Dirige un partido implicado en crímenes de guerra y nunca recuerda a sus víctimas
La izquierda española suele presumir de “memoria histórica”, pero sufre una amnesia atroz en lo que respecta a los episodios más oscuros de su pasado.
La implicación de partidos de izquierda en dos golpes de Estado
Todas las formaciones de centro-derecha que hay en las Cortes Españolas son de reciente creación. La más antigua es el Partido Popular, fundado en 1989, y el más joven es Vox, que hizo su aparición en 2014. Por el contrario, en el Congreso hay diputados de izquierdas que pertenecen a partidos mucho más antiguos y que estuvieron implicados en la Guerra Civil Española y también en los hechos violentos anteriores a ésta y que contribuyeron a desencadenarla. El más antiguo es el PSOE, fundado en 1879. También está el Partido Comunista de España (PCE), fundado en 1921, y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), fundada en 1931.
Para empezar, y por si alguien lo ha olvidado, tanto el PSOE como ERC estuvieron directamente implicados, como promotores, en dos golpes de Estado durante la Segunda República, ambos cometidos en octubre de 1934 y que se saldaron con más de 300 muertos en Asturias y 107 muertos en Cataluña. Lejos de avergonzarse de ello, la izquierda tiene la desfachatez de dedicar monumentos y calles a cabecillas de aquellos golpes, como Lluís Companys, Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero. Es tan grotesco como si se dedicasen calles a los cabecillas del 23-F, con la gran diferencia de que éstos no mataron a nadie.
Los crímenes de esos partidos de izquierda en la Guerra Civil
Otro hecho que se suele pasar por alto es que el PSOE, el PCE y ERC estuvieron implicados en crímenes de guerra durante la Guerra Civil Española. Bajo el mandato de Companys, líder de ERC, durante la Guerra Civil fueron asesinadas en Cataluña más de 8.000 personas por motivos políticos, entre ellas 4 obispos, 1.536 sacerdotes (el 30% del clero catalán) y miles de seglares por el simple hecho de ser católicos. Estas purgas al más puro estilo estalinista incluyeron el asesinato de 90 miembros de ERC que eran molestos para Companys, al más puro estilo de lo ocurrido en la “noche de los cuchillos largos” en la Alemania nazi.
En el caso del PSOE, bajo el mandato del socialista Largo Caballero como presidente del Consejo de Ministros de la República se perpetró la masacre de Paracuellos, con unas 5.000 personas asesinadas, entre ellas 50 niños. El año pasado ya abordé aquí la responsabilidad de Largo Caballero sobre esa masacre, alimentada por sus constantes llamamientos a la violencia durante la Segunda República y que fue perpetrada por un órgano delegado del gobierno que él presidía. A eso hay que añadir otras acciones criminales en las que miembros del PSOE estuvieron implicados en la retaguardia. Ya hablé aquí de la chekista Margarita Nelken, que fue diputada del PSOE y que hoy tiene calles dedicadas a su memoria en 20 localidades españolas. Recordemos, además, que de las 345 chekas de Madrid, 49 estaban controladas por los socialistas. Eran sitios donde a menudo se torturaba y asesinaba a personas detenidas por motivos políticos.
Pedro Sánchez esconde a las víctimas de esos crímenes
Recuerdo todo esto porque ayer Pedro Sánchez recordó a las “13 rosas”, un grupo de mujeres socialistas -la mayoría de ellas eran miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU)- ejecutadas por la dictadura franquista en agosto de 1939. Sánchez afirmó: “Las mataron por defender la democracia, por luchar por la libertad y la justicia social”. Ya expliqué aquí el año pasado que las JSU no defendían la democracia ni la libertad, sino una dictadura socialista al estilo de la URSS. Esa organización, además, estuvo implicada en la masacre de Paracuellos, cuyo máximo responsable fue Santiago Carrillo, secretario general de las JSU entre 1936 y 1947 y más tarde secretario general del PCE.
El caso es que mientras hace eso, Sánchez nunca dedica ni un tuiteo ni mensaje institucional alguno a los asesinados por la izquierda antes de la guerra y durante ella. Tanto en su función de dirigente del PSOE como en su papel de presidente de gobierno, actúa como si esas víctimas no existiesen y como si sus verdugos fuesen grandes demócratas (recordemos que en marzo un diputado del PSOE incluyó a Carrillo entre los “luchadores por la libertad”, a pesar de haber dedicado gran parte de su vida a defender a un movimiento totalitario, antidemocrático y genocida como es el comunismo).
La estafa de la «memoria histórica» del PSOE
En el fondo, es como si Sánchez y su partido estuviesen empeñados en seguir alimentando el odio que desencadenó aquellas atrocidades cometidas por el PSOE, atrocidades sobre las que nunca han pedido perdón y a cuyas víctimas humillan cada vez que blanquean y ensalzan a los responsables de esos crímenes de guerra y de lesa humanidad. Teniendo en cuenta esto, obvia decir que eso que el PSOE llama “memoria histórica” y “memoria democrática” no es más que una estafa y un intento indecente de echar tierra sobre los crímenes de ese partido y del resto de la izquierda. Y ante ese propósito y mientras exista esa web, Contando Estrelas no dejará de recordar esos crímenes.
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