sábado, 23 de enero de 2021

Feministas hartas de Irene Montero

 Más de cincuenta asociaciones piden a Sánchez que la eche


Psicodrama en la Hacienda Galapagar. «Nosotras», tan hiperfeministas, tan de lenguaje inclusivo, tan de la corrección política y el sermón perenne, resulta que hemos logrado cabrear a las defensoras históricas de los derechos de las mujeres, que ya estaban en la brega cuando Irene veía a los «Teletubbies». La Confluencia Movimiento Feminista, organización «progresista» que agrupa a 55 asociaciones feministas de toda España, ha pedido a Sánchez que eche a Irene Montero, porque consideran que tras su primer año como ministra urge «un cambio de rumbo». Acusan a la mujer de Iglesias, de 32 años, de haberse «embarcado en una deriva antifeminista». Y para no ser menos que la alegre logia morada, hasta han creado un bonito hashtag: #MerecemosUnaMinistraFeminista. Rechazan

 la alucinada «ley Trans» que prepara la lideresa consorte de Podemos. Además, acusan de déspota a la expresiva hacendada serrana, psicóloga de licenciatura y heredera de un padre empresario de mudanzas, que ha trepado en política merced a algo tan feminista como la promoción digital de su pareja masculina (y superior partidario). Según Movimiento Feminista, Montero, que tiene doce asesores en un ministerio donde la palabra currar es anatema, se niega sistemáticamente a recibirlas.

¿Qué está pasando? Pues que Irene se ha aliado con la facción más radical y friki de la ideología feminista, el llamado «feminismo queer», y ha entrado en guerra con una línea más serena de defensa de las mujeres que lidera Carmen Calvo. En noviembre, ocho feministas del PSOE ya escribieron a Sánchez advirtiéndole que el proyecto de «ley Trans» de Montero «desdibuja a la mujer, al negar la existencia de un sexo biológico». Este jueves, Adriana Lastra, pisándole la manguera a Irene por orden de Calvo, presentó en el Congreso en nombre del PSOE un proyecto de Ley de Igualdad de Trato, cuando la ministra podemita estaba preparando el suyo.

La «ley Trans» de Montero promueve «la autodeterminación de género». Traducción: cualquier persona mayor de 16 años que se sienta mujer será registrada como tal solo con declararlo, sin examen médico o psicológico alguno. Para entendernos: según lo que pretende la gran Irene, si Mike Tyson -o Pablo Iglesias- manifestase en la oficina pertinente que en realidad él es una tía, así constaría al instante en su DNI. Las feministas del PSOE replican desde la cordura que «el sexo es un hecho biológico, que se refiere a características corporales y fisiológicas», y advierten que la ley de Montero «ataca los propios derechos de la mujeres».

Lo surrealista es que haya que debatir evidencias de elemental sentido común solo porque en el Ministerio de Igualdad se sienta -por gentileza de Sánchez- una iluminada radical sin preparación para un cargo ministerial. Mientras el Covid pone a España en jaque, con un ministro más pendiente de sus elecciones que de los hospitales, el Gobierno se entretiene con debates bizantinos sobre si existen o no las mujeres. Un chiste, si no fuese una pena.

Luis Ventoso

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