Marisol Muñoz y María de los Ángeles García, las agentes de la Policía Local asesinadas en 1996 cuando perseguían a los atracadores de una sucursal del Banco Santander, cuentan desde ayer con sendas calles junto a la glorieta Amadora। Al descubrimiento de rótulos asistieron familiares, compañeros, y buena parte de la Corporación municipal, responsables de la Policía Local -entre ellos, el actual jefe, Rafael Foche-, familiares y amigos de las fallecidas y representantes políticos, entre los que estuvo Rafael Merino, el alcalde de la ciudad en el momento del suceso. Y, entre el auditorio, otro de los protagonistas de aquella aciaga jornada, Manuel Castaño, el guardia de seguridad que fue tomado como rehén por los atracadores y que, desde entonces, se encuentra postrado en una silla de ruedas: "Marisol y María de los Ángeles, a partir de ahora, se quedarán en el recuerdo de la ciudad para siempre. Las dos se lo tenían merecido", exaltó. "Hemos aprendido algunas cosas, como que la ausencia de Marisol es eterna. El tiempo apenas consigue mitigar el dolor", reconoció Martín Muñoz, el hermano de una de las agentes fallecidas(jefe de la Policía Local de León)Ismael García, el hermano de María de los Ángeles, también dirigió unas palabras al auditorio: "Los familiares queremos mostrar el mayor agradecimiento para la plantilla de la Policía Local, que en 13 años han mantenido viva la memoria de dos compañeras que dieron la vida por la ciudad", dijo.
Ni siquiera tuvieron tiempo de defenderse. Angeles y Soledad murieron acribilladas a balazos sobre los asientos de su coche patrulla. Lo último que vieron fue la boca de un fusil ametrallador vomitando proyectiles sobre el vehículo. Sin compasión, el asesino apretó el gatillo hasta que el cargador quedó completamente vacío.
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