaluzas tendrá un papel más relevante que otro. La unión entre entidades financieras establece una única cultura empresarial, algo aún de complicado encaje en cajas con un marcado arraigo local.
Por este motivo, las cajas andaluzas aplaudieron los contactos de Unicaja con Caja Castilla-La Mancha para que la entidad malagueña absorba a la entidad manchega. Se trataba de no perder la independencia, un planteamiento que ha tenido que Griñán tiene muy en cuenta en el futuro de las cajas andaluzas.
El coordinador general IULV-CA, Diego Valderas, reclamó la intervención del Ejecutivo andaluz en el sector financiero, ya que la situación no es la mejor y “en los próximos seis meses empeorará y será más complicado”. Griñán tiene claro que la competencia “fundamental” del Gobierno andaluz es “inducir estrategias, pero nunca intervenir”.
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