sábado, 28 de noviembre de 2020

Rufián,vete a robar a otra parte

 Este Gobierno de trileros, analfabetos funcionales y presuntos

vicedelincuentes se supera cada día en filibusterismo, incultura e historial

delictivo. La negociación de los Presupuestos es un ejercicio de

inmoralidad que deja reducido a un pirata al estatus de santo varón al lado

de Sánchez. Lo de la iletrada Irene Montero resulta ya proverbial, da hasta

pena, lo que jamás vaticinamos es que toda una ministra de Exteriores

(Arantxa González Laya) confundiría una bandera de México con la de

Italia, que llamase “Palma de Mallorca” a una ciudad a la que todos sus

habitantes y la toponimia denominan simplemente “Palma” o que Moncloa

aludiera a la isla como “Mayorca”. Y eso que la Ley Celaá aún no está en

vigor. El ménage à trois del Gobierno socialcomunista con Bildu es

seguramente la mayor infamia de la democracia por mucho que nuestro

desahogado presidente enfatice públicamente, tomándonos a los españoles

por gilipollas, que “no” han pactado con el jefe de ETA Otegi y sus

sicarios. Lo que nunca sospechamos, y eso que el listón está alto, es que

Gabriel Rufián sería quién decidiría cuántos impuestos se pagan en Madrid,

Andalucía y Murcia. El portavoz de ese partido históricamente golpista que

es ERC, lo fue en la Segunda República, lo es en la España constitucional,

se ha descolgado con una imposición fascistoide a la par que facinerosa

para que resuciten en estas tres comunidades el Impuesto de Patrimonio y

los de Donaciones y Sucesiones, bonificados estos últimos al 99%. Esta

barrabasada del rufián de Rufián supone en resumidas cuentas la vuelta al

centralismo franquista y el the end de la autonomía fiscal inherente a

cualquier país federal como es el caso de España aunque lo llamemos con

otro nombre. La cosa tiene más bemoles de lo que parece: el de Patrimonio

es una doble imposición porque uno ya abona el IRPF, Transmisiones o el

IVA y ese dolor de muelas anual que es el IBI. Y el impuesto a los muertos

supone un triple salto mortal porque además de todo lo que astillamos en

vida, resulta que luego nos vamos al cielo o al infierno y continuamos

pasando por caja. En el caso de Madrid la comparación con Cataluña es de

vergüenza ajena: con una fiscalidad sustancialmente más baja la primera

acumula una deuda pública de 33.000 millones frente a los 79.000 de la

segunda. Por no hablar de otra comparación que es cuasipornográfica:

Madrid aporta a las arcas del Estado 23.000 millones anuales más que

Cataluña. No nos hagamos trampas al solitario, lo que anhela el rufián de

Rufián es que madrileños, andaluces y murcianos enjuaguemos la

 elefantiásica pella catalana consecuencia de los infinitos chiringuitos y

mamandurrias indepes, de los golpes de Estado y de los 3% de los Pujol,

Mas, Trias, Puigdemont, Junqueras y demás golfos de la patria. Si el rufián

de Rufián quiere robar, Patrimonio, Sucesiones y Donaciones son un robo,

que se vaya a otra parte. A Cataluña, a la Conchinchina o a la mierda. Sólo

a los tontos y a los locos les gusta que les suban los impuestos y ni

madrileños, andaluces y murcianos figuran en esas categorías. Por cierto, la

RAE lo retrató: “rufián” es una “persona sin honor, perversa y despreciable”. Pues eso.


Eduardo Inda

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