Blog de Juan Pardo |
Esta es la pregunta a los españoles que la decencia política exigiría plantear a los que claman por un estúpido referéndum Monarquía o República. Depende de qué Monarquía o de qué República se trate. Yo prefiero la República de Finlandia a la Monarquía de Arabia Saudí. Pero prefiero, por supuesto, la Monarquía danesa a la República castrista. Además, resulta absurdo hacer en España una pregunta sobre esta cuestión. He repasado las encuestas más solventes de este año 2020 que ahora concluye. El resultado me parece concluyente. Solo entre el 0,1% y el 0,3% de las españolas y los españoles sienten preocupación por la Monarquía, mientras el paro supera el 60% y los partidos políticos ocupan el segundo o el tercer lugar entre los diez grandes problemas que agobian a la ciudadanía. Un sector del Gobierno, los partidos secesionistas vascos y catalanes y los de extrema izquierda, encabezados por el PC, se esfuerzan frenéticamente por crear un problema -Monarquía o República- que no existe en España. Desde hace muchos meses han desencadenado una desmesurada campaña en los medios de comunicación afines contra el Rey padre, pero está claro que el objetivo no es Juan Carlos I, sino Felipe VI y la Monarquía parlamentaria votada abrumadoramente por el pueblo español en 1978, dentro de una Constitución que consagra la democracia pluralista plena y que ha proporcionado a España cuarenta años de paz, de libertad y de prosperidad. La dimensión de la campaña contra el Rey padre, sustentada en las declaraciones de un policía corrupto y encarcelado y de una aventurera despechada, ha sido de tal calibre que me ha hecho recordar el consejo de Talleyrand a los que defendían sus propósitos institucionales. Pas trop de zèle. No demasiado celo. La gente suele reaccionar contra las exageraciones, las desmesuras y los despropósitos. La obsesiva campaña de las agrupaciones secesionistas, del Partido Comunista y otros de extrema izquierda, así como de un sector del Gobierno, no ha conseguido que el pueblo español sienta la menor preocupación por la cuestión Monarquía o República. El Rey Felipe VI mantiene su alto nivel de popularidad y su discurso navideño, sereno, mesurado, constructivo, se ha visto acompañado por la general aceptación. |
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