El 28 de abril, en la recta final de la campaña de Madrid, el ministro Ábalos negó que hubiera ninguna propuesta para cobrar por el uso de autovías y autopistas. Dos días después se enviaba el plan a Bruselas
José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, no tuvo empacho en afirmar, solo 48 horas antes de que se enviara a Bruselas el Plan, que el Gobierno no tenía ninguna propuesta concreta sobre cobro de peajes en autovías para hacer viable el mantenimiento de las vías de alta capacidad en España.
En el más puro estilo Ábalos Meco, le cuentan a este Buscón que, a quienes le escuchaban en la rueda de prensa de Jaén del pasado 28 de abril, les pidió "tranquilidad" porque "la única" propuesta que constaba en su Ministerio era la que había elaborado Ana Pastor y un estudio encargado por su antecesor en el cargo, Íñigo de la Serna, cuando gobernaba el PP.
Sólo dos días después, el Gobierno enviaba a Bruselas un plan de mil páginas en el que se especificaba que todos los españoles tendrán que pagar por el uso de autovías y autopistas a partir de 2024, con la idea de que se amplía el impuesto al resto de carreteras.
Según le cuentan a este Buscón en medios cercanos al Gobierno, "es imposible" que no estuviera ya redactado el plan cuando el ministro Ábalos lo desmentía tan categóricamente en una rueda de prensa con el alcalde de Jaén, el socialista Julio Millán, y el presidente de la Diputación, Francisco Reyes.
El ministro Ábalos sólo admitió que era una "obviedad" que con la asignación presupuestaria que se viene destinado en los últimos años y que oscila entre los 700 millones y los cerca de 1.200 millones, "no se financia la red de carreteras del Estado". "Estamos incrementando muchísimos kilómetros con un gasto importante", y admitió solo que el Ministerio solo reflexionaba sobre "cómo financiamos esto". En Europa, según el ministro del delcygate, se está haciendo con diversas modalidades de peaje, pero "España es una excepción" en esta cuestión.
Recta final del 4-M
Eso sí, Ábalos Meco volvió a insistir -cuando el plan estaba ya a punto de partir para Bruselas- que "no tenemos propuesta". Y, por supuesto, aprovechaba para arremeter contra el PP porque "las reacciones de ponerse la venda antes que la herida, obviamente no son honradas".
Incluso, el ministro llegó a ir más allá: "Me parece un sinsentido que el PP cuestione algo que quiso poner en marcha", ha dicho el ministro y ha añadido que si el finalmente hacen una propuesta desde el Ministerio que dirige, "se la presentaremos a los grupos parlamentarios para intentar llegar a un acuerdo".
¿Por qué ese ocultamiento? Al Buscón le aseguran que solo hay que mirar, como siempre, el calendario: era la recta final de las elecciones en Madrid, y anunciar que todos los españoles deberían pagar por usar las carreteras iba a dar la puntilla a su candidato. La orden: negarlo y culpar de todo al PP. De hecho, solo unas horas después de concluido el recuento y comprobada la magnitud de la debacle en Madrid, se hizo público el plan y, por supuesto, sí estaba -frente a lo que dijo Ábalos- el cobro de los peajes. Y muchos impuestos más.
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