Como en un sueño, del que luego, al despertar, se ve la triste realidad, ayer el "iluminado" presidente de Gobierno, ZP, se despachó diciendo que en Marzo "es posible" (o sea que ni él mismo duda de sus propias mentiras) que cuando los Ayuntamientos realicen obras gracias al dinero que la administración les dé lo prometido (si es que llega, porque dinero hay poco), el paro pueda reducirse algo "temporalmente".
Y menos mal que está muy callado, ahora, el Ministro de Economía, Sr. Solbes, porque cuando habla lo hace en estado sonambúlico o en duermevela y no se le entiende nada de lo que dice. Aunque es mejor así, porque no nos tenemos que tragar tanta mentira.
Si así fuera, si se "reactiva temporalmente el paro", será pan para hoy y hambre para mañana, ya que no se invertirá en medidas productivas que creen riqueza y activen la cadena del consumo, sino en limpiar caminos y cunetas.
A partir de Marzo, habrá más de 1,5 millones de parados que no tendrán derecho al cobro de subsidio de desempleo. Ayer un alto cargo de ese Ministerio de Trabajo (ahora llamado del Paro lo insinuó, aunque dijo que esas medidas las darían a conocer "a su debido tiempo". Creo que cuando pasen las próximas elecciones. Lo que da a entender que las medidas van a ser "jodidas" para los parados).
Este Gobierno no sabe donde está, ni qué hacer y sólo da palos de ciego. Que Dios nos coja confesados.
Eso sí, va a donar 5 millones de euros a los terroristas de Hamás, que irán, ya se encargarán los terroristas de ello, no para dar de comer a la población hambrienta, ni para comprar medicinas, sino para adquirir armas con las que seguir provocando a Israel, para luego criminalizar a una nación que lo único que está haciendo es utilizar la legítima defensa
Avicena o Ibn Siná (como fue llamado en persa y en árabe) nació en el año 980 en Afshana (provincia de Jorasán, actualmente en Uzbekistán). Cuando tan sólo contaba con 17 años ya gozaba de fama como médico por salvar la vida del emir Nuh ibn Mansur. Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano árabe Abū el-Kasis de Córdoba. Libros: El canon de medicina, El libro de la curación, Poema de la medicina
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