Nunca se sabe si tiempos pasados fueron mejores, pero la Galicia de Fraga era mucho más vendible que la del despilfarro de Touriño. Al ritmo al que gasta, habrá que revisarlo
El agasajo al actor Martin Sheen en una conocida calle de restaurantes en Madrid le salió por un pico a la Xunta.
Los rigores de la crisis económica apenas se dejan sentir en la Xunta de Galicia. Los gastos cuantiosos y superfluos del presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, en las reformas de estancias oficiales se suceden en los últimos días en las portadas del diario ABC. El principio de austeridad en la gestión de los fondos públicos le resulta un tanto extraño. Al millonario dispendio en coches oficiales, le ha seguido reformas, con decoración y mobiliario incluidos, por valor de 4 millones de euros. Los ejemplos son significativos. La Xunta del bipartito se ha gastado 113.803 euros en un lujoso pavimento de vidrio resistente "a manchas y arañazos", acorde con sillas por importe de 2.269 euros cada una y una mesa para las reuniones del Gobierno autonómico por valor de 26.284 euros. El apartado más caro de las obras es el de la implantación de las nuevas tecnologías en dos salas de reuniones y la nueva sala de prensa, que asciende a 1,1 millones de euros. Razones tenía el bipartito para preocuparse porque el diario monárquico no sacase a la luz un derroche, que representa no sólo una gestión inaceptable de los recursos de la administración autonómica, sino también una ofensa a la situación de necesidad básica en la que viven cada día más españoles. Todo ello ha provocado las lógicas reacciones y críticas por parte del Partido Popular, e indignación entre los ciudadanos, en particular entre los gallegos que están llamados a las urnas el próximo 1 de marzo. Pero éstos no son los únicos ejemplos de despilfarro público. También queda claro que a los altos cargos socialistas de la Xunta les gustan los restaurantes de lujo. Días atrás, según denunciaba este miércoles un oyente del programa de Carlos Herrera en Onda Cero, miembros del staff de Emilio Pérez Touriño agasajaron al actor estadounidense, Martín Sheen (hijo de un gallego del municipio pontevedrés de Salcedas de Caselas y conocido por su papel como presidente de EE.UU. en la serie El ala oeste de la Casa Blanca), y a su hijo y también actor, Emilio Estévez, alrededor de una mesa. El homenaje culinario tuvo lugar en una de las mecas gastronómicas de Madrid, un famoso restaurante sito en la calle Cava Baja. A diferencia de la contención mostrada por Sheen y su vástago a la hora de pedir, pues apenas si picotearon, el resto del nutrido grupo de comensales cometió excesos, entre otros degustando angulas. Total, la cuenta de la fiesta corría a cargo de la Xunta de Galicia. Tras aquel y, según los rumores que llegan a Garganta Profunda, otros festines, los actores cumplieron con su papel. Y ese no era otro que acompañar este martes al mismísimo Emilio Pérez Touriño en un acto en la capital de España de presentación del Catálogo de Actores y Actrices de Galicia. La ceremonia se limitó a un posado del presidente de la Xunta de Galicia con Martín Sheen y Emilio Estévez, junto a otros actores españoles como Pilar Bardem. Ahora sólo queda que Touriño explique el precio de traerse a dos estrellas de Hollywood, a no ser que formen parte de su propio Plan E de reactivación económica.
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