PD).- Si bien es cierto que la historia de Bermejo ha sido un verdadero despropósito que pesará para siempre en el debe de ZP, no en mejor lugar están Maleni, la responsable de los desastres de Fomento y, sobre todo, Pedro Solbes, al que se le amontonan los millones de parados en las filas del Inem. ¿Qué hay detrás de la dimisión de Bermejo? ¿Por qué ZP le larga y mantiene a los otros dos? Lo cierto que es ha sido el propio cazador el que, al no sentir el aliento de sus compañeros de Gabinete, ha decidido irse. Y a menos de una semana de las elecciones, lo que ha encolerizado más al presidente.
«Hemos luchado contra los padres y ahora nos toca luchar contra los hijos». Con esta descarga ideológica -pese a ser hijo de un jefe provincial del Movimiento- comenzó su tarea el ministro de Justicia más sectario de la democracia. Pese a que ha sido la cacería en compañía de Baltasar Garzón y del Jefe de la Policía Judicial, junto a la primera huelga de jueces en España, los que han puesto la guinda a una carrera política, las polémicas de Bermejo han sido constantes.
Desde que tomara cargo en la cartera de Justicia, en febrero de 2007, el ministro se ha visto envuelto en sonadas polémicas. Pese a hacer gala constantemente de su condición de "rojo", una de las primeros escándalos que tuvo que hacer frente fue a cuenta de la baja laboral de su mujer.
Mariano Fernández Bermejo se arrancó a bailar en el primer acto de campaña animado por la canción «Que el tiempo no te cambie», utilizada por el PSOE para animar sus mítines. «Motivos para creer» se leía detrás. Mientras Bermejo bailoteaba, moviendo las manos y los pies al compás de la música como si estuviera en una discoteca, los funcionarios de Justicia se levantaban en pie de guerra por sus condiciones laborales. Siguiendo el ritmo con los pies y con las palmas, estaba su mujer, Susana Sánchez-Herrero. Lo curioso del asunto es que la esposa de Bermejo llevaba un mes y medio de baja en su trabajo, en la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.
Tan sólo unas semanas antes, el ministro de Justicia volvía a ocupar las portadas de los medios de comunicación por las reformas realizadas en su vivienda oficial de Madrid. Unas obras en las que se gastó 250.000 euros.
El enfrentamiento con los jueces ha sido otro de los «leit motiv» de su carrera política. En septiembre de 2008, a raíz de la muerte de la pequeña Mari Luz, Bermejo ordena suspender a la secretaria judicial del juez Tirado entre seis meses y tres años. A raíz de aquel hecho, se organizó un paro de secretarios judiciales. La polémica con el Poder Judicial desembocó en la reciente huelga de jueces, que cosechó un importante éxito y puso en el alero su puesto. Bermejo amenazó el mismo día con prohibir este tipo de movilizaciones. Fernández Bermejo, quien asegura que ha presentado la dimisión «porque están utilizando asuntos personales en su contra», ha sido el primer ministro de la historia de España que se ha tenido que enfrentar a una huelga de jueces, según recuerda ABC.
Y para poner la guinda a una carrera política marcada por el escándalo, la cacería con Garzón en la provincia de Jaén, además sin licencia, ha sido lo que finalmente le ha costado el puesto.
MALENI Y SOLBES, EN LA POLTRONA
¿Y por qué dimite Bermejo y no Solbes o Magdalena Álvarez? Si al que se le amontonaran los parados y a la que se le apilaran los desastres fuesen ministros del Partido Popular los menos que le estarían llamando desde la Factoría Pepiño sería antipatriota. Pedro Solbes, el ministro de Economía que en el debate con Manuel Pizarro tachó a éste de alarmista por decir algo la que se avecinaba era gorda. Y Maleni, la de "antes partía que doblá"
El Solbes arrogante, displicente, prepotente de entonces se ha convertido en el hombre apocado, encogido, balbuceante de nuestros días. No por humildad, virtud que desconoce el equipo de Gobierno, sino porque no tiene otro lugar donde esconderse.
Con una grandes dotes para el engaño, "el mentalista" Zapatero y su escudero Solbes llevan meses haciendo que los españoles vean visiones. Pero a estas alturas, ya ni ellos mismos pueden ser optimisas y ambos pintan un panorama color hormiga para 2009. Las previsiones del ejecutivo de Zapatero sobre el paro, el crecimiento económico español y el déficit público auguran el recrudecimiento de la crisis en los próximos veinticuatro meses pues la recuperación no llegará hasta 2011.
SOLBES: "ENVIDIO A BERMEJO"
El PP le ha pedido en numerosas ocasiones que "se quite de en medio". En las encuestas, Pedro Solbes se ha demostrado un bluff que se está desinflando a una velocidad de vértigo. Sin embargo, ahí sigue aunque con ganas de tirar la toalla.
Habiendo superado la edad de jubilación -tiene 66 años- y dedicado ahora a lidiar con una crisis económica sin precedentes, Pedro Solbes no ha ocultado su anhelo por abandonar el Gobierno, informa Carlos Segovia en El Mundo.
Después de intervenir en una conferencia, Solbes dijo que respetaba la decisión de su ex colega y estimó que no tendría repercusiones en el resto del equipo de Gobierno. Y añadió a continuación: "Sí, le envidio en que ya es un ex ministro".
Y, ¿qué decir de Maleni que no se haya dicho ya? Ni el diluvio universal puede mover de su silla a la ministra del caos. Zapatero y todo su Gobierno han salido en defensa de la gestión de la ministra de Fomento. La última vez, tras los acontecimientos derivados del temporal en España.
"Lo está haciendo muy bien".
Ante las reiteradas peticiones de dimisión de Álvarez, Zapatero ha salido siempre diciendo que la titular de Fomento ha gestionado "y lo va a seguir haciendo".
La última anécdota de Lady Calamidad es su viaje a Siberia para conocer cómo se gestionan aeropuertos nevados. Una ministra de chufla que, sin embargo, sigue agarrada como una lapa -con el beneplácito de ZP- a su poltrona.
Solbes y Maleni, dos lastres pesadísimos para un Gobierno del que Bermejo ha decidido salir pitando. Y Zapatero, en privado, ha dejado de sonreír.
«Hemos luchado contra los padres y ahora nos toca luchar contra los hijos». Con esta descarga ideológica -pese a ser hijo de un jefe provincial del Movimiento- comenzó su tarea el ministro de Justicia más sectario de la democracia. Pese a que ha sido la cacería en compañía de Baltasar Garzón y del Jefe de la Policía Judicial, junto a la primera huelga de jueces en España, los que han puesto la guinda a una carrera política, las polémicas de Bermejo han sido constantes.
Desde que tomara cargo en la cartera de Justicia, en febrero de 2007, el ministro se ha visto envuelto en sonadas polémicas. Pese a hacer gala constantemente de su condición de "rojo", una de las primeros escándalos que tuvo que hacer frente fue a cuenta de la baja laboral de su mujer.
Mariano Fernández Bermejo se arrancó a bailar en el primer acto de campaña animado por la canción «Que el tiempo no te cambie», utilizada por el PSOE para animar sus mítines. «Motivos para creer» se leía detrás. Mientras Bermejo bailoteaba, moviendo las manos y los pies al compás de la música como si estuviera en una discoteca, los funcionarios de Justicia se levantaban en pie de guerra por sus condiciones laborales. Siguiendo el ritmo con los pies y con las palmas, estaba su mujer, Susana Sánchez-Herrero. Lo curioso del asunto es que la esposa de Bermejo llevaba un mes y medio de baja en su trabajo, en la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.
Tan sólo unas semanas antes, el ministro de Justicia volvía a ocupar las portadas de los medios de comunicación por las reformas realizadas en su vivienda oficial de Madrid. Unas obras en las que se gastó 250.000 euros.
El enfrentamiento con los jueces ha sido otro de los «leit motiv» de su carrera política. En septiembre de 2008, a raíz de la muerte de la pequeña Mari Luz, Bermejo ordena suspender a la secretaria judicial del juez Tirado entre seis meses y tres años. A raíz de aquel hecho, se organizó un paro de secretarios judiciales. La polémica con el Poder Judicial desembocó en la reciente huelga de jueces, que cosechó un importante éxito y puso en el alero su puesto. Bermejo amenazó el mismo día con prohibir este tipo de movilizaciones. Fernández Bermejo, quien asegura que ha presentado la dimisión «porque están utilizando asuntos personales en su contra», ha sido el primer ministro de la historia de España que se ha tenido que enfrentar a una huelga de jueces, según recuerda ABC.
Y para poner la guinda a una carrera política marcada por el escándalo, la cacería con Garzón en la provincia de Jaén, además sin licencia, ha sido lo que finalmente le ha costado el puesto.
MALENI Y SOLBES, EN LA POLTRONA
¿Y por qué dimite Bermejo y no Solbes o Magdalena Álvarez? Si al que se le amontonaran los parados y a la que se le apilaran los desastres fuesen ministros del Partido Popular los menos que le estarían llamando desde la Factoría Pepiño sería antipatriota. Pedro Solbes, el ministro de Economía que en el debate con Manuel Pizarro tachó a éste de alarmista por decir algo la que se avecinaba era gorda. Y Maleni, la de "antes partía que doblá"
El Solbes arrogante, displicente, prepotente de entonces se ha convertido en el hombre apocado, encogido, balbuceante de nuestros días. No por humildad, virtud que desconoce el equipo de Gobierno, sino porque no tiene otro lugar donde esconderse.
Con una grandes dotes para el engaño, "el mentalista" Zapatero y su escudero Solbes llevan meses haciendo que los españoles vean visiones. Pero a estas alturas, ya ni ellos mismos pueden ser optimisas y ambos pintan un panorama color hormiga para 2009. Las previsiones del ejecutivo de Zapatero sobre el paro, el crecimiento económico español y el déficit público auguran el recrudecimiento de la crisis en los próximos veinticuatro meses pues la recuperación no llegará hasta 2011.
SOLBES: "ENVIDIO A BERMEJO"
El PP le ha pedido en numerosas ocasiones que "se quite de en medio". En las encuestas, Pedro Solbes se ha demostrado un bluff que se está desinflando a una velocidad de vértigo. Sin embargo, ahí sigue aunque con ganas de tirar la toalla.
Habiendo superado la edad de jubilación -tiene 66 años- y dedicado ahora a lidiar con una crisis económica sin precedentes, Pedro Solbes no ha ocultado su anhelo por abandonar el Gobierno, informa Carlos Segovia en El Mundo.
Después de intervenir en una conferencia, Solbes dijo que respetaba la decisión de su ex colega y estimó que no tendría repercusiones en el resto del equipo de Gobierno. Y añadió a continuación: "Sí, le envidio en que ya es un ex ministro".
Y, ¿qué decir de Maleni que no se haya dicho ya? Ni el diluvio universal puede mover de su silla a la ministra del caos. Zapatero y todo su Gobierno han salido en defensa de la gestión de la ministra de Fomento. La última vez, tras los acontecimientos derivados del temporal en España.
"Lo está haciendo muy bien".
Ante las reiteradas peticiones de dimisión de Álvarez, Zapatero ha salido siempre diciendo que la titular de Fomento ha gestionado "y lo va a seguir haciendo".
La última anécdota de Lady Calamidad es su viaje a Siberia para conocer cómo se gestionan aeropuertos nevados. Una ministra de chufla que, sin embargo, sigue agarrada como una lapa -con el beneplácito de ZP- a su poltrona.
Solbes y Maleni, dos lastres pesadísimos para un Gobierno del que Bermejo ha decidido salir pitando. Y Zapatero, en privado, ha dejado de sonreír.
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