Ha trascendido que el PSOE ha apoyado una propuesta de Bildu, PNV, ERC, Podemos y los de Puigdemont, para organizar una Comisión de investigación parlamentaria sobre «la presencia de la llamada extrema derecha y su influencia en el Ejército». En el fondo no soportan que haya militares franquistas, tanto en los militares en la reserva, como entre los que están en activo.
Según ha dicho Aitor Esteban, se trata de que el Gobierno informe sobre todas las formas de apoyo y de influencia de posiciones de extrema derecha, por parte de miembros de las Fuerzas Armadas, o desde medios militares. Además se trata también de investigar «con detalle» las vinculaciones de militares con periodistas o tertulianos de medios públicos o privados.
El PNV, la lepra de España en palabras de nuestro director, ha mostrado su preocupación porque según ellos ha quedado claro que la presencia de la extrema derecha en el Ejército, lejos de ser anécdotica y esporádica, es «extensa y fuerte». Según ellos, le mandaron una carta preguntando por este tema a la ministra Robles, cuya respuesta no les satisfizo.
Rufián y los bilduetarras han dicho, por su parte, lo mismo, y se han mostrado preocupados por el mismo motivo, esa supuesta gran presencia de la extrema derecha en nuestras Fuerzas Armadas. El PSOE ha apoyado esta comisión. Solo VOX y PP se han opuesto. Ciudadanos, en otra indignidad, también la ha apoyado.
Al margen de que no tendrían que mostrar ningún interés por el Ejército unos partidos que afirman no ser españoles, lo importante es que el PSOE se adhiere a estas propuestas de los partidos antiespañoles, en otra demostración, de que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, no se encuentran a gusto con este Ejército y que buscan contentar a toda costa a los que quieren romper España, con tal de seguir en el poder.
En suma, todo indica que se va a intentar humillar públicamente a las Fuerzas Armadas, a mayor gloria de ETA y Puigdemont, para fortalecer la cohesión del Frente Popular, en el Gobierno. Sánchez intentará demostrar con ello, que manda en el Ejército, algo que dista mucho de estar claro.
Y por supuesto, esto también forma parte de la guerra de Sánchez Iglesias contra Felipe VI, que según la Constitución, ostenta el mando Supremo de las Fuerzas Armadas. Como todo el mundo sabe que el Ejército apoya a Felipe a VI, contra este Gobierno republicano federal y comunista, Sánchez intenta apaciguar a sus amigos separatistas y al Coletas, haciendo ver que domina al Ejército.
En el fondo, el gran problema que tiene la izquierda política y social con el Ejército, es que les gustaría tener un ejército, a gente bohemia como los actores y cantantes, es decir, unos vagos progres a su servicio, pero no pueden obligar a entrar en el Ejército a gente así, ya que por su propia idiosincrasia, son opuestos al trabajo y la disciplina.
El Ejército sigue siendo campo abonado para jóvenes patriotas, trabajadores, que aman las tradiciones y a España. Y eso es lo que no soporta la izquierda y la Anti España separatista.
Javier Navascués ( El Correo de España )
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