El titular de Interior lee su discurso entre abucheos del público, que le apremió con palmas a que se callase y que se fuera.
«Fuera, fuera. Que te calles. Fuera, ministro. Vete de aquí». Al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le ha costado lo indecible acabar su discurso este mediodía, 3 de octubre de 2021, en Córdoba en el que ha sido el acto central de la Semana Institucional de la Guardia Civil, de ámbito nacional y que se celebra en la ciudad hasta el 9 de octubre.
El titular de Interior ha llegado a la avenida de República Argentina, donde ha sido la parada militar y el desfile, poco antes de las doce de la mañana, cuando la bandera nacional ya había sido colocada en un sitio de honor y la fuerza de la Guardia Civil formada para que la máxima autoridad en el acto le pasara revista. El griterío y los abucheos han sido todo uno con la aparición del vehículo oficial del ministro.
«Fuera, no te queremos»
«Fuera, Marlaska, no te queremos», han prorrumpido en palabras gruesas no pocos de los presentes. Los improperios han ido a más cuando al ministro le ha tocado dar su discurso, que ha durado al menos veinte minutos. Por más que se ha esforzado no ha sido capaz de neutralizar el malestar de una parte del público: al contrario, al enfado le ha echado gasolina él mismo cuando les ha dicho a los guardias civiles que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, les mandaba un abrazo.
«Fuera también ése. Fuera. Fuera», se ha vuelto a escuchar en la avenida en la que Grande-Marlaska ha acabado su alocución con una incomodidad palpable en el tono de su voz. Ni con el anuncio de la que Comandancia de Córdoba pasará en breve a estar mandada por un coronel, y no por un teniente coronel como hasta ahora, ni la glosa de la vinculación histórica del Instituto Armado con la provincia han logrado sofocar la crispación evidente.
Las palmas han sonado pero no para agradecerle al ministro su afecto, sino para pedirle de mala manera que se callase y que se fuera por donde hubiera venido.
El público, empero, sí que ha aplaudido con ánimo creciente a nutrida representación de las distintas secciones de la Guardia Civil que ha desfilado para cerrar la cita, que ha concluido algo después de la una y media de la tarde cuando la lluvia, que había amenazado todo el rato, empezaba a caer en el Centro de Córdoba.
El ministro: «Es una anécdota»
En declaraciones a los periodistas al ser preguntado por ello después del acto, en el que ha intervenido con un discurso que en parte del mismo también ha recibido abucheos, que se han realizado además previamente al pasar revista a las unidades formadas, el ministro ha declarado que «lo importante es el conjunto de cordobeses que están aquí rindiendo el reconocimiento al trabajo de la Guardia Civil».
«Yo me quedo con eso, que es realmente lo importante», ha manifestado Grande-Marlaska, quien ha agregado que «lo demás son pequeñas anécdotas».
ABC CÓRDOBA
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