El beneficiario es un menor con fibrosis quística de Salamanca que se recupera con éxito de la intervención · Este injerto es el primero de España y de los pocos realizados a nivel mundial
Cuando parecía que apenas quedaban logros por conquistar en el terreno de los trasplantes, el Hospital Universitario Reina Sofía ha logrado alcanzar un nuevo reto. En esta ocasión, además, de dimensiones mundiales. Se trata del primer trasplante realizado en España y de los primeros del mundo en un niño con un único pulmón. Para ello, Juan Manuel González Hernández, de 15 años y natural de Salamanca, ha tenido que vivir más de un año en Córdoba a la espera de que llegara el órgano que le devolviera la vida. Técnicamente, se trata de uno de los injertos más complicados y con mayor riesgo de rechazo, pues para poder realizarlo es preciso recurrir a una bomba de circulación extracorpórea; es decir, a una máquina que haga las funciones de los pulmones y del corazón durante el tiempo que dura la intervención y que, por tanto, sustituye a la biología humana. El nuevo reto viene de la mano del equipo de Ángel Salvatierra, jefe de cirugía torácica del hospital cordobés y el precursor del programa de trasplante de pulmón en Andalucía. No es vano, en la actualidad el Reina Sofía es el único centro andaluz que realiza esta operación y hasta 2002 fue el único hospital de España que realizaba este tipo de injertos en menores de edad. Esta intervención es novedosa porque hay pocas personas con un solo pulmón y que necesiten un trasplante, aclaró el doctor Salvatierra a El Día, al tiempo que precisó que también constituye un reto porque en estos pacientes cambia mucho la estructura morfológica del tórax, un hecho que dificulta doblemente la intervención. La operación tuvo lugar la madrugada del 25 de noviembre del pasado año, después de cerca de un año de angustiosa espera. De hecho, esta familia de Castilla y León optó por trasladarse a Córdoba desde Salamanca para estar más cerca del Reina Sofía. Juan Manuel González Hernández sufría fibrosis quística desde hacía mucho tiempo, una dolencia de origen genético que constituye la principal indicación para este tipo de trasplante. Esta misma enfermedad fue la que provocó que uno de sus pulmones sufriera tal infección que hubiera que extraerlo. Esto ocurrió hace dos años, y a partir de ese momento el único pulmón que le quedaba -que también empezó a fallar- no le permitía apenas respirar. Para ello, fue necesario recurrir a una bomba de oxígeno portátil de la que no se ha separado día y noche hasta hace dos meses. Al igual que en el resto de operaciones de esta magnitud, un equipo configurado por más de 50 especialistas -entre cirujanos, neumólogos o anestesistas- trabajó durante toda la madrugada para que la operación resultara un éxito. Tras la intervención, permaneció un tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para controlar cualquier inconveniente, como podía ser un posible rechazo agudo del órgano. Aunque ya ha recibido el alta, el joven todavía continúa en el piso cedido desde el principio por Cáritas hasta que aprenda a convivir con su nuevo órgano. En casos como éste, puede parecer que el destino o el azar tienen algo que ver, pero no hay que olvidar que detrás de esta historia se esconde el mayor gesto de generosidad: la donación. Precisamente esta semana se dio a conocer que Córdoba registró en 2008 la mayor tasa de donación de órganos de su historia, al alcanzar un índice de 53,1 casos por millón de habitantes.
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