El socialismo de ZP: no hay para pensiones pero sí para balnearios

Cualquier político conoce de sobra el peso de la tercera edad en el conjunto del electorado। Más aún en un país envejecido como lo está España। Por supuesto, José Luis Rodríguez Zapatero y su ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, también lo saben.No es que los pensionistas anden muy contentos con el presidente este año de confirmación de la peor crisis económica que ha padecido España. Por decisión del Gobierno, la mayoría de las pensiones han subido en este 2009 un 2,4%. Ni más ni menos que la inflación prevista del 2% más la desviación del 0,4% del IPC en el pasado mes de noviembre. Eso sí, en su última comparecencia del año, al presidente se le llenó la boca hablando de una subida media del 6%, pero eso es sólo para las pensiones mínimas, que no representan la mayoría.En la hucha de la Seguridad Social no hay dinero para subir el grueso de las pensiones más allá de lo que se ha incrementado el coste de la vida pero sí lo hay para ofrecerles un premio de consolación a unos cuantos afortunados. Que son sólo una pequeña parte y entre los que no se incluyen los jubilados que no llegan a fin de mes. Puesto que estos últimos no tienen ni para cubrir sus necesidades más básicas, así que menos todavía para aguas termales. Es el socialismo que practica Zapatero.A pesar de la crisis y del agujero cada vez mayor en las arcas públicas, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales ha decidido contratar para este año 250.000 plazas en 90 balnearios de toda España dentro del Programa de Termalismo Social que el Gobierno pone a disposición de la tercera edad desde hace dos décadas. El número de plazas no ha menguado ni un ápice desde el año pasado, aunque las circunstancias económicas sean bastante más adversas. En total, el Estado se gastará en 2009 en este programa cerca de 40 millones de euros, el equivalente a 6.655 millones de las antiguas pesetas. Sólo en el balneario cacereño de los Baños de Montemayor el Ejecutivo se va a dejar 1,72 millones de euros, según figura en el contrato. Otros 1,63 millones en los Baños de la Concepción (en la provincia de Albacete), y así sucesivamente. El Ejecutivo les paga a los beneficiarios una media de 158 euros del coste de la estancia, el resto lo pagan de su bolsillo. Mientras tanto, y según los sindicatos, uno de cada tres jubilados españoles vive en riesgo de pobreza.

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