Calvo y Robles han sido las más contundentes, pero no las únicas. Los socialistas están cansados de que el vicepresidente segundo haga de oposición hasta con lo más básico.
Muchos en el PSOE piensan que si lo de este jueves no ha sido la primera respuesta coordinada del sector socialista del Gobierno a Pablo Iglesias, se le ha parecido mucho. Han sido al menos cinco los ministros bajo la marca de Ferraz los que han aprovechado los respectivos actos de su agenda para -bien motu proprio, bien a preguntas de los periodistas- responder al último desplante del líder de Podemos.
Paradójicamente, el primero en hablar ha sido el propio presidente. Paradójicamente, también, Sánchez ha sido el más tibio de los socialistas en expresarse. El jefe del Gobierno se ha limitado a reivindicar la "enorme suerte" que tienen todos los españoles de "haber nacido" y de vivir en el "gran país" que a su juicio "es España".
Sin nada que se pareciera a un reproche directo a su vicepresidente y en lenguaje más bien críptico, el líder del PSOE ha defendido que la integración social y territorial suponen la "base de la legitimación del sistema democrático".
Mucho más contundente y de nuevo, como en los últimos meses sin morderse la lengua, ha sido la ministra de Defensa, Margarita Robles. "España es una democracia plena, ejemplo en todo el mundo, cuyas instituciones funcionan y que no tiene nada que envidiar a ningún otro país", ha enfatizado frente a la cúpula militar. Ha sido, por cierto, la única que ha recibido réplica desde las filas moradas.
Pero justo cuando la podemita Ione Belarra se encaraba de nuevo en las redes sociales contra Robles, ha sido el turno de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. Que ha reivindicado la "grandísima democracia" que, a su juicio, ha demostrado ser España en estos últimos 42 años, y ha defendido la necesidad de ser "dignos" con la historia reciente, por lo que se ha conseguido en estos años, y porque "hay mucha gente que todavía recuerda vivir en una dictadura".
Robles y Marlaska, dos de los ministros que este jueves han aprovechado actos públicos para plantar cara a Iglesias.
Junto con Robles y Calvo, han sido varios más los ministros socialistas los que han confrontado en público con Iglesias. El de Interior, Fernando Grande Marlaska, ha ensalzado la "democracia moderna, avanzada y libre que sin duda somos" en la entrega de las Medallas al Mérito de Protección Civil. Y, además, ha destacado el papel de los medios de comunicación por su difusión de "información veraz, contrastada y útil".
Y a la misma hora, el titular de Agricultura, Luis Planas, ha recalcado que "no tiene la menor duda de la calidad democrática de España". "Tenemos unas instituciones que funcionan, tenemos un país que funciona que, evidentemente, es, como todo, mejorable". "Yo pertenezco a la generación de la Transición, era de los jóvenes en el 78 y estoy muy orgulloso de la Constitución Española y del contenido de la misma", ha apostillado.
La salida en tromba de los ministros socialistas ha llegado horas después de que desde Ferraz y Moncloa se trasladara a los medios que el último desaire de Iglesias había colmado la paciencia de varios de sus compañeros de gabinete.
Y que, desde hace varios días, algunos de ellos reclamasen a Sánchez una respuesta contundente a la deriva de su vicepresidente. Este jueves Iglesias ha podido comprobar que muchos de los que se sientan con él en el Consejo de Ministros comienzan a hartarse de que vaya por libre.
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