Una típica consulta de atención primaria, en cualquier lugar de una Comunidad Autónoma cualquiera. Veintitrés segundos para levantarse de la silla, salir a la puerta y llamar al paciente y volver a sentarse mientras el usuario entra por la puerta. Doce segundos para preguntar lo que le ocurre y tener a punto el historial informatizado o no.
Aunque variable, 69 segundos para que el paciente explique su problema, relacionarlo con algún episodio de la historia informatizada y mientras habla revisar las últimas visitas. Si tiene más de un problema ya vamos con retraso.
Once segundos para desplazarse hasta la camilla, 15 segundos para quitarse un zapato rápido, o 19 segundos, según la edad del paciente, para “desvestirse” y en función del número de “refajos” proceder a la oportuna exploración que puede durar unos 36 segundos cuando el tema no es complicado.
En bastantes ocasiones es necesario una toma de tensión arterial, que en el mejor de los casos, de forma automatizada ocupa 17 segundos.
Introducimos los datos de la anamnesis y la exploración en la historia con rapidez, en función de la destreza en la escritura y utilizando las herramientas disponibles, cartera de servicios, actividades preventivas, planes personales, texto libre … nos lleva 25 segundos. Mientras tanto el paciente ya se ha vestido y ocupado de nuevo su asiento frente al nuestro.
Ahora le explicamos, sin demasiada profundidad, los hallazgos, nuestra impresión diagnóstica y la conveniencia o no de solicitar una prueba complementaria. Este momento es el único en el que se le puede mirar a la cara al usuario dando la sensación de atención que requiere la visita al médico.
Hemos utilizado un minuto y cincuenta y dos segundos y le damos “los papeles” que necesita pata tramitar las solicitudes correspondientes. Planteamos el tratamiento, le damos las recetas, insistimos en la toma correcta de los medicamentos y le emplazamos para una nueva revisión (si es necesario) y si todo ha ido bien, nos quedan 33 segundos para despedirlo, volver al listado de pacientes y comenzar de nuevo el proceso.
Si tiene mas de un problemas vamos con retraso
Si tiene dificultades para quitarse la ropa vamos con retraso
Si se emociona y se pone a llorar por la muerte de un familiar vamos con retraso
Si el ordenador funciona mal vamos con retraso
Si hacemos educación sanitaria vamos con retraso
No se si respondemos a las expectativas del paciente y pido disculpas por ello, pero hacemos lo que podemos.
Aunque variable, 69 segundos para que el paciente explique su problema, relacionarlo con algún episodio de la historia informatizada y mientras habla revisar las últimas visitas. Si tiene más de un problema ya vamos con retraso.
Once segundos para desplazarse hasta la camilla, 15 segundos para quitarse un zapato rápido, o 19 segundos, según la edad del paciente, para “desvestirse” y en función del número de “refajos” proceder a la oportuna exploración que puede durar unos 36 segundos cuando el tema no es complicado.
En bastantes ocasiones es necesario una toma de tensión arterial, que en el mejor de los casos, de forma automatizada ocupa 17 segundos.
Introducimos los datos de la anamnesis y la exploración en la historia con rapidez, en función de la destreza en la escritura y utilizando las herramientas disponibles, cartera de servicios, actividades preventivas, planes personales, texto libre … nos lleva 25 segundos. Mientras tanto el paciente ya se ha vestido y ocupado de nuevo su asiento frente al nuestro.
Ahora le explicamos, sin demasiada profundidad, los hallazgos, nuestra impresión diagnóstica y la conveniencia o no de solicitar una prueba complementaria. Este momento es el único en el que se le puede mirar a la cara al usuario dando la sensación de atención que requiere la visita al médico.
Hemos utilizado un minuto y cincuenta y dos segundos y le damos “los papeles” que necesita pata tramitar las solicitudes correspondientes. Planteamos el tratamiento, le damos las recetas, insistimos en la toma correcta de los medicamentos y le emplazamos para una nueva revisión (si es necesario) y si todo ha ido bien, nos quedan 33 segundos para despedirlo, volver al listado de pacientes y comenzar de nuevo el proceso.
Si tiene mas de un problemas vamos con retraso
Si tiene dificultades para quitarse la ropa vamos con retraso
Si se emociona y se pone a llorar por la muerte de un familiar vamos con retraso
Si el ordenador funciona mal vamos con retraso
Si hacemos educación sanitaria vamos con retraso
No se si respondemos a las expectativas del paciente y pido disculpas por ello, pero hacemos lo que podemos.
Carlos Cebrían Martin,médico de familia
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