Exteriores ha enviado instrucciones para que no reclamen un referéndum en el Sáhara, no propongan acoger a líderes del Polisario y no acusen a Rabat de “chantajear a España”
Moncloa no ha escatimado gestos en las últimas horas para transmitir la gravedad que supone la crisis migratoria en la frontera de Ceuta y Melilla. Hasta el punto de que el Ministerio de Exteriores ha advertido a su socio de Gobierno, Unidas Podemos, de que España corre serio riesgo si el Gobierno entra a lFuentes de Exteriores explican a Confidencial Digital que Marruecos atraviesa una situación económica muy delicada precisamente por la pandemia, y eso explica que se hayan multiplicado las llegadas de pateras con marroquíes a Canarias, por ejemplo. Pero reconocen que “esta última crisis en Ceuta no la esperaba nadie”.a provocación con Marruecos.
Recuerdan que Sánchez ha cuidado especialmente la relación con el país vecino y sus ministros han trenzado relaciones estrechas con sus homólogos marroquíes. Los viajes de los miembros del Ejecutivo español son constantes e incluso se pactó una cumbre bilateral en Rabat para diciembre que finalmente se pospuso.
El encuentro, que aún no tiene fecha prevista, se suspendió oficialmente por el recrudecimiento de la pandemia, aunque el aplazamiento se dio a conocer el mismo día en que Donald Trump dio su espaldarazo a Marruecos reconociendo la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental.
Desde entonces, Rabat presiona a España para que se alinee con la postura marroquí, que propone una autonomía bajo la soberanía del rey de Marruecos como única salida para la ex colonia española.
Solución a la crisis por la vía diplomática
Por lo pronto, el Gobierno ha reaccionado ante la crisis migratoria en Ceuta para evitar un desbordamiento de lo que Moncloa califica ya abiertamente como un “problema de seguridad nacional”, cuando se calcula en unos 8.000 los migrantes llegados a suelo español.
Las fuentes de Exteriores a las que ha tenido acceso ECD anticipan que la solución a la actual crisis migratoria vendrá por la vía diplomática, cuando se logre convencer a Marruecos de que controle la situación. España ha promovido un fondo europeo específico para ayudar a Rabat a controlar su inmigración.
Explican que España tiene en marcha todos los canales diplomáticos abiertos para intentar reconducir la situación, pero de momento nada indica que eso esté cerca de lograrse, por lo que el Gobierno ha optado por enviar al Ejército y multiplicar los efectivos de policía y Guardia Civil para convencer a los marroquíes de que no intenten saltar una valla que ahora sí está fuertemente custodiada por el lado español.
Sin entrar en el choque directo con Rabat
Pedro Sánchez calificó este martes la crisis de “inusitada” en una declaración institucional desde las escalinatas del Palacio de La Moncloa y se comprometió a la “devolución inmediata de todas las personas que han entrado de forma ilegal”.
Fuentes diplomáticas consultadas por ECD no han pasado por alto que el presidente deslizó un cierto reproche hacia las autoridades de Marruecos, desde donde los inmigrantes han accedido a suelo español sin aparente oposición ni control.
Sin embargo, pese a que no disimuló la gravedad de la situación, evitó un ataque directo a Marruecos. Al contrario, destacan que hizo un llamamiento a las autoridades marroquíes para resolver la crisis como buenos vecinos “desde el respeto a la integridad territorial”
Unas palabras que, destacan, encierran un aviso a Rabat, aun sin haber querido entrar en un reproche o una acusación directa.
“Ni una provocación más a Marruecos”
Fuentes del Gobierno confirman a Confidencial Digital que la línea abierta por el presidente es la estrategia marcada por Moncloa y Exteriores para solucionar la crisis y pasa fundamentalmente por “no incomodar a Rabat”.
El departamento que dirige Arancha González-Laya ha recomendado suavizar la posición española sobre el Sáhara, muy diferente a la que defiende Unidas Podemos. Una estrategia que Moncloa busca que sea también apoyada ahora por los ministros de la formación morada.
De hecho ha trasladado unas instrucciones concretas a los representantes de Podemos para que eviten en estos momentos de máxima tensión reclamar un referéndum en el Sáhara, no propongan acoger a líderes del Frente Polisario y no acusen a Rabat de “chantajear a España”. La advertencia es clara: “Ni una provocación más a Marruecos”.
Destacan que el Gobierno ha optado por extremar la cautela con Marruecos y eso explica que el propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pese a la evidente pasividad de la policía marroquí en la frontera de Ceuta, haya evitado también cualquier crítica y ha insistido contra toda evidencia en que “la colaboración es total”.
No reclamar un referéndum en el Sáhara
En la parte socialista del Ejecutivo no olvidan las palabras de Pablo Iglesias, cuando aún era vicepresidente segundo, reclamando un referéndum en el Sáhara Occidental. Aquella intervención sentó muy mal en Marruecos. Pero recuerdan que fueron rápidamente ajustadas por una respuesta muy diferente de los ministros del PSOE y el propio Pedro Sánchez.
Ahora, la consigna a los representantes de Podemos es clara. España cometió un “error serio” comprometiendo las relaciones con Marruecos cuando un vicepresidente realizó una reivindicación de la soberanía del Sáhara en favor del Frente Polisario, desautorizando el aval internacional que había concedido Estados Unidos a Rabat en ese sentido. Un error que no se puede volver a cometer en este escenario de máxima alarma.
No acoger a líderes del Frente Polisario
Precisamente, fuentes diplomáticas relacionan la nueva crisis con el Sáhara y la decisión de España de acoger, por “motivos humanitarios”, al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, hospitalizado en Logroño.
Fuentes del Ministerio de Interior remarcan ahora que Fernando Grande-Marlaska ya avisó en el Consejo de Ministros de que era un error organizar la llegada semiclandestina a España del líder del Frente Polisario para ser ingresado, y advirtió de que tendría consecuencias negativas para la política exterior, como ha ocurrido.
En cambio, Unidas Podemos ha dejado claro que discrepa de la estrategia de Interior de devolver a los inmigrantes a sus países y aboga por trasladarlos a la Península. Un choque que ha aconsejado a Exteriores a advertir también a los ministros de la formación morada de que eviten proponer la acogida de líderes del Frente Polisario.
No acusar a Marruecos de “chantaje”
En Moncloa han saltado las alarmas después de que la portavoz de Podemos, Isa Serra, acusara este martes al Gobierno marroquí de utilizar a las personas que huyen del “hambre y la violencia” para su “chantaje diplomático”. Unas acusaciones que también han secundado dirigentes próximos a la formación morada como la andaluza Teresa Rodríguez. O el líder de Más País, Iñigo Errejón.
En medio de la tensión, otro de los avisos de Exteriores a Podemos es que “esas palabras no pueden salir, en ningún caso, de la boca de miembros del Gobierno de España”.
En el Ejecutivo también preocupan los mensajes de Vox, que está utilizando las imágenes del paso de miles de personas para hablar de “invasión”. “Queremos lanzar un mensaje claro y rotundo en contra de los mensajes xenófobos que criminalizan a los inmigrantes. Lo último que necesitamos es azuzar el odio y el miedo. Pedimos responsabilidad”, ha reclamado este martes la ministra portavoz, María Jesús Montero.
Moncloa apartó a Podemos de la gestión
Moncloa ha movilizado sobre el terreno, en Ceuta y Melilla, y desde distintos frentes, a varios de los ministros con competencias migratorias.
Pedro Sánchez ha creado un Comité de situación de la crisis migratoria, presidido por Carmen Calvo. Sin embargo, según ha podido confirmar ECD, entre los miembros del Ejecutivo llamados por el presidente para intentar controlar la situación, no se encontraba en un principio ninguno de Unidas Podemos.
Tampoco Ione Belarra como ministra de Derechos Sociales, lo que provocó las quejas en Presidencia del socio de Gobierno del PSOE. Moncloa aceptó finalmente incluir a Belarra en el Comité de situación.
El titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska se encuentra en Ceuta desde primera hora de la tarde de este martes, acompañando al presidente Pedro Sánchez.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, sigue también de cerca la situación. La contribución del Ejército, que se ha desplegado en varias zonas para contener la avalancha migratoria, garantizar el orden público y realizar ayuda humanitaria. También han sido movilizados los titulares de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y el de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta.
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