Las lagunas de la decepcionante película de miedo de La Sexta sobre la «ultraderecha»
Anoche el canal izquierdista de Atresmedia dedicó un programa a la “ultraderecha”. Es decir, otro programa más. ¿Cuántos van ya? Yo he perdido la cuenta.
El repugnante sesgo de ‘Salvados’
Esta vez el programa que se dedicó a la cuestión fue “Salvados”, un espacio cuyo productor, Jordi Évole, no tuvo reparos en fotografiarse abrazado con el etarra Arnaldo Otegi para luego cubrir de insultos al partido de Ortega Lara. Teniendo en cuenta ese precedente, no costaba imaginar en qué consistiría el programa de anoche: un intento más de desprestigiar y meter miedo contra el tercer partido de España, Vox, y contra los conservadores en general.
La Sexta quiso vincular a Vox con Rusia
La teoría conspiratoria que pretendía alimentar el programa es la misma que viene usando la izquierda mediática contra Donald Trump: el fantasma de Rusia. De hecho, al comenzar la emisión del programa, su cuenta oficial de Twitter publicaba un mensaje en el que situaba a Vox como parte de un juego de matrioskas, con la muñeca mayor decorada con la bandera rusa.
Una escenificación propia de una película de miedo
Para adornar esa teoría conspiratoria y acentuar la supuesta maldad de los personajes que iban a ser objeto de señalamiento, todos los vídeos del programa se emitieron con un tono mortecino, una iluminación penumbrosa y una música de suspense, una escenificación propia de una película de miedo. Es una manipulación tan evidente que provoca risa. De esta forma, el programa pretendía conseguir generar en sus espectadores una emoción concreta -el miedo- que supliese las lagunas argumentales del programa. Y lagunas había unas cuantas.
Una película sobre malvados conservadores que expresan sus ideas pacíficamente
Para empezar, el propio contenido del programa tenía muy poco de terrorífico. La Sexta buscó por enésima vez criminalizar a los que defienden ideas conservadoras, consultando exclusivamente a “expertos” abiertamente hostiles a esas ideas. El problema del programa es que como película de terror le faltaban ingredientes: no hubo violencia, ni terrorismo ni muertos.
De hecho, lo que apareció en pantalla eran partidos políticos con presencia parlamentaria y asociaciones legales que defienden sus opiniones por medios pacíficos y democráticos. Como película fue un puñetero aburrimiento (y lo digo como aficionado al cine de terror). Para encontrar a gente violenta, a individuos que se dedican a amenazar y agredir a los que no opinan como ellos -lo hacen a menudo contra Vox-, a gentuza que homenajea a asesinos y a genocidas y que apoya a dictadores criminales, “Salvados” tendría que haberse fijado en la extrema izquierda: entonces sí que habríamos visto una peli de terror.
La trama rusa de La Sexta se convierte en una película cómica
La película de La Sexta aún podría haber funcionado como una cinta de suspense, pero ni eso. La dichosa trama rusa se quedó en agua de borrajas. Para saber si el grupo de Fulano o de Mengano recibió dinero de Rusia, el programa llamó como “experto” a un historiador izquierdista italiano que compensó su falta de pruebas con expresiones como “no se puede descartar”, usadas para revestir de una cierta credibilidad cualquier acusación infundada.
De hecho, el historiador italiano no pudo probar que una asociación española esté financiada por Rusia, también dijo que “no nos consta” que dicha asociación financiase a Vox, pero a renglón seguido dijo que “no podemos descartar” que Vox reciba financiación de Rusia a través de esa asociación. En este punto lo tuve claro: esto no era una película de terror, sino una película cómica. Pero en este caso, quienes se estaban riendo no eran los espectadores con la película: eran los autores de la película quienes se reían de los espectadores.
La Sexta ocultó que Vox es socio de un partido polaco enemigo de Putin
Para manipular a su audiencia, La Sexta no sólo ofreció afirmaciones manipuladas, sino que también ocultó información clave. Por ejemplo, que Vox es socio del grupo ECR junto al partido polaco Ley y Justicia, un partido abiertamente enemigo de Putin por cuanto el presidente ruso no ha dejado de propagar mentiras sobre Polonia. Si La Sexta quería buscar a gente ideológicamente afín a Putin en España, debería haber buscado en la extrema izquierda, pues el presidente ruso es un nostálgico de la URSS, se opuso a la condena europea de los crímenes del comunismo y los medios del Gobierno ruso se han dedicado a apoyar a partidos de ultraizquierda, entre ellos a Podemos.
Si La Sexta quiere una trama rusa debería investigar a Podemos
De hecho, en marzo de 2013 Pablo Iglesias citó al canal oficial ruso RT (Russia Today) como uno de los dispuestos a servirles de altavoz. Un mes después RT entrevistaba a Iglesias para preguntarle por la situación en España. En 2014, en una entrevista publicada en otro medio estatal ruso, Sputnik News, Pablo Iglesias criticó las sanciones europeas a Rusia por la invasión rusa de Ucrania.
Además, en junio de 2015 Putin invitó a Pablo Iglesias a un encuentro en Moscú como parte de una estrategia para recabar apoyos entre la izquierda occidental. En 2016, en su programa “Fort Apache”, Pablo Iglesias elogió a Putin presentándolo como “un soviético que sacó lecciones del hundimiento de Rusia”. Sólo le faltó besar su retrato. Imaginemos la que habría liado La Sexta si el invitado por Putin a Moscú hubiese sido Santiago Abascal y tras la visita hubiese piropeado al presidente ruso. ¿Cuándo dice el canal de Atresmedia que hará un programa sobre las conexiones rusas de Podemos?
La película incluyó cameos de los patrocinadores: dos ministros de Sánchez
Hay que decir que la película cómica de anoche en La Sexta incluyó una de las características más divertidas del cine: los cameos. A veces éstos consisten en que aparezca fugazmente en pantalla el director, pero esta vez aparecieron en pantalla -y nada fugazmente- los patrocinadores. Recordemos que el canal izquierdista de Atresmedia fue uno de los destinatarios de las millonarias ayudas del Gobierno a televisiones privadas en pleno estado de alarma.
Casualmente, dos miembros del Gobierno aparecieron en la película de La Sexta: la ministra de Igualdad Irene Montero (Podemos) y el ministro de Transportes José Luis Ábalos (PSOE). A diferencia del resto de vídeos del programa, ambos aparecieron en exteriores y con luz clara y natural (conservadores en tinieblas y progres iluminados: como en un cuento para niños pequeños). El momento de la emisión del programa y estas dos apariciones estelares evidencian la razón de ser de la película: tapar el pacto del Gobierno del PSOE y de Podemos con los herederos políticos de ETA.
El canal de Atresmedia volvió a comportarse como un altavoz del Gobierno
Lo que da miedo de verdad es que el gobierno de un país democrático acepte negociar sus cuentas con quienes no condenan los asesinatos de más de 800 españoles (niños incluidos) y que el PSOE llame “valientes y patriotas” a esos malnacidos y a los canallas que hace tres años dieron un golpe separatista. Para tapar ese escándalo, el Gobierno y sus títeres mediáticos se montan esta película sobre la “ultraderecha”. Quieren que tengamos más miedo de una oposición democrática que de los socios y aliados del Gobierno que no condenan las agresiones a Vox, que tienen como referentes a dictaduras como Cuba y Venezuela y que incluso no condenan el terrorismo etarra. Anoche La Sexta demostró, una vez más, que no es un medio de comunicación, sino un canal de propaganda al servicio de un Gobierno de miserables.
—
Imagen: La Sexta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario