miércoles, 30 de marzo de 2022

Pedro Sánchez, el Putin ibérico, compra la banca JP Morgan con dinero de los fondos europeos.

 


En su día, me extrañó muchísimo que ningún partido del Gobierno Frankenstein apoyase la convalidación del RD sobre el reparto de los fondos europeos. Pero la sagacidad delictiva del entorno más íntimo de La Moncloa, donde Pedro Sánchez es uno más de la banda decidió comprar el voto de la ultraderecha y de los terroristas de ultraizquierda, o sea, compraron a Vox y a BILDU por 25 millones de euros, al  final hubo discrepancias en el reparto y Vox se llevó 20 millones y BILDU, los cinco restantes y 15 millones más de valor añadido. Quiero recordar que Abascal dijo que todo lo hacía por el bien de España, igual no sabía que estaba acorazando el dinero de los fondos europeos en la caja fuerte del comunismo sectario del Gobierno que nos desgobierna..

 

Ahora resulta que Pedro Sánchez y fuerzas internacionales, bolivarianas y estalinistas han acaparado todo el dinero y prestan con cierta cautela dinero a españoles de su mismo rango con intereses en su grado superlativo. Banco Pedro Sánchez de la corporación financiera JP Morgan.

 

Cuando el mes pasado se afianzaba la estafa despiadada del marido de la superministra y vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño y, al mismo tiempo, la del marido de la directora general de la Guardia Civil, La ministra de Hacienda inmersa de pleno en el saqueo de los EREs andaluces –también los hay en otras comunidades, la valencia supera en cantidad de dinero “robado” a la andaluza- ¿Esto es feminismo o machismo afeminado?. Todo se debe a que estas aventajadas sabían y siguen sabiendo que Pedro Sánchez y su socio Zapatero son dos sin piedad. La cabecilla, la que lleva todo el tinglado es la catedrática de la Complutense, Begoña Gómez.

 

Para que España tome la ruta de la miseria, solo tienen que esperar a que el fruto de la oposición caiga al suelo por maduro y por inepto. Si la justicia no nos ayuda, lo vamos a tener muy difícil para poder medio comer. Ayer, sin ir más lejos, el tribunal supremo europeo pide a la Fiscal General, Lola Delgado, el informe de la policía judicial de todo lo referente a Tomás Ayuso, hermano de la Presidenta de la Comunidad de Madrid. Un grupo de fiscales pide el cese inmediato de la Fiscal Jefe. Nooooo se trata del contrato, nooo es evidente que todos los contratos para compras de la administración son iguales y los viernes de cada semana tienen que estar reflejados en transparencia y en su archivo correspondiente. El contrato no va a decir que: “Le doy a mi hermano y a mi novio dos millones de euros para que se vayan de marcha.

 

El Tribunal supremo europeo pide el desglose certificado por Hacienda (Agencia Tributaria) de que las compras reflejadas entre la CAM y la supuesta empresa se llevaron a cabo como corresponde. ¿Por qué? Sencillamente, a ellos les consta que no hubo compras ni entregas. Así y de inmediato piden una nueva investigación interna en la CAM. ¿Qué papel pinta la Fiscal General en este caso? Como siempre, ninguno. Esperar que su novio, Baltasar Garzón, el nuevo Villarejo. En definitiva, todos van a forrarse de dinero a costa de los españoles. Hace más de 20 días que tiene dicho informe la fiscalía general y aún no está pasado por el registro de entrada, o sea, no lo ha leído.   

  

Núñez Feijóo ha exigido a Pedro Sánchez, si quiere contar con su apoyo, que establezca fórmulas eficaces para disminuir los impuestos. Muy al estilo de la extrema izquierda, el presidente del Gobierno no quiere ni hablar de semejante despropósito. Su fórmula está clara: acumular mientras más dinero mejor y luego distribuirlo atendiendo a amiguetes y simpatizantes. Bajar los impuestos significa favorecer a los ciudadanos sin que se establezca una dependencia entre ellos y el Gobierno.

 

Pedro Sánchez, atormentado por las huelgas y por una opinión pública que empieza a ser devastadora, ha creído siempre que las voluntades se compran. Es el emperador de los patrocinios, las subvenciones, las ayudas, los colaboradores y los asesores. El dinero, producto de los impuestos con los que se sangra hasta la hemorragia a los españoles, se acumula en las alcancías del Gobierno y una parte sustancial la distribuye Pedro Sánchez como si fuera un maná que beneficia a los que luego tienen que votar.

Si no queda otro remedio, el sanchismo Putinado dedica dinero a los huelguistas, pero no reduciendo impuestos sino otorgando prebendas. No se trata de organizar una economía racional y estable. Se trata de acentuar la dependencia entre los que se asfixian y la generosa mano del corrupto que otorga sus favores. Esa es la realidad. Por eso Núñez Feijóo, si es sigue en la oposición y con el visto bueno de Carlos Herrera deberá insistir mucho más si quiere una rebaja sustancial de impuestos, aunque no le hará ni caso. La política de Sánchez es la contraria: recaudar al máximo, hasta la confiscación si fuera necesario, y luego distribuir el dinero a su antojo. Ya veremos lo que ocurre en las próximas semanas. Lo único seguro es que Pedro Sánchez seguirá pagando todo lo que haga falta para garantizarse los votos en el Congreso de los Diputados, aunque cada semana que transcurre lo tiene más difícil.

 Blog de Juan Pardo.

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