CajaSur, entidad dependiente del Cabildo catedralicio de Córdoba, ha intentado mejorar su nivel de capitalización mediante una emisión de acciones preferentes, por cuantía indeterminada, que iba a ser adquirida en su totalidad por la Iglesia Católica a través de distintas instituciones eclesiales. La iniciativa, sin embargo, no ha llegado a cuajar por la oposición de algunos Obispos, que no han considerado misión de la Iglesia el participar en este tipo de negocios financieros.
A estas alturas, es un secreto a voces recordar que la caja cordobesa es una de las entidades que atraviesa por mayores dificultades a cuenta de la grave crisis económica en curso. Con una tasa de morosidad que a finales de abril era del 6,60%, distintas fuentes aseguran que CajaSur “viene tropezando con algunas dificultades para cubrir el coeficiente de solvencia” bajo la presión de los ajustes requeridos por el Banco de España y el propio cumplimiento del calendario de dotaciones a que obliga la normativa en vigor.
Ante esta situación, la dirección de la entidad ha orientado sus esfuerzos a mejorar sus ratios de solvencia por la vía de fortalecer sus recursos propios. ¿Cómo capitalizarse? Sus responsables lo han intentado por dos vías: mediante una fusión de las tres Cajas de Ahorro dependientes de la Iglesia (Cajacírculo de Burgos, Caja de la Inmaculada de Aragón (CAI), y CajaSur, de Córdoba). En las tres, el organismo fundador está ligado a la Iglesia Católica, que es quien más consejeros mantiene en cada una de ellas.
El proyecto, con todo, no pasó de una etapa exploratoria por diferencias de criterio entre los respectivos Obispados, además de los problemas legales derivados de la presencia de las tres Cajas en otras tantas Comunidades Autónomas. Un alto responsable de Cajacírculo manifestó a este diario semanas atrás que la posible fusión en ningún momento había sido considerada por los órganos de Gobierno de la entidad: “A nosotros nadie nos ha dicho nada al respecto”.
Ante esta situación, los responsables de CajaSur han barajado a fondo la posibilidad de llevar a cabo una emisión de preferentes a suscribir en su totalidad por la Iglesia, a través de las diversas instituciones ligadas a la jerarquía eclesial, incluso la propia cadena de emisoras COPE. “Pero tampoco aquí se ha concretado un acuerdo con los ecónomos de la Conferencia Episcopal”, aseguran las fuentes.
Y ello por dos razones fundamentalmente: porque no pocos Obispos han considerado que suscribir esa emisión no era tarea que tuviera que ver con la misión de la Iglesia Católica, por un lado, y porque aceptar ese petición podría servir de precedente capaz de obligar a la jerarquía a atender peticiones similares de las otras dos Cajas de dependencia eclesial en caso necesario.
El resultado de ambos intentos fallidos colocan a CajaSur ante una encrucijada. En Andalucía no se ve más solución que abordar una fusión con otra caja de ahorros de la región, capaz de otorgar algún tipo de contraprestación al Cabildo cordobés. Y aquí las opciones son contadas para Santiago Gómez Sierra, presidente de la entidad cordobesa: o llegar a un acuerdo con Antonio Pulido (CajaSol), como ya informó este diario, o echarse en brazos de Braulio Medel, presidente de Unicaja, que a buen seguro no dejará pasar por alto esta oportunidad.
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