El presidente, descolocado, ha dilapidado esta semana todos los puentes que le ha tendido el líder del PP. Y demostrado que su mantra de la "unidad y el sentido de Estado" era otro fraude.
Si algo ha quedado claro esta nueva semana de esperpento sanchista que termina este viernes, es que el inquilino de Moncloa no tiene ninguna intención de variar el rumbo, ni corregir su deriva kamikaze.
Porque en los cinco días en los que Esquerra y Podemos han puesto contra las cuerdas al PSOE obligando a Pedro Sánchez a ejecutar sin miramientos a la directora del CNI -el cargo más sensible del aparato del Estado y tradicionalmente consensuado entre socialistas y populares-, el presidente del Gobierno ha pagado su frustracción y su extrema debilidad política con... Alberto Núñez Feijóo.
Sánchez ha respondido así a más de un mes de mano tendida del nuevo presidente del PP, de disposición a los grandes pactos de Estado y de invitaciones a poner coto al desafío del independentismo y el populismo desde la unidad de los dos grandes partidos constitucionalistas.
Feijóo ha tendido la mano a Sánchez con tres ofertas de pacto en un mes. La respuesta desde el PSOE: "El gran padrino de la mafia"
Pero este miércoles desde su escaño en el Congreso, el presidente del Gobierno dedicó a Feijóo todo un catálogo de insultos, reproches y descalificaciones. Prácticamente a la misma hora en que el CIS certificaba que, a juicio de los españoles, la crispación ha vuelto.
Desde su llegada a la presidencia del PP en el congreso de Sevilla, Feijóo ha dado varias oportunidades a Sánchez para poner en práctica su tesis de la "unidad y el sentido de Estado" ante la gestión de la postpandemia, la crisis institucional y la guerra en Ucrania.
Nada más llegar a Génova 13 designó a Esteban González Pons negociador principal para los asuntos más relevantes y urgentes, como la renovación del CGPJ. Feijóo ofreció negociar los nombres de los nuevos vocales a cambio de una reforma para que los jueces elijan a sus representantes y blinden si independencia.
La respuesta de Moncloa aún se espera. Pero tendrá que producirse porque el líder del PP ha anunciado este mismo viernes que ultima una propuesta integral para la "regeneración" del órgano de gobierno de los jueces.
Pedro Sánchez, en la sesión de control de este miércoles en el que dinamitó los puentes con Feijóo.
Después, tras anunciárselo en su primera cumbre oficial en Moncloa, Feijóo remitió a Sánchez su plan de país contra la crisis y le pidió negociarlo a cambio del apoyo del PP al decreto del Gobierno sobre el asunto. Sánchez lo despachó sin ni siquiera leerlo y sin aproximacion alguna.
En tercer lugar, Feijóo ha propuesto al presidente otro acuerdo en materia de política de Seguridad y Defensa con un gran acuerdo PSOE-PP sobre la OTAN y el incremento blindado del presupuesto de Defensa. Otro portazo por respuesta.
Mientras, el PP ha salvado este jueves a Sánchez del bochorno de que sus propios socios tumbaran la Ley de Seguridad Nacional. Un texto que, por cierto, Mariano Rajoy sí negoció y pactó con Sánchez en la oposición como líder socialista en 2015.
Ofensiva barriobajera del PSOE
Apenas mes y medio después de aterrizar en la política nacional, Feijóo ha chocado con el frontón de Sánchez. Pero ha demostrado con su estrategia que Pablo Casado no era "el problema" para que el PSOE pueda dejar de ser rehén de Frankenstein.
Y que, como en tantas otras cosas, el mantra del presidente sobre la unidad y la altura de miras es tan solo una operación de marketing. Pero un fraude también.
Es más, Sánchez ha encargado en estas últimas horas al PSOE una ofensiva barriobajera sin precedentes contra Feijóo con Adriana Lastra y Santos Cerdán, números 2 y 3 de Ferraz a la cabeza. Este último ha llegado a calificar este viernes al líder del PP de "gran padrino de la mafia".
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