domingo, 19 de marzo de 2023

El Gobierno ‘ecologista’ de Sánchez se opone en secreto a la decisión de la UE de prohibir los coches diésel y de gasolina

 

Moncloa ha cedido a la presión de fabricantes, concesionarios, usuarios, petroleras… y les ha trasladado que la Ley de Cambio Climático no incluirá el veto a los motores de combustión.

En apenas cuatro años, el diésel va a pasar, de estar totalmente sentenciado por el Gobierno de Pedro Sánchez, a seguir teniendo muchos más años de vida. A principios de la legislatura, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que estos motores “tienen los días contados” en España, pero no va a ser así.

Hay que recordar que Alemania ha frenado en seco uno de los proyectos medioambientales más ambiciosos de la Unión Europea: la prohibición de la venta de coches de combustión a partir de 2035.

La amenaza de Berlín de negar su aprobación final a un plan que ya había sido preacordado el otoño pasado, pero que generaba suspicacias también en otros países como Italia, llevó hace unas semanas a la presidencia rotatoria sueca de la UE, que quería validar el pacto, a “posponer” sine die lo que se consideraba un mero trámite, el visto bueno definitivo de los Veintisiete a un texto ya avalado por el Parlamento Europeo.

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Roma ha celebrado de inmediato el aplazamiento de la decisión europea. Un gesto que tiene en cuenta sus reticencias a “un marco demasiado ideológico del reglamento y poco específico”, según ha indicado el ministro de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto.

Retira la prohibición de los diésel en 2035

Según ha podido confirmar Confidencial Digital, por fuentes conocedoras de los planes del Ejecutivo español, el Gobierno de Pedro Sánchez tiene decidido oponerse también a la decisión de la UE de prohibir los coches diésel y de gasolina a partir de 2035. Pero España lo hará sin armar ruido.

Hay que recordar que una de las propuestas más polémicas del Gobierno socialista fue anunciar la intención, poco después de llegar a La Moncloa, de prohibir a partir de 2040 la venta y matriculación de los coches diésel y de gasolina.

La medida planteaba que, a partir de ese año, quedaría prohibida la comercialización de los turismos y comerciales ligeros de gasolina, diésel, de diferentes tipos de gas e incluso los híbridos. Por lo tanto, sólo estarían permitidos los coches eléctricos puros o los de hidrógeno, o cualquier otra tecnología sin emisiones que se desarrolle de aquí a entonces.

Fuera de la Ley de Cambio Climático

El Gobierno aprobó en 2019 el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, en el que se sentaron las bases de la transición energética que viene, plan que el Gobierno envió a Bruselas para su evaluación por la Comisión Europea.

Pero ese proyecto, que contempla un paquete de medidas de gran calado para conseguir el objetivo de llegar a 2050 con una economía descarbonizada, ya no incluyó la prohibición de la venta y matriculación de todos los coches diésel y de gasolina para 2040.

Según las fuentes consultadas por ECD, Moncloa renuncia así a vetar explícitamente la venta de estos vehículos en la Ley de Cambio Climático a partir de 2035, en contra de la decisión europea.

Mensaje al sector del automóvil y a las petroleras

En los últimos días, según ha podido confirmar ECD por fuentes del sector, desde el Gobierno se ha trasladado un mensaje de “máxima tranquilidad” a la industria del automóvil y a las principales compañías petroleras del país, como Repsol y Cepsa.Moncloa les ha confirmado que la fecha de 2035 para el veto al diésel es un “horizonte negociable”, y que se muestra abierta por completo a aplazar esa fecha límite. 

El objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, al que acompaña la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, es cumplir los objetivos propuestos para el 2030, es decir, poner sobre la mesa las medidas necesarias para conseguir reducir las emisiones un 20% respecto a 1990 (38 puntos menos que en la actualidad).

La propuesta debía servir de marco hacia la descarbonización de la economía en 2050, donde sí se incluirá el cierre del parque nuclear “entre los años 2025 y 2035”.

A este respecto, la vicepresidenta Ribera también ha declarado en varias ocasiones que el Gobierno “no dicta nada respecto de ninguna central concreta”, sino que son las empresas propietarias de las nucleares quienes deben establecer el calendario del cierre de cada una.

Se ha equivocado al hablar de “prohibición”

Según las fuentes consultadas, el Gobierno hará pública, “en las próximas semanas”, su postura definitiva sobre este controvertido asunto, ligado a la lucha contra el cambio climático y la transformación de la economía, con el que el PSOE revolucionó el sector del automóvil nada más llegar a La Moncloa.

Será entonces cuando se conozca de qué manera articulará el Ejecutivo el final de los vehículos de combustión, después de que haber hablado de “prohibición” de determinadas tecnologías de automoción haya provocado una enorme incertidumbre entre los usuarios y un desplome de casi el 40% en la venta de coches diésel.

Industria cede ante los fabricantes y petroleras

El Ministerio de Industria justifica el giro diciendo que los fabricantes de automóviles han logrado una mejora sustancial en el nivel de emisiones de los nuevos motores diésel y gasolina.

Consideran, por tanto, que la clave es el rejuvenecimiento del parque móvil, e incentivar la compra de vehículos nuevos, equipados con motores tradicionales o de nuevas tecnologías.

Este giro va en línea de lo que siempre han defendido los fabricantes de coches: el verdadero problema de la contaminación atmosférica no está en los motores diésel, sino en la antigüedad de muchos de ellos, por lo que se han mostrado partidarios de que el Gobierno ponga en marcha incentivos dirigidos a rejuvenecer el parque móvil español.


ECD

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